Se trata de un análisis exhaustivo 1 de 36 inscripciones funerarias de época romana en Asturias que el autor considera fundamentales debido a su complejidad y singularidad. Todas ellas fueron encontradas dispersas en el territorio por lo que son atribuibles tanto a grupos galaicos, astures y cántabros.
Su marco cronológico está comprendido entre finales del siglo I y el III d.C. aunque el autor ya avisa de que su datación es compleja y difícil y considera que podrían encuadrarse en un momento en torno al siglo II d.C. al que parecen corresponder la mayor parte de ellas.
La pertenencia a diversos complejos culturales, de tres «etnias» distintas, hace precisamente que su interpretación sea también complicada en conjunto. No obstante el grupo seleccionado presenta una serie de características comunes que las han hecho ser seleccionadas para este trabajo y que sean denominadas «oicomorfas». Todas ellas representan o hacen referencia a una casa o a la techumbre de la misma.
Santos Yanguas divide el trabajo en cinco capítulos comenzando en el primero por «Los ejemplos más significativos». Se trata de 12 inscripciones que constituyen el grupo más representativo de la tipología analizada. Completa este capítulo con el segundo «Otras estelas oicomorfas del oriente de Asturias, y el tercero con el de «monumentos afines».
Cuando se emplea el término monumento se refiere a que en muchas de ellas aparece el término «monumentum» en los epitafios. Son monumentos funerarios erigidos en tierra para la honra y memoria del difunto o difunta. Los rasgos del finado aparecen representados en algunas ocasiones de forma tosca, pero se percibe una clara intención de mantener su recuerdo.
Por cierto, una curiosidad. Ninguna de estas estelas ha sido encontrada en una necrópolis, ni «in situ», por lo que su carácter, aparentemente funerario, debería ser confirmado aún por la arqueología.
El conjunto se complementa con el capítulo cuarto con «Estelas antropomorfas y su relación con las oicomorfas» y el quinto «Otros monumentos similares de época romana».
El autor propone que en base a la profusión de este tipo de estelas, por ejemplo entre los vadinienses, y otras caracerísticas, pudiera tratarse de un rito indígena que fue objeto de un sincretismo religioso en la época romana y que gracias a ello se pudo perpetuar en este periodo.
En ellas se representan elementos como los solares, de amplia tradición indígena. Cree Yanguas que podría estar hablándonos de la inmortalidad o del más allá.
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