Quién fue… Publio Carisio

En el contexto de las Guerras Cántabras y Astures, Publio Carisio se alza como el general que consigue someter el gran territorio que luego sería englobado bajo el conventus asturum. Su fama en las fuentes procede de sus acciones militares en este conflicto, pero existen muy pocos datos sobre él antes del 27 a.C. cuando llega a Hispania y después del 22 a.C. cuando termina los 5 años de su cargo y se le pierde el rastro para siempre.

Dion Casio le retrata como «cruel y violento» lo que provoca un levantamiento de los astures que según algunos autores le costaría el favor de Augusto, como veremos más adelante. Vamos a conocer mejor al brazo ejecutor de la estrategia de Augusto en el bellum asturum.

Una carrera militar cercana a Augusto

En el 27 a.C. el noroeste era el último territorio en guerra de la Península Ibérica. Ese año Augusto toma el poder y sabe que necesita una gran victoria, como César, para legitimar su posición. Algo que borre de la imagen del pueblo romano el escenario, ya demasiado largo, de guerras civiles del final de la República. Completar la conquista de Hispania es algo que está a la altura de sus pretensiones.

Publio Carisio llega a Hispania como propretor de la Lusitania ese mismo año. Se trata de un cargo que, en tiempo de Augusto, ocuparon sus legados nombrados personalmente por él. Su función era gobernar las provincias imperiales, es decir, a diferencia de las senatoriales, aquellas estaban en las fronteras del imperio y eran susceptibles de acoger conflictos bélicos. Necesitaba por tanto hombres de confianza.

Si tenemos en cuenta que ese cargo no se ocupaba antes de los 30 años, podemos establecer que Publio Carisio nació en torno al 57 a.C. o antes.

Se cree que su primer hogar fue Nimes aunque no sabemos mucho de su familia. Algunos autores como Santos Yanguas ¹ han formulado una hipótesis en base a un «error» cometido por Dion Casio² cuando, en un momento de la narración de la conquista de Lancia,  dice que «Tito Carisio» (en vez de «Publio Carisio») tomó la ciudad:

«Así pudo tomar algunos de sus lugares y más tarde Tito Carisio conquistó Lancia, la mayor aldea de los astures, que había sido abandonada, y sometió otras muchas»

Dio Cass. 53, 25, 2; 25, 5-8; 2

Su idea es que el historiador romano cometió ese error asignando al padre, o hermano mayor, el papel del hijo. Me explico. La epigrafía nos habla de un Tito Carisio que en 46 a.C. ocupaba el cargo de III vir monetal en Roma. Era un cargo del ordo senatorial con mucho prestigio y muy demandado.

En la Galia transalpina, aparecen otras dos inscripciones que hacen referencia a un Tito Carisio (Gil, 2019), que es propretor de un territorio con capital en  Nimes y que controla 25 ciudades de los Volcos. Este propretor es el primogénito de otro Tito Carisio (padre de Tito y Publio). Respecto a la gens de los Carisios, hay autores que los consideran latinos, y otros que por el contrario les ponen un origen en la galia transalpina, es decir galos de procedencia. De cualquier forma  para lo que nos importa aqui, Carisio proviene de una familia influyente. Enfocaría su carrera militar en la Urbe posiblemente en el grupo cercano a Octavio (luego Augusto), lo que encaja con el siguiente dato.

Existe una vaga referencia antes del 27 a.C. que lo sitúa en la batalla de Tauromenio. Era el 36 a.C. y Octavio  y Marco Antonio (que luego se vería en enredos con Cleopatra) persiguen a los asesinos del divino César, muerto a traición en los idus de marzo del 44 a.C.

El encuentro entre las tropas de Octavio y Pompeyo se produce en la mar y no es muy favorable para el futuro Princeps. En esa batalla Apiano (B.C. LV, 111) dice:

«Dio a Titinio el mando del ala derecha, y a Carisio el de la izquierda, y él en persona embarcó en una liburnia y navegó alrededor de toda la flota animando a todos».

En realidad no sabemos si se trata del mismo Carisio, pero el que ocupara un puesto de propretor con Augusto en el 27 a.C. parece inclinar la balanza en este sentido.(Gil, 2019)

Llegada a Hispania

Como so decía arriba, la mirada de Roma se dirigía al noroeste de Hispania.  Además de ser un territorio rico en metales, y del prestigio que proporcionaría completar la conquista, serviría para abastecer a las tropas de soldados para los conflictos en Britania y Germania.

