En varias ocasiones he comentado en esta página que tras la «pacificación» del territorio se hizo necesaria la presencia permanente en el conventus asturum de unidades militares que garantizaran la explotación y suministro de oro y otros recursos al imperio romano.
El que se estableciera en este punto del noroeste reflejaba una necesidad tanto de control territorial como de acceso rápido y efectivo a aquellos lugares que requirieran de su presencia, manteniendo pequeñas unidades más al norte, diseminadas entre los asentamientos astures.
Tras el protagonismo de la VI Victrix (de la que ya hemos hablado) y la X Gémina (establecida en Asturica y otros puntos1), la Legio VII pasó a ocuparse de esta tarea, que desempeñaría hasta el periodo final del Imperio romano, dejando un testimonio claro en todo el Conventus, especialmente en Castra Legionis, la actual León, que nace como ciudad a raíz de la larguísima presencia de esta unidad allí.
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Un poco de historia de la VII
Creada con efectivos hispanos el 10 de junio del 68 por Galba 2, tuvo como lugar de nacimiento la ciudad de Clunia (en la actual Burgos) aunque pronto fue desplazada para servir a los intereses de su creador en su enfrentamiento contra Nerón. Tras una corta temporada en la península itálica fue desplazada a Panonia, donde se comenzaba a levantar un avispero que desembocaría en las guerras de la Dacia, el siguiente gran limes tras haberse completado la conquista de Hispania.
A pesar de ello en el 74 Vespasiano, que la había fortalecido con tropas de otra legión caída en desgracia, la I Germánica o la británica (según las distintas opiniones) la envía a Hispania de nuevo, con el apellido de Gémina, a la Tarraconensis. Allí dará el relevo a la VI Victrix, que junto con la X fueron desplazadas de Hispania para no volver jamás, quedando la VII como única legión permanente en la península ibérica.
¿Qué razones le impulsaron a establecer permanentemente allí a esta unidad?
Posiblemente por varias causas. Cada vez queda más claro que el territorio no estaba pacificado por completo tras el 19 a.C. siendo lo más probable que esta fecha testimonial obedeciera más a los intereses propagandísticos de Augusto que a un verdadero control de las tribus del norte.
Es lógico, que un amplio territorio con potentes montañas y población muy diseminada fuera proclive a desarrollar focos de resistencia ante una presencia militar concentrada al sur.
En ese difícil territorio además se estaba extrayendo una ingente cantidad de oro, estimando Plinio unas 20.000 libras al año, al que debemos sumar otros metales y recursos.
Otros autores ponen también el foco de atención sobre la capacidad de la VII de acudir a posibles escenarios en conflicto tanto en el norte de África como en Britania, a donde hay pruebas epigráficas de que fueron desplazados efectivos y unidades auxiliares.
El campamento que había dejado la VI Victrix en la ubicación de la actual León 3, cumplía a la perfección el canon de situar los campamentos legionarios fuera de los núcleos de población. En este caso se situaba entre la capital del conventus, Asturica, y la gran ciudad astur de Lancia. Desde allí y con el apoyo de unidades auxiliares reclutadas en el noroeste mantuvo su presencia de forma continuada hasta el final del imperio, apareciendo todavía en la Notitia dignitatum allí en el siglo V y participando en distintos momentos con partes de sus efectivos en un gran abanico de zonas en conflicto dentro y fuera de Hispania.
La huella de la Legio VII en el noroeste de la península ibérica
Si hay una legión que esté indisolublemente unida a los astures es ésta. Su establecimiento permanente en el territorio condicionó para siempre la evolución de la cultura astur hacia lo que llamamos romanización. Es, en primera instancia, la materialización de Roma entre el mundo indígena.
La principal huella sobre el terreno la encontramos en el propio lugar donde se levantaba el campamento de la legión. La actual ciudad de León 4 está ubicada en el lugar exacto del campamento, que mantiene parte de su trazado en las construcciones y calles que hoy aún se pueden recorrer.
