La capital del conventus asturicensis, Asturica Augusta, pervive en la excelente tarea de preservación que se está acometiendo desde el consistorio local y que ha permitido abrir varias criptas arqueológicas a los visitantes de la ciudad. Os cuento lo que vimos.
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Asturica Augusta, urbs magnifica
Tenemos que ponernos en el contexto de las guerras contra cántabros y astures que comienzan en el 29 a.C. Augusto encarga a Publio Carisio, legado para la Lusitania, la ejecución de un plan que ya había comenzado en los años previos con varias acciones militares en el territorio inmediatamente al norte del Duero.
En esa guerra de conquista, que tenía como objetivo el control de toda Hispania, pero también el acceso a los importantes yacimientos auríferos del territorio de los astures, se hizo necesaria la participación de varias legiones. En un primer momento parece que la V alaude, la Legio X Gémina y la VI Victrix.
Sería la X la que estableciera un campamento permanente en el 14 a.C. en el territorio de los Amacos, un populus que habitaba el entorno de la montaña sagrada de los astures, el Teleno, y lo hizo sobre un cerro amesetado que terminaba en una especie de espolón entre el cauce de dos ríos. Ese es el origen de la ciudad.
Pocas décadas después de la conquista, el oro de los astures comienza a ser explotado de forma intensiva, necesitando para la organización de esta ingente tarea de personal especializado, de unas comunicaciones seguras, y de un lugar desde donde dirigir todo el proceso. Ese lugar fue Asturica Augusta, que pasa a ser capital del conventus asturicensis a partir de la época de los Flavios.
Una nota. La Legio X abandona su primitivo solar en Asturica y se desplaza a Petavonium, donde se establece definitivamente hasta su salida en el siglo I d.C. Asturica es ya un asentamiento plenamente civil, y la capital militar se trasladaría a Castra Legionis, donde se acantona la Legio VII gemina a finales del siglo.
La Astorga romana
El museo romano y la Ergástula
En la ciudad de Astorga la historia antigua gira en torno al pasado romano. El punto de partida para conocerlo es el Museo romano de la ciudad. La visita es imprescindible, y además es el lugar de inicio de la ruta romana de la que os hablo más abajo.
El edificio se sitúa sobre un espacio abovedado llamado La Ergástula. A pesar de que se le han atribuido varios usos a lo largo de la Historia, la realidad es que se trata de la cimentación de un gran espacio central del foro de la ciudad. Un foro inmenso para las dimensiones de Asturica, sobre el que se ubicaba un monumento en honor al emperador. De ese espacio solo queda visible esa cimentación que sobreelevaba el espacio dedicado al culto más de cinco metros sobre el suelo del foro y al que se accedía por una escalinata.
En la segunda planta hay una sala donde se recogen algunos originales y varias copias de algunos objetos de los que os he hablado ya en la página como el torques de astorga o el pacto de los Zoelas. Muchos de los objetos recuperados en Astorga están en otros museos, sobre todo en el de León, y también en el Museo Arqueológico de Asturias, donde se encuentran las tablas de barro de Astorga, un itinerario que nos habla de las vías romanas que parten de este importante nudo de comunicaciones.
La ruta romana
El sistema defensivo de Asturica
Partiendo del museo la visita se dirige a las murallas, pero no a las que vemos en la actualidad, sino al primitivo sistema defensivo del campamento de la Legio X. En las inmediaciones de la parte oeste de la ciudad hay una cripta arqueológica que esconde un tesoro. El sistema de foso doble del campamento permanente de la unidad militar.
No se trata de un campamento de marcha, sino de una «base», quizá similar a la de Petavonium en Rosinos de Vidriales, desde la que la legión avanzaría hacia el norte y el oeste.
En esta cripta podemos ver cómo la ciudad se desarrolla en esas primeras décadas de la era, cuando se construye encima del viejo sistema de defensa una domus, y una calle corta el trazado de los muros (la que veis a la derecha de la foto). En época Flavia las defensas ya están en la parte donde las vemos actualmente (recordando siempre que las actuales están construidas en época tardoantigua y medieval sobre las anteriores, de las que sólo se conserva la base).
Las termas menores
Nuestra siguiente parada es otra cripta bajo la que se puede ver un conjunto de restos arqueológicos muy interesante. Unas termas, las más modestas, de las dos que tenía la ciudad. En ellas un vídeo muy didáctico nos enseña cómo sería el uso de las mismas, y qué partes podemos ver actualmente. Como curiosidad nos dicen que en ellas se encontró un pendiente, lo que parece indicar el uso mixto de las mismas (aunque probablemente en días alternos para hombres y mujeres).
