Seguimos rumbo al centro de Bretaña después de dejar Sain-Maló. Nuestro destino estaba cerca, a una media hora de la costa, Dinan.
Tengo que decir que llegamos al atardecer después de pasar el día en la costa asi que decidimos visitar la parte vieja, o alta, que es donde están las casas más antiguas y el hermoso castillo del siglo XV. El castillo es un buen punto de partida para visitar esta zona, con unas avenidas que te llevan directamente al casco histórico que es donde está el ambiente.
El atardecer es una hora perfecta para hacer fotos, con las primeras luces de los restaurantes y locales encendidas, parece de cuento. Para mi es probablemente el pueblo más bonito de los que vimos, aunque al principio la duda la tenía con Locronan, pero luego me di cuenta de que son cosas diferentes.
Dinan es una ciudad entre la mar y el interior, tiene un puerto deportivo que da a la ria en la que se ubica Saint Maló por la parte oeste y Dinard por la parte este, en su desembocadura. Es una ciudad relativamente grande con esas dos zonas turísticas bien definidas, puerto y parte vieja, y su arquitectura es super bonita.
Históricamente presumen de ser el sitio donde Ana de Bretaña se retiró después de la muerte de su marido el rey Carlos VIII
Las casas de fachadas de madera son la tónica dominante, algunas muy antiguas, del siglo XV al XVIII en una mezcla que es muy fácil de apreciar dando un paseo por las calles de los cordeleros por ejemplo. Por cierto estaban restaurando una casa que había sufrido un incendio hace poco, estaban recaudando fondos para poder rehabilitarla, casi había ardido hasta los cimientos. Esto me hizo pensar que estas ciudades hace doscientos años debían ser un polvorín. Me vino a la mente el terrible incendio de Oviedo durante el XIX y ojito, no me pareció cosa de broma.
El paseo se hace super agradable y merece la pena pararse a admirar los rincones que ofrece el barrio antiguo. Nos sentimos tan bien que decidimos quedarnos a cenar por allý probar la gastronomía local.
Fuimos a lo típico y me agradó comprobar como locales y foráneos compartimos la preferencia por las gallettes y en nuestro caso también por los moules (mejillones). Me explico. En Irlanda, incluso en los sitios turísticos, me dió la sensación de que la cocina tradicional estaba un poco como destinada al turista y que la gente de allí además comía bastante mal. Mucha cerveza, fritos, etc, de hecho para encontrar un sitio que pusieran buena cocina tradicional nos costó.
En Bretaña no, la verdad es que en la mayoría de los restaurantes hacen gala de su cocina autóctona y la ponen en valor. Lo mismo con la sidra. De hecho, creo que fue en Dol-de-Bretagne los paisanos de allí estaban tomándose sus tazas de sidra en el típico chigre de toda la vida (no era un sitio turistico para entendernos). Por tanto, lo dicho, es una cocina tradicional muy viva que sigue en alza asi que es un imprescindible, teneis que probarla.
Os dejo unas fotos de este fantástico sitio. Nos fuimos pronto a dormir porque al día siguiente teníamos un buen trayecto hasta la costa de granito y al final se convirtió en el día más largo de carretera de todo el viaje ya que cambiamos la ruta sobre la marcha.
Datos prácticos:
Para los furgoneteros, decir que hay un área de autocaravanas fantástica en la parte de abajo del castillo y que desde ahí se puede visitar la ciudad en un momento, aunque lo mejor es aparcar en el parking del castillo y luego bajar a dormir allí.
Es un buen sitio para probar la cocina tradicional bretona, nosotros paramos a cenar en la Fontaine du Jerzual, un pequeño restaurante en una de las calles que suben desde las puertas de la muralla y la verdad es que es una pasada. Los precios muy asequibles, la comida riquisima y la sidra de lujo, que quereis que os diga, nos gustó tanto la comida bretona que nos trajimos gallettes para cocinarlas aqui, sidra, pastas de mantequilla, etc, etc. no tenemos remedio.
Haré un post sobre la cocina bretona y sus similitudes con la de Galicia y Asturias.