Por ejemplo la Calle Ancha, que parte de la plaza de la catedral, es el antiguo cardo, o vía principalis del campamento romano 5. En el lugar donde se ubica la catedral, bajo ella y en la cripta que hay a su lado, están los restos de las termas, aún visitables. En sus inmediaciones estaba una de las puertas de entrada al campamento. Hay una ruta por el León romano que merece la pena.
Las murallas, de las que se conserva parte de las más antiguas, pero no son las que se ven en la famosa avenida de los cubos, son de las mejor conservadas del occidente de Europa junto con las de Lugo. La ciudad posee varios lugares donde se puede ver edificaciones romanas y la Legio forma parte intrínseca de la historia del lugar y sus habitantes. Por cierto, todos los años se celebra el natalicio de la legión, es interesante y muy didáctico. Visita inexcusable la del Centro de Interpretación del León romano. No defrauda.
Recientemente se han descubierto un conjunto de campamentos a poca distancia del principal que debieron tener una función de prácticas campamentales, para instruir a las tropas en el levantamiento de las fortificaciones en campaña.
Más al occidente, en el conjunto minero de las Médulas, se encuentra la huella de la mayor explotación romana aurífera de la península, aún visitable y en continua investigación, donde se están documentando nuevos trazados de canales y minas.
Declaradas patrimonio de la UNESCO, en este lugar se removieron en torno a 300 millones de metros cúbicos de tierra para obtener el oro astur. Se estima en unos 800.000 kilos de oro lo que se extrajo de este lugar, y lo gestionó básicamente la Legio VII.
En realidad podemos seguir citando ejemplos de la presencia de la legión en el territorio porque como os digo, desde el 74 en adelante su presencia es única en la península ibérica. La actividad del legionario no era solamente hacer la guerra, también se usaba mano de obra militar en el trazado de las vías romanas, establecimiento de fuertes defensivos que jalonan las principales rutas, etc.
Por último también hay que destacar un rastro casi invisible, y es en el que la presencia de la Legio VII impactó más directamente en la sociedad astur. Durante el tiempo que estuvo presente en el territorio desempeñó la función de reclutamiento. Si Asturica era la capital civil del Conventus, Castra Legionis era la capital militar, y era desde donde se coordinaba y llevaba a cabo la instrucción de las nuevas tropas.
Si en época de Augusto y los Flavios los soldados astures se integraban sobre todo en el ejército a través de unidades auxiliares, que automáticamente eran desplazados fuera del territorio, a partir del 74 d.C. nos encontramos con que son casi todos legionarios y que cumplen su cometido en el noroeste de la península ibérica 6
Es un tema que da para mucho así que os dejo una bibliografía recomendada sobre esta unidad, que está muy bien documentada epigráficamente y que os podéis imaginar que ha sido objeto de numerosos estudios hasta la fecha.
Notas al pie y bibliografía
- Garcia Marcos, V., & VIDAL ENCINAS, J. (1995). Asturica Augusta y Castra Legionis VII Geminae en la Asturia Cismontana. Astures, pueblos y culturas en la frontera del Imperio Romano.
- Vicente, J. J. P. (2006). Legio VII Gemina (Pia) Felix. Estudio de una legión romana (Vol. 136). Universidad de Salamanca.
- García y Bellido, A. (1950). La Legio VII Gemina Pia Felix y los orígenes de la ciudad de León.
- Encinas, J. M. V., & JM Y GARCÍA MARCOS, V. (1996). Novedades sobre el origen del asentamiento romano de León y de la Legio VII Gemina. Los finisterre atlánticos en la antigüedad (época prerromana y romana). Coloquio Internacional de Arqueología, Gijón, 147-156.
- Cerdán, Á. M., & Marcos, V. G. (2000). El campamento de la Legio VII Gemina en León: Novedades sobre su planta y sistema defensivo. Lancia: revista de prehistoria, arqueología e historia antigua del noroeste peninsular, (4), 103-126.
- Yanguas, Narciso. (2003). Soldados astures en las legiones romanas. Espacio Tiempo y Forma. Serie II, Historia Antigua. 10.5944/etfii.16.2003.4414.
