Ayer asistí online a la conferencia a cargo de José Ignacio San Vicente González de Aspuru, que tuvo como tema central una de las villas romanas más tempranamente documentadas en Asturias.
La villa de Puelles se excavó por primera vez en 19281 cuando se detectaron los restos de lo que parecía un sistema termal de una villa romana. La reciente publicación del trabajo Villae romanas en Asturias, es la punta del iceberg de una serie de investigaciones que se están llevando a cabo en distintos asentamientos de este tipo en la región, y que no han sido debidamente estudiados durante las últimas décadas, dejándonos huérfanos de un conocimiento necesario para comprender la evolución del mundo astur tras la ocupación romana.
De esas villas romanas surge, por ejemplo, una clase terrateniente que va a ser la protagonista en los distintos momentos históricos que suceden cuando cae el imperio romano.
Nos habló de la fundación de la villa en el siglo I d.C. y que tuvo una permanencia durante varios siglos llegando al VI d.C. Durante todo es periodo sufre diversos cambios en su estructura, reaprovechamientos y reedificaciones. Fue muy interesante la perspectiva de estos asentamientos como lugares poblados en tiempos de paz, tras la caida del imperio, por gentes de clases bajas, que la vuelven a abandonar en cuanto hay un peligro y se trasladan de nuevo a las fortificaciones en castros, etc… hasta su total abandono.
Es una suerte que haya sido bien estudiada, a principios del siglo XX, y que esté en condiciones de volver a serlo, ya que no se abrió totalmente el perímetro del yacimiento. Lo que se ha estudiado es el complejo termal principalmente.
Se trataba de un asentamiento agrícola ubicado en las proximidades de una vía que la unía con la actual Gijón, que sería el punto por el que salían las mercancías probablemente. Estos asentamientos producían para el Estado principalmente, que necesitaba suministros para la frontera de Germania. Una vez que cae el imperio pierden su condición de centros productores cayendo en declive, aunque mantienen el poder en el medio rural en donde se ubican.
La villa de Puelles es quizá un ejemplo paradigmático ya que desde que se excavó parcialmente a principios de siglo no se ha vuelto a tocar. Asentamientos como la Villa de la Estaca en Les Regueres, están poniendo sobre la mesa la necesidad de que se siga investigando en este sentido. La villa de Veranes en Gijón es un buen ejemplo del potencial cultural, pero también económico y turístico de estos yacimientos.
La fundación ha organizado diversas conferencias sobre protohistoria astur y época romana que ya os comenté en la página como ésta de Narciso Santos Yanguas sobre la Estela de Grases que tan buen sabor de boca nos dejó.
Ya los castros nun son fuente de riqueza por que nun s’escavan nin se ponen en valor.
Más perras pa los castros ya menos pa las villas.
¡PUXA ASTURES!
Esi ye el problema d’Asturies, que nun sabemos mirar llonxe. Nun te quedes curtiu, pidi más perres pa excavar toos los yacimientos.