Estas termas serían una versión para gente adinerada, frente a las grandes termas públicas, a las que tendría acceso todo el mundo.
La curia
Es otro de los puntos que podemos visitar de Asturica. Hace años se pensaba que era un lugar dedicado al culto al emperador, pero ahora se sabe que es el lugar donde se reunía la curia de la ciudad. Para entendernos, una especie de senado en pequeño donde se toman decisiones sobre el gobierno de la urbe.
Esta enorme sala se encontraba en uno de los laterales del foro. En el lado opuesto de la basílica. Como curiosidad, veréis en el suelo unos enormes hoyos. Son silos medievales que almacenaron cereales dentro, sin saber lo que estaban perforando. Uno de ellos se topó en un lateral con el muro de opus caementicium y no fue capaz de perforarlo.
El foro porticado
El enorme foro de Asturica tenía unos grandes espacios porticados en torno a los cuales se ubicaban puestos de venta, como puede ser una plaza mayor de hoy en día. Es curioso, como nos dijo la guía, que la plaza mayor de la ciudad siga estando en el sitio del foro. Es un ejemplo de pervivencia de un espacio público durante 2000 años.
En este espacio al aire libre, se puede ver un sistema de alcantarillado que recogería el agua de lluvia y otras, hasta la cloaca que visitamos en el espacio siguiente.
Las cloacas
En el espolón de la ciudad, que hace que termine con una forma ligeramente triangular, se encuentra un sitio muy singular. Es la auténtica cloaca de la ciudad, que aún sigue en activo en algunos tramos, recogiendo las aguas residuales de Astorga en la actualidad.
Tranquilos, este tramo está musealizado y las únicas aguas que pisaréis son las que se filtran del regado del parque que se ubica encima. Son uno 80 metros de recorrido que se pueden hacer sin agobios, ni claustrofobia. «Oficialmente» miden 1,80 de alto, pero ya os digo que ni de coña. Yo mido 1,75 y tuve que ir ligeramente agachado. Miden 90 de ancho y están muy bien ventiladas e iluminadas como os digo. Se hace muy corto y tendréis la oportunidad de transitar por una construcción de hace 2000 años que no es fácil de visitar en otras ciudades con restos romanos.
La domus del Oso y de los pájaros
Este espacio es una excavación arqueológica de una domus urbana de cierta importancia, en cuya sala principal se encuentra un precioso mosaico en el que aparece representado un oso entre la hojarasca así como diversos pájaros posados en lo que parecen vides y olivos.
Esta lujosa vivienda contaba con unas termas propias que se pueden ver desde la plataforma destinada a los visitantes.
Es un espacio abierto que se puede visitar por libre y que se encuentra enfrente del museo romano, que es donde terminamos la ruta.
Otros restos arqueológicos que ver
Evidentemente pasear por las murallas. De ellas se conserva solo el acceso de una de las puertas originales, junto al Palacio de Gaudí. En este mismo lugar podéis visitar el Museo de los Caminos, que tiene un lapidario muy bueno y que es una visita imprescindible para completar un día en una ciudad romana.
Otra zona a visitar es la de la puerta, en las inmediaciones de las murallas, donde Gaudí. Cuesta hacerse una idea de la forma original de la puerta, pero tenéis una buena recreación en el Museo romano.
Un último detalle. Hay un supermercado (Alimerka) en el que se pueden ver unos restos arqueológicos de la ciudad en el suelo. Los han musealizado, como es la norma en la ciudad. Nos contaron que en Astorga no se permite la construcción de garajes bajo los edificios para preservar los restos, algunos de los cuales se musealizan, como los de este artículo. A cambio permiten a los constructores edificar un piso más de alto para compensarles económicamente.
Mi opinión es que Astorga es un buen ejemplo de cómo puede convivir la arqueología con las necesidades de una ciudad. El equipo consistorial ha hecho un buen trabajo preservando estos restos, que se convierten en un reclamo turístico de una zona alejada de los grandes núcleos de población de la provincia.
Han sabido además conjugar historia y diversión con las jornadas de Astures y Romanos, que atraen a Astorga a un gran número de entusiastas de la recreación histórica de este periodo en los meses de verano.
Consejo: Imprescindible un buen cocido maragato, y llevaros unas tabletas de chocolate y cecina para la vuelta 🙂
