La pieza de la que os hablo en este post es uno de esos objetos arqueológicos que podríamos calificar de «segundón». Eclipsada por la fíbula de Lancia, no todo el mundo conoce esta pequeña pieza que se encontró en los alrededores de León, poniendo de manifiesto el grado de penetración de estos objetos en la Asturia cismontana.
Esta pieza, que actualmente se puede ver en el museo de León, fue encontrada a orillas del Torío1, uno de los ríos que pasa por las afueras de León. El lugar del hallazgo se encuentra próximo a la desembocadura del río en el Bernesga, del que es afluente. Se barajó la posibilidad de que en el lugar se hallara una necrópolis, de la que no hay noticias, y que la pieza corresponde al enterramiento de un guerrero de entre los siglos IV y I a.C., que es el momento al que corresponde la tipología de estas fíbulas. De hecho por la forma y decoración se ha especulado con un momento de fabricación cercando al cambio de era.
Descripción de la pieza
Como podéis ver, se trata de una fíbula de caballito con jinete, de tipo celtibérico, del que se ha perdido el pasador y el resorte. A pesar de lo que veis en la imagen, apenas tiene 3,5 cm de altura (a mi me fue imposible hacerle una foto decente en el museo).
Se fabricó en bronce, fundido, y posteriormente se le aplicó una decoración con buril, un troquelado que repite unos motivos presentes en toda la protohistoria peninsular, los círculos concéntricos. Muy típicos de estas fíbulas y de otros objetos tanto al norte como al sur de la cordillera, e incluso fuera de nuestro país. El jinete lleva casco. El bronce tendría un color brillante y dorado, lo que haría que esta pieza resaltara sobre la vestimenta de quien lo portaba, siendo un elemento de prestigio.
Completa sería similar a esta de la necrópolis de Centenares en Guadalajara, depositada en el MAN.
¿Una necrópolis celtibérica al lado de León?
Creo que una vez un seguidor de mis redes sociales me decía que el lugar donde se levantó el campamento de la Legio VI ya estaba ocupado por un castro astur. Le comenté que no tenía noticias al respecto y que me parecía muy improbable. Sin embargo, un poco más al este, en la Candamia sí que está demostrada la existencia de un asentamiento indígena.
En los años 50 del siglo pasado, Jose María Luengo2 hablaba de la existencia de un castro en la Candamia. Estaría ubicado en una zona donde luego se levantaría el conocido (y excavado de nuevo recientemente) castro de los Judíos. Los restos arqueológicos prerromanos de este asentamiento consisten en una fíbula de arco de tipo lateniense y varios fragmentos de cerámicas pintadas celtibéricas que se encontraban en la colección Sánchez Cañón. Me pregunto si no tendrían más que ver con el mundo Vacceo que con el celtibérico que es quien directamente influyó a la cultura astur cismontana en este periodo.
El Torío pasa bajo la Candamia por lo que si hubo una necrópolis en la zona donde se halló la fíbula, es de suponer que ambos lugares estarían relacionados. La gran pregunta es, ¿qué hace un poblado vacceo o celtibérico en el corazón de León si es un territorio totalmente astur?. La respuesta quizá es más sencilla de lo que parece.
El ámbito de distribución de las fíbulas de caballito y jinete alcanza la mitad de la provincia, e incluso en la Asturia transmontana tenemos dos ejemplos de fíbulas de caballito, aunque de factura más arcaica que las que veis en este post (la de Caravia y la de la Campa Torres). Por tanto, la presencia de una fíbula (sin necrópolis confirmada arqueológicamente), no es suficiente para demostrar la existencia de un poblado vacceo (se diferencian entre otras muchas cosas en que estos presentan necrópolis y los astures de momento no, que sepamos). Por otro lado la presencia de cerámicas pintadas no es inusual en los castros leoneses, alcanzando incluso algunos al occidente de la provincia. Por tanto, me parece muy aventurado adscribir culturalmente un poblado por una fíbula de arco (que las hay en todo el noroeste), unas cerámicas pintadas y una fíbula de caballito que, como por ejemplo en Lancia, que es plenamente astur, es perfectamente posible encontrar.
El mismo lugar fue ocupado por la Legio VI seguramente con el objetivo de vigilar los accesos por el vado que cruzaba el río (hoy Puente Castro) que llevaba al lugar donde estaba acantonado el grueso de la unidad militar. El campamento que luego con la Legio VII dio lugar a la ciudad de León.
Por tanto, se ha constatado la ocupación de este lugar entre los siglos III a.C. y el XIII d.C. lo que lo situaría entre los de mayor perduración de toda la península. El yacimiento se ha protegido y estudiado, de hecho contó con una buena inversión por parte de la Junta y del Ayuntamiento, que es propietario de varios terrenos en el que se se asienta.
Es un lugar que, a medida que se excave, puede reescribir la historia del poblamiento en la actual ciudad de León y alrededores, si bien, las investigaciones se centran sobre todo en la historia judía del lugar.
Notas al pie y bibliografía
- Luengo, J. M. (1983). Lo celta y celtibérico en la provincia de León. In Homenaje al Prof. Martín Almagro Basch (pp. 161-172). Ministerio de Cultura.
- Pérez, J. S. L., & Álvarez, J. L. A. (2000). Excavaciones en el poblado del Castro de los Judíos, Puente Castro, León. Campañas 1999-2000. Lancia: revista de prehistoria, arqueología e historia antigua del noroeste peninsular, (4), 221-230.
Gracias Topolina por toda esta interesante información. Por cierto, en ese lugar de la Candamia, al lado del rio Torio que mencionas en tu post, existe actualmente un formidable parque.
Pues sí, me encanta ese sitio al lado del río, sobre todo cuando aprieta el calor 🙂
Muy interesante. La desconocía, y eso que viví al lado de donde apareció…