En 2022 ya hablamos de la desaparición de piezas arqueológicas procedentes de seis castros asturianos en distintas excavaciones. Los yacimientos enumerados eran San Chuis, Castillo de San Martín, Mohías, San Isidro y Pico da Mina (San Martín de Oscos) y Llagú en Oviedo. Por desgracia no se trata de casos aislados ya que fue notoria la mala gestión de materiales procedentes de lugares tan señalados como la Campa Torres o los de otras excavaciones como la de Treslailesia en Bañugues. Sin embargo, soy positivo y creo que, de verdad, se está haciendo algo por revertir esa mala praxis y resolver el paradero de estas piezas. Hace unos días, volvió a preguntarse por este tema en el Consejo de Gobierno sobre este tema, y la respuesta de la Consejera de Cultura nos sirve para detallar un poco cuál es el problema y comprender el alcance de esta situación.
Un problema puesto de manifiesto en el Plan de Castros
El documento maestro, llamado Plan director de la cultura castreña, se redactó con el objeto de poner orden y relanzar la investigación en los castros asturianos evidenció que uno de los problemas que existía en la región respecto a la conservación de nuestro patrimonio castreño era que había habido una negligencia por parte de las instituciones y administraciones encargadas de velar por él en cuanto a las piezas extraídas en las distintas intervenciones arqueológicas. No estamos hablando de expolios o saqueos, sino en la custodia, conservación y estudio de piezas procedentes de excavaciones arqueológicas reguladas.
Muchas de estas intervenciones tuvieron lugar antes de la aprobación de la Ley de Patrimonio, pero otras fueron posteriores, como por ejemplo Llagú. El texto del documento dice:
«Son relativamente abundantes las piezas que por una u otra razón nunca fueron ingresadas en el Museo Arqueológico de Asturias, tal y como, por otro lado, prescribe la normativa vigente. En consecuencia, las intervenciones arqueológicas de las que proceden jamás han
podido ser convenientemente contrastadas, circunstancia ocasionalmente agravada por la carencia añadida de un registro documental que facilite la contextualización de los hallazgos. En consecuencia, la recuperación de estos objetos y colecciones se impone como tarea prioritaria. Para ello, habrán de rastrearse las intervenciones conocidas, contrastar el registro de fondos del Museo Arqueológico de
Asturias con los estudios y noticias publicadas y reiterar los requerimientos administrativos ya realizados, pero no atendidos».
Se puso en marcha una investigación, que aún sigue abierta, para dar con el paradero de esas piezas. La propia noticia genera la duda de si las piezas están realmente depositadas en el museo arqueológico y el problema es que no están bien catalogadas (lo que ha sucedido en varios de los casos mencionados) o que realmente nunca fueron entregadas, lo que sería un delito contra el patrimonio al incumplir la normativa vigente, por lo que se iniciarían las gestiones para su recuperación.
Os copio la respuesta de la consejera respecto a casos concretos de materiales de los que se ha resuelto el paradero de los mismos. Siempre es una buena noticia el que los materiales lleguen al Museo, aunque hay ocasiones en las que han pasado 20 años entre el descubrimiento de las piezas y su entrega . En este link os dejo el PDF del Boletín oficial de la Junta General.
Yacimiento de San Chuis (Allande).
«El plan director no menciona ninguna incidencia respecto a los materiales arqueológicos de este castro. Sí se hace en el plan director específico redactado para este castro del concejo de Allande. Lo que se señala en el mismo es que no hay constancia de entrada en el Museo Arqueológico de Asturias de materiales procedentes de las campañas de investigación realizadas en 1962, 1963 y 1986. En este caso concreto, lo que se plantea en el plan, y así se realizará por parte de la consejería, es estudio de materiales para clarificar lo sucedido con esas piezas procedentes de investigaciones realizadas hace sesenta años en algunos casos.
No obstante lo anterior, cabe señalar que, según informe de fecha 12 de marzo de 2010 de la entonces directora del Museo Arqueológico de Asturias, Elisa Collado González, consta en el museo depósito de materiales arqueológicos procedentes de excavaciones realizadas en el castro de San Chuis en 1963, 1979-1985 y 2000.»
Yacimiento El Castillo de San Martín (Soto del Barco).
«El plan director señala que los materiales recuperados durante la excavación de 1992-94 no han sido depositados en el Museo Arqueológico de Asturias. Cabe señalar a este respecto que, en la fecha de emisión de este informe, todos los materiales procedentes de estas excavaciones están depositados en el citado museo o en el centro expositivo del Chao Samartín (Grandas de Salime).
Efectivamente, y según consta en el convenio de colaboración entre la Administración de Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Grandas de Salime para el depósito de materiales arqueológicos del Museo Arqueológico de Asturias procedentes de la cuenca del Navia en las instalaciones del centro de interpretación del Chao Samartín, suscrito el 13 de febrero de 2017, se conservan materiales procedentes del castillo de San Martín en la colección arqueológica depositada en este centro de interpretación.»
En este punto en concreto tengo la duda de si la consejera está confundiendo el Castillo de San Martín con el Chao de Samartín. Ya que los materiales del castillo fueron entregados al museo arqueológico de Asturias y se hizo una revisión por parte de Alfonso Fanjul Peraza que aportaron información concreta del periodo cercano a la conquista.
