Una de las tribus de las que tenemos información en la Asturia cismontana, es decir, la que está al sur de la Cordillera Cantábrica es la de los Bedunienses. Aparecen en inscripciones epigráficas y se tiene más o menos clara la ubicación de su capital, Bedunia. Vamos a ver qué información nos ha llegado de este populus astur.
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Una capital que aparece en las fuentes
Bedunia fue un sitio conocido en la Antigüedad. La primera referencia que nos llega a través de las fuentes, en este caso la epigrafía, es a través de los termini augustalis 1 (estelas pétreas que marcan los límites) de los prata de dos unidades militares apostadas cerca de su territorio, la Cohors IV Gálica, gracias a la cual también tenemos información de una Civitas Luggonum en la actual provincia de León y la Legio X Gémina que sabemos que estaba en Rosinos de Vidriales. Los prata, eran los prados que abastecían a la unidad militar en torno a su campamento y limitaban con los territorios de la civitas Beduniense.
Debemos suponer, que con la instauración del sistema de civitates tras la conquista, a cada una de ellas le corresponderían una serie de territorios que podemos pensar que tienen su origen en los territorios de las tribus prerromanas que los controlaban antes de la conquista. Seguramente Roma mantuvo, en cierta medida, y sobre todo para no crear un polvorín en los nuevos territorios conquistados, los viejos límites, cuando le era favorable a sus intereses.
No obstante, la propia existencia de los prata de las unidades militares, suponen una alteración de esos territorios en buena medida, por lo que hay que ser prudentes a la hora de establecer los límites de los pueblos astures antes de la conquista.
En cuanto a las fuentes escritas, la primera que la menciona es Ptolomeo, quien sitúa, en el siglo II d.C., a Bedunia , de los Bedunienses, entre Asturica Augusta y Brigeco, la capital de los Brigaecinos. Esta ubicación viene refrendada en el itinerario de Antonino que la ubica a XX millas de Asturica Augusta y pone otras 20 millas hasta la siguiente parada, Brigeco. El itinerario de Barro, o de Astorga, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Oviedo, la sitúa a VII millas de la capital del conventus.
Distancias aparte, lo que está claro es que se trata de una de las ciudades por las que pasaba la Vía de la Plata, que unía Mérida con Asturica y esa es la razón por la que es conocida.
Por los estudios que se han hecho del trazado de esta vía 2, junto con las distancias que recogen los distintos itinerarios, los investigadores actuales ubican mayoritariamente la ciudad de Bedunia en el castro de San Martín de Torres, en la Bañeza.
En el castro, ubicado en las vegas del Órbigo, se ha documentado poblamiento prerromano y una profunda transformación en época romana, probablemente fruto de su posición en esta importante vía de comunicación. La numismática nos habla de ocupación ya en época de Augusto. Cerca de ella además, confluye otra vía romana que se une a la vía de la Plata procedente de Zaragoza.
El lugar es el típico ejemplo de zona habitada desde el primer milenio hasta la actualidad, ya que la villa de San Martín de Torres se encuentra a los pies del castro.
Los Bedunienses
Son varios los autores que catalogan a este pueblo entre los de raigambre céltica3 del noroeste. Para lo que aquí nos interesa, podemos determinar el origen del asentamiento en la época del llamado Soto I, en la primera Edad del Hierro, transformándose entre los siglos V y III a.C.4 Se trata de fortificaciones construidas en adobe, con cabañas circulares de techumbre vegetal, banco corrido, etc. con todas las características del hábitat prerromano astur, pero con materiales propios de su entorno.
Su cultura material presenta, no obstante, grandes afinidades con las de su entorno meseteño. Por ejemplo en el siglo III a.C. se generalizaría una cerámica propia del mundo Vacceo y Celtibérico. En el ámbito de la orfebrería es destacable el famoso «tesorillo» de las Motas, o de San Martín de Torres 5. Se trata de una espectacular fíbula anular hispánica de hilo de oro, que se puede ver en el Museo de León. Por su tipología es idéntica a la del tesoro de Arrabalde. Otros objetos de ese hallazgo son unos colgantes, o «adornos de pelo» que son de más difícil identificación, pero cuya técnica los pone en relación con el ámbito de la Meseta.
Los tesoros de Arrabalde y San Martín de Torres, se han ubicado en un contexto cultural donde se notan las influencias del mundo castreño y el de la Meseta, con cierta influencia mediterránea en su realización. Los dos fueron ocultados hacia el siglo I a.C.
Un gladiador beduniense
Si a la historia de Bedunia la sonríen las fuentes escritas, lo mismo se puede decir de uno de sus habitantes. En el Museo Arqueológico Nacional se conserva una tésera 6, o placa de bronce, que perteneció a la Colección Fernández Guerra y Orbe. La pieza se encontró cerca de Rio Tinto y en ella se puede leer esta inscripción:
CELER.ERBUTI.F(ilius). LIMICUS BOREA. CANTI (filio) BEDONIE (n) SI MVNERIS. TES(s) ERA(m). DEDIT AN(n)O. M (arco). LICINIO. CON (n)S(ule)
(Celer, hijo de Erbutio, natural de la ciudad de los Limicos, dio esta tessera gladiatoria a Borea, hijo de Cantio, natural de Bedunia, el año del consulado de Marco Licinio.)
La datación aproximada de esta tésera es del año 64 d.C. Es importante porque se hace en bronce y este metal sólo se usaba en casos especiales para este tipo de inscripciones, por lo que Borea (apodo más que nombre propio) debía tener mucha fama, habiendo recorrido los más famosos anfiteatros de la provincia. El hecho de que se la concedieran era que había llegado al escalafón más alto al que podía aspirar en su profesión. Además sabemos que era de los primeros que salían a combatir en el espectáculo («provocador»).
La entrega de la tessera le liberaba de su compromiso con el lanista y quedaba libre.
Notas al pie y bibliografía
- Abascal Palazón, J. M. (2008). La epigrafía de los límites de las ciudades romanas de Hispania. Una revisión.
- Alonso, M. A. R. (1994). La Vía de la Plata en León y la vía de León a Asturias: de calzadas romanas a camino de peregrinación a Santiago. Memorias de historia antigua, (15), 249-274.
- Alberro, M. (1999). Los pueblos celtas del Noroeste de la Península Ibérica. Anuario brigantino, (22), 49-70.
- Álvarez, J. L. A. (1986). Panorama arqueológico de los astures cismontanos en la actual provincia de León. Memorias de historia antigua, (7), 7-24.
- de Castro, G. D. (2002). El tesorillo de las Motas (San Martín de Torres, León), nuevo documento para el estudio de la orfebrería prerromana en territorio astur meridional. In Los poblados fortificados del noroeste de la Península Ibérica: formación y desarrollo de la cultura castreña: Coloquios de Arqueología en la cuenca del Navia: homenaje al Prof. Dr. José Manuel González y Fernández-Valles (pp. 211-224). Ayuntamiento de Navia.
- Hornero, A. C., & Hornero, D. C. (2003). Los espectáculos del anfiteatro en Hispania. Iberia. Revista de la Antigüedad, 6, 57-70.
