
Esta mañana fueron presentados ante medios y autoridades estas dos magníficas piezas de la Edad del Hierro. Conocidas ya como los cascos de Ribadesella, me atrevo a decir que son las nuevas joyas del museo en este periodo de nuestro pasado. Se trata de dos cascos de bronce encontrados en una cueva en el entorno del Picu las Torres en Ribadesella
Hallazgo y estudio científico
Encontrados a finales de 2020 junto a restos cerámicos y material óseo, han permanecido en el museo para su restauración y estudio. Según comunicó la institución los cascos fueron conocidos gracias al aviso de un ciudadano anónimo. En el proceso fueron trasladados a las instalaciones del Laboratorio de Microscopía Electrónica y Microanálisis del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas donde se realizó un estudio de sus componentes. Según dijeron «la Consejería promovió de manera inmediata al hallazgo las preceptivas actuaciones técnicas para caracterizar arqueológicamente el yacimiento, determinar las medidas de protección adecuadas e iniciar el estudio exhaustivo de las piezas tal y como fueron recuperadas, así como su posterior limpieza y restauración atendiendo a criterios de mínima intervención y máximo respeto al original.»

Las piezas, pertenecen al grupo de las realizadas sobre una placa de bronce a la que se añaden encajes simétricos para penachos laterales o cornamenta como dijo A. Villa en su presentación. En la parte superior están rematados con apliques, que en cierta manera recuerdan a las conteras de los puñales de antenas. La composición de estos remates es de bronce fundidos en bronce plomado y fijados mediante remaches, y están decorados con bandas repujadas.

Son muy antiguos, probablemente de finales de la Edad del Bronce y principios de la del Hierro, por lo que dicen los expertos, en torno al siglo VII a.C.

Qué podemos saber de estas piezas
A pesar de que en un principio se pensó que podían estar relacionados con el ámbito funerario lo cierto es que los huesos asociados a estas piezas no muestran una relación temporal aunque todavía están en estudio. Posiblemente estamos ante una nueva cueva ritual similar a la de La Cerrosa, aunque de un periodo más antiguo, donde se producen prácticas religiosas orientadas a mundo de las creencias durante periodos muy prolongados en el tiempo. Los cascos, aunque de factura similar parecen haber sido fabricados en distintos periodos, aunque los estudios son aún preliminares y habrá que confirmar más detalles a lo largo del tiempo.

Su descubrimiento pone en evidencia que debemos seguir prospectando el mundo subterráneo como un lugar importante en el que se producen las manifestaciones religiosas en el Cantábrico.

También nos habla claramente de élites guerreras en el espacio cantábrico al comienzo del periodo castreño lo que parece ir desdibujando la visión de poblaciones igualitarias en el territorio. Esperamos la próxima publicación de las conclusiones de la investigación.
Os dejo unas fotos y al final el vídeo del descubrimiento. Están en la segunda planta (cultura castreña) en la vitrina de la Espada de Sobrefoz





