cuevas
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Estamos ante una nueva época dorada de las cuevas (la frase no es mía), es cierto. Pero me gustaría reflexionar sobre el significado de los últimos y sorprendentes hallazgos arqueológicos en las simas asturianas, y el alcance que pueden tener en la investigación. Todo ello para poner en contexto las noticias que os voy trayendo sobre ellas y con el objetivo de acercar al público general la importancia de los mismos.

El punto de partida. ¿Dónde están los muertos?

El mundo funerario en el ámbito de los astures es uno de esos agujeros negros de la arqueología que va a tener que resolverse, sí o sí, a base de prospecciones y excavaciones. La ausencia de necrópolis, a diferencia de pueblos vecinos como los vacceos o vettones, hace que no tengamos el registro arqueológico fundamental que nos proporcionan los ajuares funerarios, al menos para conocer a una parte de la población castreña, la de las élites.

Y el problema no es menor ya que no es sólo que no tengamos el registro material que acompaña a los contextos funerarios de las sociedades protohistóricas, sino que su ausencia condiciona el concepto que tenemos de esas sociedades. Por ejemplo, durante mucho tiempo se ha postulado que las sociedades castreñas eran igualitarias, o lo que es lo mismo, que no hay unas élites que dejen constancia de su presencia en el registro arqueológico, lo cual es una excepción en prácticamente toda la Europa occidental en la Edad del Hierro, e incide en una visión, un tanto sesgada, de atraso de estas sociedades respecto a la civilizadora Roma.

Las cuevas, una nueva línea de investigación

Todavía es pronto para afirmar que los depósitos funerarios en cuevas son la forma que tenían los pueblos astures de la Edad del Hierro de enterrar a sus muertos, pero lo que está claro es que las cuevas formaban parte de ese ritual, al menos de algunas personas, probablemente destacadas por distintos motivos, de esas sociedades.

En las cuevas que se están investigando en territorio asturiano tenemos ya una cierta perspectiva de lo que está pasando. Por ejemplo en la cueva de la Cerrosa 1 aunque perteneciente al mundo cántabro orgenomesco, podemos imaginar que en este, como en otros muchos aspectos, guardaría similitudes con el mundo astur, los restos óseos pertenecen a una persona perteneciente a una posible élite militar.

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La panoplia que se presentó a los medios contenía objetos de prestigio de una élite guerrera, al menos cuatro lanzas (de las que habitualmente se suelen encontrar una o dos, como mucho), un puñal de filos curvos, fíbula y cinturón de una factura exquisita, y probablemente cara, etc.

El mundo funerario protohistórico en las cuevas. Una nueva frontera para la arqueología astur
Panoplia de la Cerrosa. Fotos: Alfonso Sánchez (yo mismo), Dibujos. Alis Serna

En la excavación se documentaron también otros restos humanos, pertenecientes a mujeres jóvenes de un periodo aproximado del 500 a.C. Aquí ya no hablamos de un guerrero, sólo tenemos evidencias óseas de su presencia en la cueva, aunque en un contexto difícil de esclarecer ya que los restos aparecen en posición secundaria desperdigados por la pendiente.

Otra de las cuevas en las que he tenido la oportunidad de excavar ha sido en la de la sima de la Sobia, donde los individuos, también de un periodo similar al de la Cerrosa, es decir, el cambio de era, aparecen en un contexto de conflicto. La presencia de numerario habitual en el pago de tropas romanas alimentó la teoría de que se trataría de una persecución y posterior ejecución de tres individuos astures. Los nuevos hallazgos de este año ofrecen un dato desconcertante, entre ellos hay un infantil, que a la espera de la datación, puede alterar la primera interpretación.

El mundo funerario protohistórico en las cuevas. Una nueva frontera para la arqueología astur
Restos óseos del individuo infantil de La Sobia, Teverga. Foto: Fanjul Peraza

Si estos dos hallazgos que os cuento están relacionados directamente con el final de la Edad del Hierro y el cambio de era, podemos decir que en el ámbito de la Edad del Bronce tenemos documentado el mismo proceso. De los hallazgos antiguos el más llamativo quizá sea el de Fuentenegroso2, entre Peñamellera alta y Llanes, en la sierra del Cuera. Se trata del cuerpo de una mujer en un periodo entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. El contexto, el mismo, una sima estrecha y angosta. Se puede visitar en la sección de las edades de los metales en el Museo arqueológico de Asturias.

El mundo funerario protohistórico en las cuevas. Una nueva frontera para la arqueología astur
Croquis de la cueva de Fuentenegroso y foto con la restauración y escenificación del enterramiento realizada por C. Álvaro Chirveches, G. Trancho y B. Robledo. Ver bibligrafía

Recientemente se presentaron en este museo los famosos cascos de Ribadesella. Se comentó que habían aparecido algunos restos óseos, entiendo que humanos, que todavía no han sido presentados. Desconozco si corresponden en el tiempo con los cascos, pero éstos fueron datados en el mismo momento histórico que Fuentenegroso, es decir, el final del Bronce y principios del Hierro.

