En el viaje que hice a finales del año pasado por la ruta de la Plata, una de las paradas obligatorias era Emérita (Mérida). Fundada en en el año 25 a.C. por Publio Carisio, legado de Augusto para completar la conquista del norte de la Península Ibérica en el frente astur, sirvió para asentar a los «eméritos», es decir, soldados licenciados, de la Legio X gémina y la V Alaude, que participaron en el Bellum Asturum dentro del contexto de las guerras contra cántabros y astures.
Probablemente ya existiera un pequeño asentamiento antes de esta fecha. El lugar está en uno de los vados del Anas (Guadiana), junto a la desembocadura de uno de sus afluentes, el Albarregas, siguiendo un patrón de fundación de asentamientos militares en la confluencia de ríos (Castra Legionis / León, por ejemplo). El paso era fundamental en la vía que se dirigía por el sur a la Bética. Hacia el Oeste se ubica a la misma altura más o menos que Olisipo (Lisboa), con la que estaba comunicada. Allí desembarcó Carisio a su llegada a Hispania a combatir en el frente contra los astures.

En el plano se puede ver el trazado en insulae de una colonia típica romana. En la parte derecha se encuentran los tres lugares de los que voy a escribir en este post, y que son los que visité de vuelta a Asturias. El anfiteatro romano (edificio circular al este), el teatro romano, el semicircular a su lado, y en el lugar que ocupa el pequeño edificio al norte del anfiteatro, hoy se ubica el Museo Nacional de Arte Romano. Quizá en esta imagen de Google Earth lo veis mejor.

Os cuento lo que vi.
Contenidos
El Anfiteatro romano de Mérida
Creo que el primer anfiteatro que vi en mi vida fue el Coliseo de Roma y el siguiente el de Pompeya. Desde entonces he visto algunos más en Hispania y la Galia, y creo que cada vez que piso la arena de uno de estos lugares siento una mezcla entre asombro, admiración y tristeza. En el de Emérita me pasó lo mismo

Una curiosidad. En torno a él había una calzada empedrada que servía para comunicar el conjunto. En ella se conservan elementos como éste. Leímos que se trata de un «limitador de velocidad», pese a que me pareció el típico «paso de peatones» como los que vi en Pompeya. Aquí la finalidad era que los carros no transitaran demasiado rápido en una zona peatonal esencialmente.

Hoy nos maravilla la arquitectura de estas construcciones, pero no dejan de ser lugares donde para la diversión de las masas, y la propaganda del Estado, corrió la sangre, generalmente de los menos favorecidos, pero también de profesionales que alcanzaron fama y gloria, como fueron los gladiadores.
El lugar forma parte de un conjunto arquitectónico que se erigió aprovechando una colina en la que se excavó el sistema de gradas de ambos edificios y que sirvió para el apoyo de las estructuras. Este se construyó a finales del siglo I a.C. (año 8 a.C.) al lado del teatro de la ciudad. Ambos formaban parte del mismo proyecto constructivo. Estuvo en uso hasta el siglo IV d.C.

Está relativamente bien conservado. quizá en este aspecto me gustó más el de Itálica, donde se nota menos el efecto de las reconstrucciones posteriores, y sobre todo la arena está mejor excavada que en Mérida.
Tenía una capacidad para 14000 personas y cumple todos los requisitos del tópico sobre estos lugares. Aquí se podían ver luchas de fieras, gladiadores, prisioneros (¿habría algunos astures del frente norte hasta que fueron más útiles en las minas?…) y más adelante cristianos. De hecho en la actualidad se realiza un via crucis en él, en recuerdo de los mártires que acabaron aquí sus días (algo común a otros anfiteatros, incluido el Coliseo que os mencionaba antes).
Sus dimensiones dan idea de que se trataba de un anfiteatro acorde con la importancia de una capital de provincias, la condición de Emérita como capital de Lusitania tuvo su relevancia manifestada en la construcción de estas edificaciones públicas, que más al norte y noroeste ya escasean (estoy pensando en el pequeño anfiteatro de León) o ni siquiera aparecen.

Tiene una longitud de 126 metros x 102 y planta elíptica. A los lados del eje central más largo se ubicaban las puertas de acceso. Todavía hoy se puede bajar por ellas a la arena, siguiendo el lugar por donde transitaban aquellos que se la jugaban en ella.

Os dejo una galería con algunas fotos más.






El teatro romano de Mérida
Se accede directamente desde el anfiteatro, con el que estaba comunicado, formando un conjunto de ocio para los habitantes de la ciudad.
La historia de este edificio comienza en el 16 a.C. momento en el que empieza a ser edificado bajo el mecenazgo del general Marco Vipsanio Agripa, el general encargado de rematar la conquista del norte, y de mal recuerdo entre los cántabros.

Cuando lo estudiamos en la Universidad nos dijeron que en él se puede ver la técnica constructiva que estableció para este tipo de edificios el gran arquitecto Vitruvio. Es un teatro romano canónico, con planta latina. Las gradas tenían una capacidad para 5800 personas, el escenario alcanza los 30 metros de altura.
Tenéis que imaginarlo completo, con estatuas de dioses y héroes en la columnata del escenario. El mármol brillante, luces y gente sentada llenando las gradas.



Os dejo esta imagen de una representación actual, que hombre, es una sobrada respecto a la época original del teatro, sobre todo en iluminación, pero da una idea de lo que tuvo que ser este sitio.

En la actualidad el teatro está en uso, sobre todo en las noches de verano, el momento ideal para asistir a una representación aprovechando el frescor del anochecer.

El teatro tiene su «backstage», donde se aprecian los restos de varias estancias, pasillos, etc… (echad un vistazo a la galería de fotos) necesarios para el desarrollo de las representaciones. Más atrás tenía un pequeño jardín cuadrangular y un espacio en el que se colocaron imágenes de los emperadores, con una de Augusto en la parte central del que no se conoce demasiado bien el significado, quizá una zona de culto imperial.

Os dejo una galería con algunas fotos más:









Saliendo del complejo teatro-anfiteatro está el Museo de arte romano.
El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida
En realidad el museo es la manifestación actual de una institución con 175 años de historia. En principio era un museo local, que debido a la cantidad y calidad de las piezas recuperadas en la vieja colonia lusitana creció hasta alcanzar un ámbito de museo arqueológico que se encontraba en otro lugar. Tiene una página web bastante completa que os recomiendo ver antes de visitar el sitio.
El edificio actual es de 1986 y es obra de Rafael Moneo. Sinceramente me pareció espectacular. El uso de las proporciones del arco de triunfo de Trajano en la ciudad como referente para la gran galería central, hace que entres en un espacio luminoso y limpio, donde a veces da la sensación de vacío, hasta que recorres las distintas estancias y te das cuenta del extenso patrimonio que atesora.
Os recomiendo la zona de los mosaicos, que es impresionante, además colocados de forma que se pueden apreciar los detalles de estas obras de arte que de otra manera sería muy complicado por las dimensiones. En él hay piezas e inscripciones que originalmente estaban en el teatro y el anfiteatro. También elementos de la vida cotidiana, y estelas funerarias como la que os comenté en este otro post.

En la parte inferior tiene una reconstrucción de una domus y algunas secciones más super interesantes para comprender la vida en la colonia romana. Lo dicho, tenéis que visitarlo.

Os dejo una galería con algunas imágenes. Espero que os haya gustado este pequeño recorrido








