Se trata de uno de los mayores proyectos de estudio del CSIC de las infraestructuras hidráulicas de la gigantesca explotación minera romana. Bajo el nombre de «La zona arqueológica de Las Médulas y su red hidráulica», dirigido por Javier Sánchez-Palencia y Almudena Orejas, analiza la importancia de la fuerza del agua en la explotación. Se investigó la densa red de canales con el objetivo de comprender su importancia así como documentarlos para facilitar su protección.
De los resultados más relevantes del proyecto se puede destacar por ejemplo que se han establecido por primera vez dataciones de C14 directas de los trabajos mineros. Hasta ahora las dataciones de las Médulas se habían establecido en relación a las de los poblados que las rodean. Se ha determinado que se trabajó en los siglos I y II d.C.
Se pudo establecer también la secuencia de explotación de los tres sectores de los que consta esta enorme infraestructura. Por ejemplo, en Las Valiñas, que es el sector más grande se trabajó en 28 fases diferenciadas. Cada una de esas fases empleó sistemas como el ruina montium responsable el última instancia de la peculiar apariencia del paisaje.
En la fotografía que he creado para esta entrada podéis ver, gracias a Google Earth una perspectiva no demasiado habitual de la explotación desde el aire para ver la magnitud de la intervención humana en el paisaje.
Por otro lado, en la documentación de la red hidráulica se han reconstruido 781Km de recorrido, del que no todo está visible. El LiDAR ha ayudado en esta tarea. Hay tramos que se han perdido para siempre, pero a cambio se han documentado otros que gozarán de especial protección.
La investigación sigue abierta, sobre todo en lo relativo a conocer cuál era el entorno botánico y el clima de las Médulas en el siglo I d.C.
