Siguiendo la serie de visitas organizadas por la institución bajo el título «Salirse del margen y acercarse al objeto», pude asistir a la que se realizó en relación a los cascos del Picu Las Torres . El encargado de explicar a los asistentes estas excepcionales piezas y su descubrimiento fue el arqueólogo del Museo, Ángel Villa Valdés.
Creo que la mayor parte de la información que os puedo contar de la visita está ya publicada en el enlace que os dejo en el párrafo anterior. No obstante, siempre se aprende algo de sus exposiciones.
Son varias las noticias que vamos a tener respecto a estas fantásticas piezas. La primera es que se espera que salgan ya en breve las primeras publicaciones sobre su estudio y el contexto en el que se hallaron. Creo que vamos a descubrir un montón de información que no se encuentra en las páginas de la prensa generalista.
Otra gran noticia, a medio plazo es que seguramente el museo tenga una vitrina dedicada a este periodo del final de la Edad del Bronce del que cada pieza descubierta tiene un valor incalculable por lo extraño y escaso de su número.
Entrando en información específica sobre los cascos, todo apunta a un uso ritual más que funcional de estas maravillas. Es sorprendente escuchar que son piezas únicas, de las que no hay apenas paralelismos formales, aunque sí técnicos en Europa, y de repente en una cueva asturiana tengamos dos. No son obra del mismo autor, ya lo comentamos. La explicación de Ángel en este sentido es clara, están relacionados formalmente pero su técnica es distinta. A simple vista ya tenéis una pista de cuál aguanta mejor el tiempo. Respecto a los remates cilíndricos se consolida la hipótesis de que sirvieran para sostener cuernos.
Una visita demasiado corta, como todas las de Ángel, en la que expone con mucha claridad y prudencia lo necesario para que saliéramos con una idea lo más correcta posible del alcance que tiene este descubrimiento.