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Por último este fin de semana os hablé de los tres individuos que descubrió el grupo Llabor en la cuova’l Gatu de Grado, ya en el centro de Asturias (quizá el más occidental hasta ahora). Estos más antiguos, aproximadamente del 1500 a.C. es decir, en el Bronce Medio, pero en un contexto muy similar a los que se encuentran en la Sobia 1500 años después, o en la sierra del Cuera.

El mundo funerario protohistórico en las cuevas. Una nueva frontera para la arqueología astur
Restos óseos de La cuova’l Gatu. Foto: grupo Llabor. en Lavozdeltrubia.es

Sólo os hablo de los más recientes y cito el de Fuentenegroso como una referencia por lo completo de los restos, pero hay más, no muchos, es cierto, y se han perdido por el camino otros cuantos. Por ejemplo en la Andina, en el occidente de Asturias, siempre se comentó que se habían encontrado restos humanos en las cuevas, que fueron saqueadas en el siglo pasado sin tener más información sobre su época, ajuar, si es que lo tenían, etc. También en otros casos como el de Valdediós , Villaviciosa, 3 se habló de unos cráneos procedentes de una sima, que se calificaron como asturienses en un primer momento, pero que tras un análisis crítico del descubrimiento se puso de manifiesto que probablemente eran de la Edad del Bronce en adelante.

Implicaciones de esta nueva visión

En este post lo que quiero es plantear una visión global de los distintos hallazgos que se están produciendo. Si bien os decía que estamos lejos de poder afirmar que el depósito en cuevas de restos humanos es la forma de enterramiento de los astures, lo cierto es que podemos afirmar casi con seguridad que las cuevas jugaron un papel funerario y ritual desde el Bronce hasta el cambio de era, según estos hallazgos arqueológicos. No entro en la valoración de su uso en épocas posteriores, perfectamente documentado con la misma finalidad en la época de la ocupación germana del área cantábrica.

En este sentido me gustaría hacer una puntualización. Cuando encontramos restos de un individuo como el de la Cerrosa, en el que algunas de las piezas que porta nos sugieren que puede ser «un romano» (puñal, cinturón, fíbulas…) y luego en otras cuevas, por ejemplo de Cantabria, encontramos los restos de un individuo que puede ser «un visigodo» (puñales, casco, etc…), pero en realidad ambos comparten el mismo «ritual» de depósito en una sima, ¿no estaremos en realidad ante individuos indígenas que adoptan elementos de la cultura material predominante en el momento de su muerte?. Para eso hay una respuesta, y es el análisis de isótopos de estroncio, obtenidos de las dentaduras de los individuos. Con ellos sabremos realmente si esa persona es local o foránea. (Están en estudio, así que pronto tendremos noticias).

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De ahí la importancia de obtener restos humanos de ese periodo. No conocemos mucho, por no decir casi nada, de los individuos que vivieron en el Cantábrico en este periodo. Los restos humanos encontrados hasta hace apenas cinco años eran poquísimos. Lo que estamos viviendo en la actualidad con las cuevas en Asturias es una verdadera revolución en este sentido.

Estamos al principio de todo esto (fijaros que varios de estos yacimientos que os cuento están siendo estudiados todavía e incluso faltan publicaciones, que llegarán en los próximos meses) y todavía es muy pronto para sacar conclusiones sobre una población con un número tan reducido de individuos, pero la esperanza es que a medida que se prospecten más cuevas encontremos más restos, y podamos ir completando el puzle que nos permita conocer a nuestros antepasados de la Protohistoria. Con ellos vienen ajuares si, tan espectaculares como los cascos de Ribadesella, o el puñal de la Cerrosa, pero sobre todo por la información relativa a la procedencia, parentesco respecto a otras etnias peninsulares ya bien documentadas gracias a las necrópolis, qué comían, por dónde viajaban, tenían unos conocimientos medicinales que les permitían tratar enfermedades y curar heridas, etc… Eso es lo verdaderamente importante.

Como os decía al principio, estamos ante una nueva era en la investigación y va a ser fascinante, y espero seguir involucrado en ella como hasta ahora para contárosla en primera persona 😉

Notas al pie y bibliografía

  1. de Luis Mariño, S., Gancedo, M. L. S., & Peraza, A. F. (2021). La panoplia de finales de la IIª Edad del Hierro de la sima de La Cerrosa-Lagaña (Suarías, Peñamellera Baja, Asturias).¿ Un conjunto asociado a las Guerras Cántabras?. Complutum32(1), 141-165.
  2. Barroso, R., Ramírez, P. B., Mayor, J. C., & de Balbín Behrmann, R. (2007). Fuentenegroso (Asturias), un enterramiento del Bronce Final-Hierro en el marco de las comunidades atlánticas peninsulares. Pyrenae, 7-32.
  3. HOYOS SAINZ, L. (1947 ): «Antropología prehistórica española» en «Historia de España» dirig. por R. Menéndez Pida!, t. l.

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