El proyecto puesto en marcha por el CSIC a través del INCIPIT de Santiago de Compostela está dirigido por David González Álvarez, quien con un equipo de 12 personas está excavando en zonas de pastoreo de las Fuentes del Sil, en La Cueta, Cabrillanes. Allí, el equipo interviene en una cabaña que fue ocupada en época tardoantigua, hace unos mil trescientos años.
“Se preservan los restos arruinados de su muro perimetral, un pequeño conjunto de fragmentos cerámicos semejante a piezas recuperadas en enclaves coetáneos de Zamora, así como los restos de un hogar repleto de carbones, cuyo análisis nos habla del aprovisionamiento de combustible leñoso para calentar esa estancia. En las proximidades de esta cabaña, la prospección superficial desvela trazas tenues de antiguos cercados para el ganado, además de otras cabañas. En los próximos días, los trabajos se ampliarán con prospecciones geofísicas, trabajos de teledetección con drones, y nuevos sondeos que serán excavados en estructuras no exploradas hasta el momento. Lo que pretendemos es recomponer pasajes clave en la biografía cultural de estas montañas lo cual nos ayuda, en definitiva, a reflexionar sobre cómo los paisajes de Babia fueron modelados por el pastoreo a lo largo de la historia hasta dar forma, en buena medida, a su configuración actual”, avanza David González Álvarez.
Las tareas consisten en analizar diferentes estructuras utilizadas por pastores desde hace milenios en estas zonas. Se han hecho sondeos en más de una veintena de estructuras (brañas, corros, etc…). Se han detectado enclaves utilizados en la Prehistoria reciente, con 6000 años de antigüedad como en Las Verdes, en Torre de Babia y otros de época medieval en torno al siglo X. Esto pone en evidencia una larguísima secuencia de aprovechamiento de estos lugares de montaña que, de hecho, aún están en uso en la actualidad por pastores trashumantes extremeños.
Las intervenciones arqueológicas tendrán lugar a lo largo de dos semanas, y el objetivo es establecer un marco temporal para el aprovechamiento pastoril de los pastos de la montaña y cómo ha evolucionado esta actividad. De paso se obtendran datos interesantes sobre cómo se adaptan estas comunidades a los cambios ambientales en este dilatado espacio de tiempo, o en definitiva cómo modifica el paisaje la actividad ganadera.
Ya os hablé de proyectos de prospección e investigación de zonas de alta montaña, y están dando resultados sorprendentes. En el caso del grupo LLABOR se documentaron modelos de ocupación en la montaña asturiana muy similares en cuanto a las largas secuencias de aprovechamiento del paisaje con zonas habitadas durante milenios.
Tendemos a ver estos espacios desde nuestro prisma actual, pero en la Antigüedad estuvieron habitados y aprovechados con cierta intensidad. Ahora la arqueología se está interesando por estas zonas y los resultados son prometedores.
Gracias por la información.
Yo tb defiendo la biografía cultural….