Ya os comenté que la oportunidad de visitar dos yacimientos clave del occidente de Asturias (el otro fue Cabo Blanco) de la mano de uno de los arqueólogos que mejor conoce la cultura castreña de esta parte del territorio era una oportunidad única. La jornada de Arqueología y divulgación que vivimos el sábado no defraudó.
Organizada por la Lliga Celta d’Asturies, consiguió reunir a más de 40 personas en la entrada del castro de Mohías, en el concejo de Coaña, a las 12 de la mañana. Adultos, niños y jóvenes, que son una muestra de que nuestro patrimonio de la Edad del Hierro es un tema que interesa si se sabe enseñar bien, y para ello contamos con la dirección de Ángel Villa Valdés, que no sólo transmite conocimiento, sino también entusiasmo, como ya os dije en otras ocasiones con motivo de sus conferencias.

Nos acercamos al castro desde otra perspectiva a la que es habitual. En vez de seguir el camino habilitado por el Ayuntamiento, transitamos por un sendero que posiblemente fuera más parecido al trayecto por el que se accedía en su momento al asentamiento. Cuando ves la pronunciada pendiente, los restos de parapetos y te encuentras con una posición de ventaja estratégica respecto al atacante, entiendes por qué los arqueólogos creen que esa era la entrada natural al recinto.

Porque Mohías no es un lugar que no siga el canon de poblado fuertemente defendido, sino que me recuerda a los asentamientos casi circulares como Saa, o Viladonga en Lugo, donde en medio de un territorio esencialmente llano se levantan poblados con una potencia defensiva importante. Mohias aprovecha en lo posible la orografía para tener una mínima ventaja en un territorio llano de por sí, la rasa costera de la Asturias occidental. Y no es casualidad. En varias ocasiones en la jornada hablamos del miedo como factor clave en el levantamiento de estructuras defensivas en la Edad del Hierro.

Porque Mohias es previo a la llegada de los romanos, algo que ya nadie discute, aunque los restos que veis en las fotos sean del último periodo de ocupación (hasta el siglo II d.C.) pero esos muros se levantaron en el momento de primer poblamiento del sitio en la Segunda Edad del Hierro.
Tuvimos oportunidad de hablar de mantenimiento de un bien BIC y de cómo parece que hay buenas perspectivas para los castros del concejo de Coaña, tanto a nivel de conservación como de estudio. Esperamos con ansia que se materialicen pronto, ya que precisamente este asentamiento es uno de los ejemplos de que es necesario intervenir y sobre todo, documentar y publicar, los castros de Asturias desde una perspectiva diferente.

Creo que tanto niños como mayores disfrutamos del recorrido y exprimimos al arqueólogo a preguntas (siempre es buen síntoma), que por otro lado estuvo encantado de responder.
Nos hizo un recorrido diacrónico desde las primeras excavaciones a los nuevos proyectos para el asentamiento. Hablamos de consolidación, de métodos de excavación y de lo necesario que es conocer tanto el poblado como el paisaje. Un todo que quizá en el futuro alcancemos a comprender, pero para el que es inevitable que la Universidad y la Administración pongan de su parte.
Hacía tiempo que no iba a Mohías, creo que varios años, y me sorprendió lo distinto que estaba de cuando yo lo había visto. Su estado actual es de un cierto abandono en el sentido de que la vegetación lo tiene invadido. Soy de los que tuve la suerte de verlo despejado, y es evidente que es más sencillo de entender. Ves mejor todo el conjunto y entiendes dónde estás. Aún así, nos comentaban que hace meses el estado era mucho peor, como recordaréis.

Como os decía al principio del post, una oportunidad de oro para descubrir uno de los olvidados (en mi opinión) de los asentamientos castreños del occidente, quizá porque la sombra de Coaña es larga (y merecida), pero que seguro que en el futuro nos va a sorprender. Estaremos al tanto para contaros.
Información de interés.
-Castro de Mohías en Castrosdeasturias.es