Desde el 29 a.C. el frente se dividió en dos zonas, y al nuevo gobernador de Lusitania, Carisio, se le asigna dos años después el sector occidental contra astures y galaicos. Para llevar a cabo su labor se ponen bajo su mando tres unidades militares, las legiones VI Victrix, la X Gemina y la V Alaude. Les acompañaría un número no concreto de auxiliares de las que apenas tenemos noticias.

Curiosamente estas legiones habían luchado bajo el mando de Marco Antonio, es decir, Augusto encomienda a Carisio el mando de unas unidades militares difíciles, que no tendrían en demasiada estima a Octavio y sus generales cercanos. ¿Por qué lo haría? ¿Quizá por la fama del carácter duro de su nuevo legado?. Quizá el carácter del propio Carisio no era el mejor al haber sido alejado de la Urbe, destinado a la conquista de unos insignificantes bárbaros de las provincias.

Ciertamente cumple a la perfección su papel, ya que quizá como castigo por ese carácter díscolo, el lugar elegido para la colonia de veteranos de la guerra contra los astures no estaba en la península Itálica, cerca de Roma, y el lugar más demandado por aquellos que terminaban su servicio militar de 20 años, sino las secas tierras del suroeste de Iberita (al menos la edificó cerca del agua), la futura colonia de Emerita Augusta.

La guerra contra los astures

No voy a entrar en una descripción detallada de los acontecimientos de las guerras contra cántabros y astures, para eso tengo una sección en la web pero os dejo aquí unas pinceladas de su papel en el conflicto.

Del desempeño de su actividad militar tenemos dos grupos de fuentes. Por un lado Dion Casio, de quien no conocemos la obra en la que se basa, y que nos cuenta que Carisio tomó Lancia por abandono, y por otro Floro y Orosio, que siguiendo a Tito Livio, nos dicen que los astures habían detectado la presencia de las tres legiones y que se disponían a atacarlas simultáneamente, impidiendo que acudieran a socorrerse unas a otras.

El plan no estaba mal urdido, pero según los historiadores, gracias a una traición avisaron a Carisio de la ofensiva astur lo que le permitió prepararse y vencer a unos ejércitos que en su retirada se refugiaron en Lancia, ciudad que fue perdonada por Carisio como monumento a su victoria (y también como posible lugar de defensa en caso de necesidad donde proteger a su ejército).

«La poderosa ciudad de Lancia recibió a los restos del ejército huido y allí se luchó con tal encarnizamiento que, una vez tomada la ciudad, se pedía su incendio, cosa que el general a duras penas pudo impedir, pidiendo gracia para la ciudad mediante el razonamiento de que podía ser mejor monumento de la victoria romana quedando en pie que incendiada».

Floro

Tras la conquista de Lancia,  tuvo lugar una campaña de guerra de montaña que permitió la llegada de las tropas imperiales a la Asturia trasmontana penetrando hasta la costa. Seguramente la flota apoyaría desde el litoral como sucedió en el caso de los cántabros. Es en ese momento cuando se erigen campamentos romanos en las vías de penetración de las montañas astures, como las de la Mesa y la propia vía Carisia que toma su nombre del de el general. La victoria oficial se declara en el 25 a.C. pero la realidad es que el territorio estaba lejos de haber sido pacificado.

El carácter cruel y violento y las rebeliones

Dion Casio nos informa de que los astures se levantan en armas en el 22 a.C. debido al carácter cruel y violento de la represión de Carisio en el territorio.

Se mantiene el campamento de Curriel’los a más de 1500 metros de altitud. La Carisa³ es el escenario de la revuelta. Se estima en 6000 legionarios los acantonados en Curriel.los y 2000 más en el campamento de L.lagüezos. Allí tuvo que refugiarse mientras que Cayo Furnio debía enfrentarse a una revuelta simultánea entre los cántabros y de nuevo el ejército astur fue incapaz de tomar las fortificaciones romanas de montaña ya debilitado por las guerras del 27 al 25 a.C.

Aunque sabemos de revueltas astures, ya mediado el siglo I d.C. el territorio estaba ya condenado a la presencia romana indefinidamente antes del cambio de era.