Yacimiento de Mohías (Coaña)
«El documento del plan director aprobado en marzo de 2022 no hace referencia a los materiales procedentes de este castro. En el Plan Director para la Conservación, Estudio y Promoción del Yacimiento Arqueológico Monte del Castro de Mohías (Coaña), se indica que el castro fue objeto de excavación arqueológica ocasional desde 1968 hasta 1989 bajo la dirección de diferentes investigadores. En concreto, desde 1968 a 1970 fueron dirigidas por J. Martínez y J. M. Junceda, mientras que en 1971 y 1972 fueron dirigidas por E. Olávarri y en 1989 por E. Carrocera. No se habrían entregado memorias por parte de Emilio Olávarri ni de Elías Carrocera, aunque nada se indica sobre ausencia de entrega de materiales de este castro en instituciones oficiales.
Cabe señalar que existe un pequeño conjunto de materiales descontextualizados procedentes de limpiezas puntuales en el castro que están depositados en la actualidad en la Universidad de Oviedo y que están en proceso de inventario para proceder a su depósito definitivo en el Museo Arqueológico de Asturias. Concretamente, con fecha 26 de agosto de 2022 la Comisión Permanente del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias acordó «informar favorablemente el proyecto de inventario del material arqueológico procedente de la excavación del castro San Isidro y de la limpieza de los castros de Coaña y Mohías», paso previo y necesario para la entrega de todos los materiales aún no
depositados en el Museo Arqueológico de Asturias.
Igualmente, según consta en el convenio de colaboración entre la Administración del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Grandas de Salime para el depósito de materiales arqueológicos del Museo Arqueológico de Asturias procedentes de la cuenca del Navia en las instalaciones del centro de interpretación del Chao Samartín, suscrito el 13 de febrero de 2017, se conservan materiales procedentes del castro de Mohías en la colección arqueológica depositada en este centro de interpretación.»
Yacimientos de San Isidro y Pico da Mina (San Martín de Oscos)
«El documento del plan director señala que «los materiales recuperados en las intervenciones arqueológicas, salvo dos piezas metálicas procedentes de Pico da Mina, no han ingresado en el Museo Arqueológico de Asturias». Efectivamente, la información que obra en la Dirección General de Cultura y Patrimonio sobre estas excavaciones es la obrante en el Museo Arqueológico de Asturias, donde
consta el depósito de dos piezas, números de inventario 08400 y 08401 (dos piezas de la excavación realizada por Elías Carrocera en el Picu la Mina en 1986 y entregadas por Ángel Villa).
Con fecha 26 de agosto de 2022 la Comisión Permanente del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias acordó «informar favorablemente el proyecto de inventario del material arqueológico procedente de la excavación del castro San Isidro y de la limpieza de los castros de Coaña y Mohías», paso previo y necesario para la entrega de todos los materiales aún no depositados en el Museo Arqueológico de Asturias.
Yacimiento de Llagú (Oviedo)
El documento del plan director señala que las excavaciones arqueológicas se sucedieron en este castro desde 1994 hasta 2005, constando en los expedientes relativos a esta intervención el desmontaje y traslado de algunas estructuras domésticas, así como parte de los paramentos de la muralla, desconociéndose el paradero de estos materiales.
En relación con esta afirmación, se ha podido constatar que en la base de datos del Museo Arqueológico de Asturias constan 473 registros, correspondientes a la suma de piezas individualizadas y cajas con material cerámico, óseo, metálico, lítico, orgánico, constructivo, sedimentos, muestras y escorias del castro procedentes de las distintas excavaciones que se fueron haciendo y cuyos materiales fueron objeto de varias entregas.
Con fecha 17 de febrero de 2023 la investigadora Almudena Orejas Saco del Valle entregó una bolsa de fauna recuperada en el castro de Llagú durante las campañas de excavación de 2000 y 2001 que estaba depositada en la Universidad Autónoma de Madrid.
Un problema que aún no se ha resuelto
Al principio del post os comentaba que soy positivo en este sentido. Creo que es una buena noticia que se hable de este tema en la Junta General y que se mantenga vivo el asunto, ya que a veces es la única manera de que estos temas no queden en el olvido. Pero me entra la duda. Por ejemplo, como también dije al principio, sabemos que este tipo de mala gestión se ha producido en otro tipo de yacimientos que no son castros. Sería bueno que se ampliara la investigación a otros.
Por otro lado, siguen sin aparecer piezas. Algunas de ellas no son fíbulas, o pequeños fragmentos de cerámica, sino estructuras habitacionales completas, como las de Llagú, que han desaparecido. Estaban destinadas a ser remontadas en otro lugar para hacer una réplica del castro que había sido destruido por la cantera. No parece algo que sea fácil de perder ¿Verdad?
Es un tema sin resolver, como digo, pero del que gracias al esfuerzo de arqueólogos y Administración, creo que al final se resolverá casi por completo con el tiempo. Ahora bien ¿Son las únicas piezas que han desaparecido de esos yacimientos? Sólo una gestión transparente y realmente revisada por las autoridades competentes puede acabar con este problema.