La prensa informaba ayer de los resultados preliminares de la campaña arqueológica de cerca de un mes que se ha llevado a cabo en La Mortera bajo la dirección de Juan Muñiz y Alejandro Sánchez.
En la noticia que os enlazo se menciona que «consiguieron destapar gran parte de una cabaña prerromana de tres metros de diámetro, en cuyo interior todavía hay restos de ceniza, en una zona de la construcción dedicada a preparar los alimentos para su consumo.»
Vienen a complementar los hallazgos de 2022 en la que se documentó parte de una muralla en cuyas inmediaciones se obtuvieron dataciones entre los siglos V a.C. y II d.C. lo que confirma al Castiellu como un lugar excepcional para estudiar la vida cotidiana de los astures transmontanos en esta parte del territorio, que se encontraría en el territorio de los Luggones.
Los trabajos de esta campaña, a la espera de la publicación pertinente, son esperanzadores. La excavación ha permitido situar esta construcción en las inmediaciones de la muralla y es de esperar que haya más en las proximidades, como es lógico.

Se trata de las edificaciones típicas del territorio centro oriental de la Asturia transmontana, es decir, zócalo de piedra (como se puede ver en la fotografía en la parte izquierda) en el que se insertan postes verticales que sostienen un entramado de varas a las que se les aplica un manteado de barro. Precisamente la noticia dice que se han documentado las improntas de ese entramado (es decir, las huellas de ese entramado de varas que quedan en el barro que se les aplica para impermeabilizarlas). Es un vestigio arqueológico interesantísimo ya que permite averiguar información sobre la técnica de construcción de estas edificaciones. Por último la techumbre estaría realizada con una cubierta vegetal, similar a la de nuestras cabanas de teito.
Lo único que no me encaja de lo expuesto en esta información es que el tamaño de esta edificación es de tres metros de diámetro y eso significa que es realmente pequeña. La media de estas edificaciones es variada pero en aquellas en las que se ha demostrado que son realmente viviendas, el diámetro es de en torno a seis metros. Parece más que una vivienda, una edificación auxiliar, quizá un pequeño taller destinado a metalurgia o al tueste del grano, lo que compatibilizaría las evidencias de fuego con la presencia de restos de alimentos (si no los hay no entiendo por qué dice que era un hogar para cocinar), pero bueno, es una noticia en la prensa, no un informe arqueológico.

En cuanto a la muralla sería interesante saber si se trata de una de módulos o de otro tipo ya que es uno de los vestigios más importantes que se pueden encontrar en un castro. Su construcción ofrece información sobre el tipo de sociedad que la habita y el carácter público de estas infraestructuras aporta una visión de conjunto de los que poblaron el asentamiento que otros restos no permiten identificar.
Trataré de obtener más información sobre este asunto y os iré contando en este mismo post y en redes sociales.