Hacía tiempo que tenía ganas de visitar este yacimiento del atlántico gallego situado a pocos kilómetros de Baiona, Pontevedra. Se trata del castro de Barcalla o As Pinceiras, también conocido como «Pedra Moura»1 o «O Crasto dos Mouros»2. Forma parte de la red de asentamientos situados en los alrededores de la ría, de los que ya había visto un ejemplo notable en O Facho, Alcabre, el propio castro de Vigo o Chandebrito. E incluso se ve desde aquí el Monte Galiñeiro con su famosa estación de petroglifos de Auga da Laxe. Poco a poco voy completando esa nómina de castros y comprendiendo la idiosincrasia de un lugar tan especial debido a su posición geográfica.
El acceso a Pedra Moura es sencillo. Carretera secundaria y luego una cómoda pista forestal hasta la entrada del yacimiento que os recomiendo hacer andando dejando el coche lejos del castro. Cuando llegas te encuentras un poblado que aprovecha un saliente en la ladera de la que lo separa un profundo foso defensivo. No tiene unas dimensiones extraordinarias, pero se puede distinguir una croa y un barrio un poco más abajo, cerca del camino que aprovecha el trazado de otro foso defensivo probablemente.
El paisaje de granito y bosque de esta parte de Galicia alcanza aquí una belleza singular. En la parte inferior se encuentra la piedra que da nombre al castro. Una formación granítica de varios metros de altura sobre la cual hay varios podomorfos y una cazoleta con canal. A su lado se inscribió una cruz, probablemente medieval o quizá más reciente, pero sin duda ajena a la composición antigua.
Asociadas a este castro hay varias leyendas de las que no he visto referencias documentales más allá de aparecer en varios posts por diferentes blogs345. Una dice que bajo este castro había un túnel que llevaba directamente a la fortaleza de Baiona, visible desde él. Es una leyenda recurrente en castros de todo el noroeste peninsular.
– Se dice que estas huellas son de un buey…
– Que debajo de esta peña hay un tesoro…
– Que desde aquí partía un túnel hasta la plaza de armas del Castillo de Baiona…
– Que había una bella mujer rubia que aparecía peinándose con un peine de oro sobre la peña todas las mañanas al amanecer, y cuando se sentía observada desaparecía y no se volvía a ver hasta el día siguiente…
-Que hay una cobra encantada
El poblamiento de este lugar es muy antiguo. En las excavaciones de 2008 se documentaron restos de un castro de la transición del bronce al hierro sobre una estación de petroglifos que corresponden a la Edad del Bronce, quizá un asentamiento también. No es de extrañar que aprovecharan la excelente disposición de este lugar. El carácter sacro proporcionado por los petroglifos, unido a esta circunstancia, conduce a un castro que alcanza la segunda Edad del Hierro, con las cabañas redondas de paredes de piedra y techumbre vegetal.
Dentro de una de ellas se encuentra una piedra de grandes dimesiones, parece desentonar con el suelo de la cabaña y en ella no hay una puerta definida, o al menos en el recrecimiento de los muros no la han dejado. Probablemente el acceso se hacía «bajando» al interior.
Las cabañas del sector inferior que quedan a la vista parecen formar parte de un conjunto doméstico. La más grande, de 5 metros de diámetro tiene unas paredes de menos de medio metro de espesor, quizá una vivienda de una sola planta. La que está al lado tiene unos muros muy gruesos en comparación con su diámetro. Podría ser un almacén o taller, quizá de dos alturas. No tiene sentido ese espesor en las cabañas tan pequeñas si no es para soportar un peso adicional.
En general tiene buen aspecto. La musealización de 2008 lo acondicionó bastante bien, pero parece descuidado. En plena campaña estival le hacía falta una buena siega, teniendo en cuenta que las dos veces que fui había visitantes en la zona. Los paneles no se leen porque el sol los ha blanqueado casi totalmente.
Pero como digo, se puede visitar y es accesible con calzado cómodo y sin muchas dificultades. Por cierto, no piséis las estructuras de las cabañas. Parece una chorrada pero en cada castro que visito me encuentro a un guaje o no tan guaje subido a ellas.
Os dejo una galería con algunas fotos más de este lugar en el que se siente una magia muy potente, en serio. La moura cuida de este sitio todavía, parece que más que las administraciones públicas.
Bibliografía
- Rodríguez Lemos, A. (2016) Experiencias de recolleita de microtoponimia. Recollendo con comunidades de montes: Comesaña, Mañufe, Baíña e Santa Baia de Donas. Academia Galega. ↩︎
- Lesering, S.L.(2006) Síntese do patrimonio arqueolóxico dos montes veciñais. Vacaloura. Boletín do Proxecto Natureza Viva, nº4 ↩︎
- https://www.descubrecadadia.com/2019/02/castro-de-pedra-moura.html ↩︎
- https://valminorarqueologico-etnografico.blogspot.com/2007/07/el-folclore-de-los-yacimientos-del.html ↩︎
- https://www.galiciamaxica.eu/galicia/pontevedra/comarca-de-vigo/gondomar/castro-pedra-moura-barcalla-painceira/ ↩︎
