toponimia
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Os traigo un artículo reciente1 que afronta la utilización de la toponimia tradicional como medio de investigación arqueológica, y que pone e manifiesto entre otras cosas, la dificultad de obtener una información veraz y precisa en este sentido, debido a la ausencia de publicaciones específicas que se puedan consultar en la prospección.

Ya en la introducción mencionan un pequeño recorrido por el uso de la toponimia en la búsqueda de lugares arqueológicos en el medio rural. Por desgracia es un factor al que no se presta atención adecuada desde los sistemas de cartografía y publicaciones a nivel institucional (mapas del Instituto Geográfico Nacional por ejemplo), donde la recogida de este tipo de datos es o deficitaria o errónea en la mayoría de los casos.

Lo cierto es que, como dicen los autores, la toponimia es un puente entre la oralidad los textos y la materialidad. Estoy completamente de acuerdo con esa afirmación de que «cada topónimo es el producto de un consenso desarrollado dentro de una comunidad» (trad. del aut.)

La oralidad porque la propuesta surge del discurso de la comunidad que mora en dicho territorio. Esa oralidad queda reflejada en los textos, las fuentes escritas, donde por cierto en la mayoría de casos sufre su distorsión. A cambio, gracias a los textos de distintas épocas referidos a un lugar concreto podemos atisbar la evolución del topónimo y llegar a determinar si tiene una pervivencia en la actualidad.

En este punto, el peligro es el comentado, cuando queda reflejado por escrito en un documento actual como es un mapa cartográfico una toponimia errónea o mal interpretada.

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Castro de San Chuis. Google Earth

En el trabajo analizan sobre todo esa evolución en las fuentes con los distintos documentos que recogen información sobre la parte del camino francés en el concejo de Allande / Ayande (para los despistados os hablo de la zona del castro de San Chuis, que estudian en este artículo, y que es una muestra de cómo el castro pierde toda referencia toponímica a su emplazamiento arqueológico y sin embargo zonas aledañas se llaman el castro, etc…

Todos los que realizamos prospecciones en busca de nuevos yacimientos revisamos la toponimia oficial y este artículo precisamente pone de manifiesto dos cosas: la primera que debemos tomar con extrema precaución los datos que aparecen recogidos, y segunda que es fundamental que se preserve la tradición oral respecto a la micro toponimia local.

Os pongo un ejemplo reciente. En el caso del castro de Olloniego que os presenté hace unas semanas, el mapa topográfico nacional no muestra ninguna información respecto al nombre del lugar, pero a cambio, la cantera que hay en este sitio se llama «Cantera de Peñales». Investigando sobre el lugar descubrí que la cantera pertenecía a un tal «Peñanes» que además era propietario de la cercana cantera de Valmurián. El Mapa topográfico recogió como válido el topónimo corrupto para esta cantera y no hace referencia a ninguno tradicional. En entrevista con el propietario del terreno, nos confirmó que la zona se llama de «solapeña», en referencia al promontorio de caliza en el que se encuentra. Cuando publicamos el hallazgo se pusieron en contacto con nosotros varios vecinos para decirnos que el lugar se llama «la Peñona». Como veis, es difícil establecer una denominación exacta para el lugar, aunque creo que debe prevalecer la mayoritaria de los vecinos. Seguimos investigando aún para darle el nombre correcto al asentamiento.

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Volviendo al estudio, precisamente del concejo de Ayande hablan de una «historia ficticia» desde la etimología toponímica, donde se ha reconstruido en tiempos modernos el origen del nombre desde una perspectiva errónea basada en un escaso análisis de la toponimia tradicional recogida en las fuentes.

Es, en definitiva, un artículo interesante para todos los que nos interesamos por el estudio de la toponimia, y para valorar su validez en la investigación arqueológica. Es necesario incorporar al proceso de investigación la recogida oral de la micro toponimia del lugar, así como su evolución histórica en las fuentes.

Notas al pie y bibliografía

  1. Menéndez Blanco A. y Álvarez-Balbuena García, F. (2022) «O papel da toponimia na reconstrución das paisaxes históricas: exemplo arredor do Camín Francés na Asturias Occidental». En Os camiños de Santiago de Europa a Galicia. Lugares, nomes e patrimonio. Academia Galega. Santiago de Compostela. pp. 583-607 https://doi.org/10.32766/rag.404.24

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