
En territorio de la Asturia Trasmontana hay también estelas discoideas. Una de las conocidas es la de Duesos, una pequeña localidad del concejo de Caravia, no muy lejana al Picu’l Castru excavado por Aurelio de Llano en 1917. Su decoración en forma de entrelazados nos resulta muy familiar en el mundo castreño astur. Actualmente se puede ver en el lugar donde se encontró.
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Historia de su descubrimiento
Se trata de una de esas piezas, como la de Grases, que se encontró en las inmediaciones de una iglesia. En este caso en la de Santiago, en Duesos. Se hallaba enterrada en el suelo junto a la puerta de la sacristía, y probablemente ya se conocía de su existencia antes de las tareas de reforma de la iglesia en 1928, que es cuando se documenta por primera vez como demostraron Alberto Fernández Suárez y Alejandro Miyares Fernández en un imprescindible trabajo1 sobre esta estela.

En 1985, como cuentan los dos autores que notifican su descubrimiento, el párroco les indica el lugar donde se encuentra y se pone en conocimiento de la Comisión Diocesana de Patrimonio. Se procedió a su extracción y limpieza, ya que se había empleado cemento en algunas partes para unir los fragmentos y colocarla en su posición en la puerta de la sacristía. Es curioso, que en el cemento se intentara seguir la decoración original por medio de incisiones sobre la pasta aún sin fraguar

Lo demás es historia, ya que se erigió en su posición actual y ahí se puede ver aún protegida por una vitrina transparente que permite observar su decoración por todas sus caras.
Morfología de la estela
Os encomiendo al magnífico artículo citado en la bibliografía para obtener detalles más técnicos sobre la pieza e intentaré completar los datos aportados en el momento del descubrimiento con informaciones posteriores. Por los fragmentos conservados, que fueron modificados para utilizarse en la factura de la iglesia, se ha especulado con que se trata de una estela discoidea de decoración geométrica, y además es anepigráfica.
Los fragmentos se corresponden al «fuste» y a la parte inferior central del disco superior. La estela original tendría una altura próxima a los dos metros, con un disco superior cercano a los 75 cm, es decir, se trataría de un «monumento» imponente, creado para destacar en el paisaje.

La piedra empleada para la estela es cuarcita y el repertorio de representaciones gráficas es totalmente concordante con el del ámbito castreño, desde el mundo galaico hasta el oriente de los astures. Entre estos últimos tenemos otras estelas que fueron decoradas siguiendo la misma técnica de bajorrelieve, como la de Valduno, en pleno centro de Asturias, de factura similar o el fragmento de arenisca encontrado en Llagú.

En ambos casos la decoración parece corresponder con una factura inicial anepigráfica posiblemente de época indígena, pero posteriormente utilizada en época romana. En la de Duesos no se ha conservado inscripción alguna. Además, a diferencia de las otras estelas astures, se ha conservado la decoración en cada una de las cuatro caras de la misma, siempre con motivos geométricos que encontramos en otros yacimientos castreños como os digo.
Funcionalidad
Pues todo depende de la cronología. Desconocemos la función original de estas estelas en época prerromana. Se las ha asociado siempre con el ámbito funerario. En el caso de las del centro de Asturias, como la de Valduno, queda perfectamente refrendada por el campo epigráfico que se añade a la misma. En las últimas décadas se ha especulado con que fuera un añadido posterior 23, es decir, una reutilización y que en origen tuviera otra función, quizá como hito señalizador de un territorio, o alguna finalidad de culto que no alcanzamos a entender.

La simbología solar de la misma, así como los entrelazados, que se repiten de forma sistemática en todo el ámbito astur trasmontano, constituye una posibilidad más en este sentido.
Lo que está claro es que en época romana tienen una función plenamente funeraria4, que en el caso de la de Duesos, parece haberse perpetuado curiosamente en el tiempo ya que fue encontrada en el terreno de un antiguo cementerio de la localidad (sin más pruebas de que haya sido reutilizada en tiempos recientes como lápida, lo interpretaremos como algo casual, asociandola sobre todo a la reutilización de piedra en las iglesias).
Notas al pie y bibliografía
- Suárez, A. F., & Fernández, A. M. (1987). La estela de Duesos, Caravia. Boletin del Instituto de Estudios Asturianos, 41(124), 1035-1054.
- González, J. M. (1949). La estela de Valduno. Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 3(7), 3-43.
- Pozo, A. S. (2021). La Estela de Valduno: un testigo pétreo a caballo entre dos mundos. La Piedriquina: Anuario, (14), 42-47.
- Yanguas, N. S. (2017). Estelas discoideas y mundo funerario en la Asturias antigua. Panta Rei. Revista digital de Historia y Didáctica de la Historia, 11, 41-57.