Este es uno de los interesantes resultados de la última campaña de excavaciones del castro de Viladonga, en Castro de Rei, Lugo. Se trata de una fosa excavada en la roca que contenía una serie de objetos como «fragmentos óseos, carbones, una cadena de bronce, fragmentos cerámicos de la Edad del Hierro, una fusayola y una cuenta de pasta vítrea».
Las ofrendas de este tipo son frecuentes en contextos de época romana temprana en el noroeste. Yo mismo presencié el descubrimiento de una bajo una de las viviendas de Lucus Asturum, fechada en la primera mitad del siglo I d.C. En una intervención posterior apareció otra.
Estas ofrendas se realizaban con un objetivo benefactor para la nueva casa, o los nuevos ocupantes de la misma, una costumbre que se ha documentado incluso hasta época reciente en Asturias como tuve oportunidad de conocer.
Además, en el borde de la misma, apareció la primera moneda de caetra documentada en el yacimiento. Se trata de un as de Augusto que probablemente fue acuñada en Lucus Augusti. Estas piezas, de las que ya hablamos en muchas ocasiones aquí, son monedas destinadas al pago de tropas durante la conquista y posterior «pacificación» del norte y su contexto temporal corresponde con las guerras cántabras. En Galicia hay varias de ellas incluso una de este tipo, por su rareza y conservación fue declarada BIC para que no desapareciera en manos de coleccionistas privados.

Esta moneda sitúa temporalmente la edificación siendo probable que sus habitantes, como bien dice la información de la Xunta de Galicia, vivieran en un entorno de transformación cultural entre el mundo prerromano y romano. Así parece indicarlo la presencia de las cuentas de pasta vítrea que fueron consideradas objetos de prestigio desde casi siete siglos antes al cambio de era.