Cuentas de pasta vítrea del sur peninsular. Museo de Cádiz
Cuentas de pasta vítrea del sur peninsular. Museo de Cádiz

Uno de los objetos más interesantes que te pueden aparecer en una excavación dentro de un castro es la evidencia de que ese asentamiento ha mantenido contactos comerciales. En el caso del objeto del que hablo en este post, nos habla de intercambios de larga distancia y de un comercio que conecta zonas y culturas muy distintas entre sí. En este aspecto me guardo un dato para el final.

Una mercancía que tiene su origen en Egipto

Las cuentas oculadas son pequeños globos de pasta vítrea, que aparecen perforados para ser utilizados como colgantes o formando parte de collares. Su tamaño es muy variable, entre los 5-10 mm de diámetro y en ellas se representa una o varias representaciones de ojos, con o sin una pupila para ofrecer más realismo. Los colores utilizados para fabricarlas son diversos; tonalidades amarillentas y verdosas, los azules intensos, etc. Las más habituales, sobre todo en el Atlántico y el Cantábrico son las variedades azules que incorporan pasta vítrea de color blanco, en círculos concéntricos, creando la apariencia de un ojo, de ahí su nombre. Hacia el siglo II a.C. las cuentas con múltiples ojos sustituyen a las simples.

La pasta vítrea comenzó a fabricarse en el Mediterráneo oriental, en Egipto y Mesopotamia, a partir del III milenio a.C. Su uso se expandiría siglos más tarde llegando al occidente europeo y el norte de África e incluso a China. La cuentas oculadas tienen su origen en Egipto en la Edad del Bronce. Serían los barcos mercantes fenicios los que portaran estas mercancías al centro y occidente mediterráneo en la segunda Edad del Hierro.

Debemos apuntar que estas piezas tuvieron una gran difusión en la península, apareciendo más cantidad y variedad de este tipo de objetos decorativos en las zonas del levante peninsular, mientras que en el occidente y el cantábrico el repertorio es más limitado. En Galicia1 aparecen con mucha frecuencia en la costa atlántica y se relacionan con las factorías fenicias de esta zona desde donde se expanden al interior. Del norte peninsular es la zona donde aparecen incluso algunos ungüentarios hechos de pasta vítrea. Se estima que se comerció con ellas entre los siglos IV y II a.C. La aparición de este tipo de objeto en el interior peninsular se estima entre los ss. V-IV a.C. y en el cantábrico en una fecha parecida.

Presencia en los castros astures

En la Campa Torres2 se documentan al menos 12 cuentas de distintos colores, e incluso algunas con pequeños enganches para formar parte de collares. Aparecen cuentas oculadas así como fragmentos de las mismas. También en el castro de Llagú3 se descubrieron este tipo de piezas y en Moriyón en la ría de Villaviciosa.

Cuenta oculada en mosaico del castro de Moriyón, Asturias. Museo Arqueológico
Cuenta oculada en mosaico del castro de Moriyón, Asturias. Museo Arqueológico

He citado sólo algunos de los ejemplos más destacados en el territorio astur transmontano y precisamente porque responden al tipo de cuentas oculadas de pasta vítrea. Pero las piezas son muy variadas. En los castros del Navia aparecen cuentas aúreas, es decir, de pasta vítrea en la que se intercala una fina capa de oro y que se recubre con otra capa transparente, y de tipo gallonado, con una forma similar a gajos unidos por el centro. Como dije al principio los colores son muy variados. Al sur de la cordillera aparecen documentadas en los castros del occidente zamorano, en la zona de Arrablade y también en la provincia de León en castros en en interfluvio Esla-Cea.

¿Un comercio mediterráneo? Sí, pero por qué vía

En cuanto a su procedencia puede haber dos vías, de nuevo vemos una dicotomía entre astures transmontanos y cismontanos. La presencia de estas piezas en castros costeros en el ámbito cantábrico podría hacernos pensar en un comercio marítimo que, por otro lado estaría refrendado no sólo por este factor, sino por la aparición en la Campa Torres y en Moriyón de tortas de pasta vítrea además de piezas terminadas.

Está sobradamente confirmada la presencia de factorías fenicias y púnicas en el atlántico gallego por lo que podríamos suponer que la vía marítima desde el atlántico podría ser una de las vías de llegada de estas piezas a los castros costeros cantábricos. Sin embargo también cabe la posibilidad de que el sentido fuera el contrario. La vía marítima desde Aquitania, cabotando el Golfo de Vizcaya es también una constante tanto en época romana como en la prerromana, además los vientos son más favorables en la temporada en la que es más sencillo navegar por el Cantábrico. Por tanto, podrían llegar desde el sur de la Galia, donde también aparecen estas piezas y ser transportadas desde allí junto con otras mercancías por la costa norte peninsular de este a oeste.

Por otro lado, en la Meseta se considera que la vía de penetración principal es el valle del Ebro4 y que llegan allí vía Mediterráneo, lo que significaría un proceso de expansión distinto, este desde tierra adentro que quizá es el que explica la presencia de estas piezas entre el Esla y el Cea, mientras que el del occidente de Zamora podría estar relacionado con el comercio atlántico del norte de Portugal y sur de Galicia. La abnundancia de estas piezas en las necrópolis de la Meseta confirma esa estrecha relación con las costas mediterráneas. Desde ahí no es improbable que conectaran con las rutas comerciales con los astures cismontanos.

¿Y si se hubieran fabricado localmente?

Como acabo de apuntar, un factor interesante es que en el castro de Moriyón y en la Campa Torres, ambos pertenecientes al ámbito cultural de los Luggones, hay sendas tortas de pasta vítrea que podrían hablar de la producción local de este tipo de piezas, como se ha sugerido por algunos autores. Es un factor a tener en cuenta que quizá nos esté hablando de una técnica de fabricación de vidrio emparentable con las que se constatan en otros territorios del ámbito céltico centroeuropeo, como en la Galia, donde se reinventa el vidriado en el periodo lateniense a partir de modelos mediterráneos.

Torta de pasta vítrea procedente del castro de Moriyón, Villaviciosa. Museo Arqueológico de Asturias.
Torta de pasta vítrea procedente del castro de Moriyón, Villaviciosa. Museo Arqueológico de Asturias.

En nuestros castros transmontanos lo que percibimos es un patrón de fabricación exógeno, imitando los modelos mediterráneos, pero el hecho de que cuenten con la materia prima de producción de estas piezas es un síntoma interesante de un proceso que sin duda debía estar en marcha en los castros transmontanos, que por otra parte, cuentan con una tradición metalúrgica de una entidad considerable.

Bibliografía

  1. González-Ruibal, A., Rodríguez Martínez, R., & Ayán Vila, X. (2010). Buscando a los púnicos en el Noroeste. ↩︎
  2. Maya, J. L., & Cuesta, F. (1999). Cronoestratigrafía de la Campa Torres, Gijón (1995-1998). Excavaciones Arqueológicas en Asturias 1995-1998, 125-135. ↩︎
  3. Berrocal-Rangel, L., Seco, P. M., & Triviño, C. R. (2002). El Castiellu de Llagú (Latores, Oviedo): un castro astur en los orígenes de Oviedo (Vol. 13). Real Academia de la Historia. ↩︎
  4. MARTÍNEZ, J. F. T., Velasco, A. M., & MARIÑO, S. D. L. (2013). Cuentas de pasta vítrea del oppidum de Monte Bernorio (Villarén, Palencia). Relaciones comerciales en el cantábrico en la Edad del Hierro. Sautuola: Revista del Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola, (18), 133-148. ↩︎

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