La fundación de Emerita Augusta y la aparición de moneda en el noroeste

La introducción de moneda en el territorio astur tiene probablemente su origen el escenario militar del bellum asturum. Carisio acuña moneda para pagar a sus tropas, y éstas acaban por sustituir, con el tiempo, el pago con pequeñas porciones de plata que documenta Estrabón y que atestigua la arqueología.

Se trata de tres tipos de monedas muy características. El primero es el de monedas que presentan una caetra en una de sus caras. Se acuñan ases, una división del denario que es la moneda con la que se pagaba al legionario y se puede pensar que se producen en cecas ambulantes.

Luego están las que se acuñan en Emérita Augusta ⁴, que son de todo tipo: quinarios áureos, denarios, dupondios y ases. Llevan por un lado la cara de Augusto (IMP CAESAR AVGVST) y por el reverso la Victoria (P CARISI LEG). Los denarios en el reverso contienen P CARISIVS LEG PRO PR y suelen mostrar trofeos indígenas, como rodela, falcata, lanza, etc…

Finalmente las de las cecas de Caesaraugusta y Patricia (Corduba) lejos ya de las campañas militares. Para un mayor detalle de todas las acuñaciones os recomiendo a Santos Yanguas ⁵ y a Peralta Labrador para las de los campamentos romanos cántabros y en general para toda la contienda ⁶.

Curiosamente, estas son las fuentes epigráficas más abundantes que vamos a tener sobre este personaje, y poco más. Como veis, la acuñación de moneda, de alguna manera, garantizaba el paso a la historia.

¿Después del 22?

Carisio abandona Hispania cuando concluye su labor como propretor de la Ulterior, embarcando en el mismo puerto al que llegó, Olisipo (Lisboa). A partir de ese momento hay dos teorías. La de Alföldy⁷ que propone que debió ser separado del poder por Augusto ya que en ese año tuvo que hacer de nuevo frente a revueltas en el territorio, hecho que pondría en tela de juicio su efectividad en la tarea encomendada.

La otra teoría es la de Syme ⁸, quien cree que falleció poco después de abandonar Hispania, ya que de otra manera, antes o después habría alcanzado el consulado.

Se trata por tanto de un personaje enigmático al que no suponemos demasiada fortuna en el desarrollo de su carrera militar. Aun sin el testimonio de Dion Casio sabemos que la pacificación de cántabros y astures no tuvo un éxito como el que cabría esperar tras leer la propaganda bélica de Augusto, con cierre de las puertas de Jano incluidas. De cualquier forma, Carisio completó la conquista de astures, mientras Agripa terminó la tarea en la parte cántabra.

Me queda la duda de si las teorías que hablan de que Augusto le aparta del poder tras el 22 a.C.  y la de su muerte no sean la misma al fin y al cabo.

1. Yanguas, N. V. S. (1981). Publio Carisio y las guerras astur-cántabras. Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 35(104), 849-874.
2. Dio Cass. 53, 25, 2; 25, 5-8; 2
3. Mayor, J. C., García, R. E., & Pacheco, Y. V. (2001). El campamento romano de la Vía Carisa en Asturia Transmontana. Espacio Tiempo y Forma. Serie I, Prehistoria y Arqueología, (14).
4. Gil, E. A. (2019). Publio Carisio. Deductor de la Colonia Augusta Emerita. Revista de estudios extremeños, 75(2), 39-75.
5. Yanguas, N. V. S. (2003). Las acuñaciones monetales de Publio Carisio, legado de Augusto en Lusitania, y la conquista romana del NO peninsular. Aquila legionis: cuadernos de estudios sobre el Ejército Romano, (4), 165-188.
6. Peralta Labrador, E., Hierro Gárate, J. Á., & Gutiérrez Cuenca, E. (2011). Las monedas de los campamentos romanos de campaña de las Guerras Cántabras del asedio de La Loma, Castillejo y El Alambre.
7. Alföldy, G. (1969). Fasti Hispanienses: senatorische Reichsbeamte und Offiziere in den spanischen Provinzen des römischen Reiches von Augustus bis Diokletian.
8. Syme, R. (1970). The conquest of north-west Spain. In Legio VII Gemina (pp. 79-108). Diputación de León.