En alguna ocasión hemos hablado de lugares de culto en época castreña. Poblados que por su distribución espacial o por una serie de características morfológicas parece que responden más a un lugar de «peregrinación» más que a un asentamiento típico. Pero insistentemente aparecen en los yacimientos, a medida que se excavan en una extensión mayor, algunas edificaciones a las que es evidente que se les dio un uso diferente. Es la que vamos a ver ahora.
Imaginaos que los habitantes de un castro desplazan dos piedras de varias toneladas de peso y las ubican en el interior de un poblado. En torno a ellas construyen una pequeña cabaña castreña, de planta redonda y cubierta vegetal. El suelo del habitáculo está a un nivel inferior del suelo exterior, algo que no es extraño en el ámbito galaico, aunque tampoco frecuente. Pudo haber tenido una escalera de acceso. Además las dos grandes piedras tienen grabados de la Edad del Bronce, muy frecuentes en la zona, que cuenta incluso con un túmulo en las inmediaciones de la entrada del castro. En ella no hay objetos de la vida cotidiana, pero a cambio hay una cista de piedra con una piedra grabada. También encontraron una pequeña cuenta de variscita. Mucho que contar para un sitio que debió ser bastante expoliado.
Viendo todo esto pensaríais que es una edificación especial ¿Verdad? El equipo que lleva estudiando estudiando este asentamiento (Fortes & Hervés Asociados) también lo cree así. No es un caso único. Por ejemplo, si visitais el castro de O Muiño do Vento, en el Museo del Mar en Vigo, veréis una extraña cabaña con tres betilos púnicos en su interior. Una especie de altar. En Elviña lo mismo, y también hay una terraza en Monte do Facho en la que hay edificaciones en las que se documentaron estelas dedicadas al dios galaico Berobreo, que serían básicamente el mismo tipo de estructura. ¿Hay un patrón en este tipo de edificaciones? Pues lo parece ya que en todos los casos son cabañas circulares conteniendo un objeto pétreo de culto (estela, betilo o piedra con grabados).
Hasta ahora son al menos cinco de estas construcciones detectadas en castros de muy diversa clasificación lo que hace pensar que pudo ser un fenómeno más extendido de lo que pudiera parecer.
No creo que debamos confundir estas cabañas con aquellas en las que los afloramientos rocosos forman parte de la infraestructura. Como esta de Sanfins que, de todas formas, muestra un trabajo intenso de cantería en la misma.
¿Podría suceder algo parecido en los castros astures?. Podría, pero yo sería prudente a la hora de hacer ninguna afirmación. A día de hoy no se conoce algo similar en castros astures, aunque no hay nada que lleve a pensar que no fuera posible. Excepto Llagú ninguno ha sido excavado por completo y no se documentó nada similar en él. Además, cuenta con un nivel romano que probablemente arrasó el castro antiguo por lo que es imposible afirmar nada semejante. La única respuesta a esta pregunta nos la va a dar el tiempo, a medida que se excave más en castros astures, pero podría ser una referencia a la hora de decidir dónde intervenir.
Por último me surge la duda de quién mantendría el lugar. Quizá fuera algo de todo el poblado, o quizá era de parte de él. En torno a la cabaña se documentan al menos 20 crisoles de fundición. ¿Puede ser un lugar especial para un sector dedicado a la metalurgia entre la población, lo mismo que en Muiño do vento para aquellos que se dedican al comercio? Es un hallazgo fascinante sin duda.
Si queréis saber más de esta edificación os recomiendo el fantástico artículo de Manuel Gago en Culturagalega.org donde encontraréis más detalles y fotografías de la misma.
