Salida de la romería de la Virgen del Castro en 2022. Astorgadigital.com
Salida de la romería de la Virgen del Castro en 2022. Astorgadigital.com
Actualizado: 22 marzo, 2024

La Valduerna es un sitio interesantísimo en numerosos aspectos. Uno de ellos es la abundancia de tradiciones orales conservadas en el territorio. El lugar del que os hablo en este post es uno de los que más importancia tiene en este sentido ya que es el epicentro de un culto mariano que tiene su expresión en el Santuario de nuestra Señora, que a su vez está situado sobre la pequeña colina que alojaba a un castro de la Edad del Hierro. Este no es un post sobre el santuario y la tradición cristiana actual, pero evidentemente haré referencia a ella. Además es una primera aproximación porque tengo pendiente la visita con cámara en condiciones para hacer unas fotos. En la bibliografía os dejo más información por si queréis saber más sobre este sitio. Aquí vamos a hacer una breve caracterización de ambos elementos y una reflexión sobre la funcionalidad de estos lugares sagrados a lo largo del tiempo.

El Castro (Castrotierra) un poblado fortificado de la Edad del Hierro

A las afueras de la localidad de Castrotierra de la Valduerna, en dirección norte, se encuentra un pequeño cerro llamado El Castro, cuya altura respecto al relieve circundante es de unos 30 metros en su mayor cota ( 860 metros sobre el nivel del mar). En su cima se extiende una pequeña explanada que le da ese perfil amesetado característico de estos asentamientos, que tiene una extensión de unas tres hectáreas siendo todo el perímetro del castro de casi seis. Hoy en día destaca la presencia del santuario en este espacio, única construcción que se mantiene, con un cercado alrededor.

Respecto a su primer poblamiento, la presencia de cerámicas recuperadas en las prospecciones efectuadas en él, ponen de manifiesto que el cerro fue habitado entre los siglos VIII y V a.C. que, arqueológicamente para la meseta noroeste, corresponde con el periodo de la cultura del Soto1. Precisamente el lugar está catalogado en el inventario de bienes arqueológicos de la Junta de Castilla y León con una ocupación en la primera Edad del Hierro (segura) mencionando unas prospecciones en 2004 que confirman las referidas por Tomás Mañanes2 y documentadas en este lugar, como cerámica hecha a mano de pasta negra y bruñida, «en ocasiones con decoración en el cuello y en el hombro de los recipientes».

Vista del Castro en Castrotierra de la Valduerna. Google Earth
Vista del Castro en Castrotierra de la Valduerna. Google Earth

Si nos guiamos por las características de este momento de la protohistoria meseteña, bien documentado en el castro de Sacaojos, (que es la referencia para esta zona geográfica de la provincia), Lo cierto es que el castro presenta unas características inmejorables para una ocupación temprana. El relativo aislamiento de otros castros del entorno, la presencia de dos ríos, el Duerna y el Turienzo, en sus inmediaciones y el acceso inmediato a tierras aluviales cultivables, lo debió convertir sin duda en un lugar clave de su entorno.

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En estos castros se documenta una arquitectura castreña de casas de paredes circulares y cubierta vegetal donde los muros de adobe y el tapial constituyen las técnicas constructivas más frecuentes. En muchos aspectos son similares a las construcciones circulares de época castreña en el norte de la cordillera pero realizados con los materiales disponibles localmente.

El Castro en la Segunda Edad del Hierro y posterior época romana

En la tesis realizada por Almudena Orejas3 en los años 90 del siglo pasado, el asentamiento de Castrotierra aparece documentado entre un grupo de castros que no corresponden ni con las actividades mineras próximas y que está alejado de la red de castros prerromanos del entorno, siendo precisamente el más oriental de la Valduerna. Para la autora, la importancia de este asentamiento radica en la posición cercana a la vía XVII «que pasaba prácticamente al pie de la elevación que ocupa el castro» y que efectivamente aparece catalogada como la «Calzada del Obispo» o de «La Virgen». La autora lo califica como prerromano y romano.

El castro quedaría recogido dentro de los del conjunto de ellos relacionados con servicios destinados al mantenimiento de la red de comunicaciones en época romana. Orejas cita en su trabajo a Sáenz y Vélez4 quienes hablan de labores mineras en el entorno de este castro pero que en el momento en que ella lo revisa no aparecen.

Santuario de Castrotierra. Foto Almudena Orejas.
Santuario de Castrotierra. Foto Almudena Orejas.

Por tanto sería un asentamiento de época romana que vigilaría, o serviría de apoyo a la vía XVII que se dirigía a la cercana Asturica Augusta desde San Martín de Torres (Bedunia). Orejas estima su población en base a la superficie interior construida en unas 300 o 400 personas5, lo que lo convierte en un castro de buenas dimensiones.

Sin excavaciones poco más se puede decir, además el espacio habitable del castro ha sido alterado en periodos históricos posteriores por la construcción del santuario del que hablaremos a continuación.

Una leyenda situada en época tardoantigua

Como os dije en la introducción, sobre la superficie habitable del castro se edificó una iglesia que actualmente es la única construcción en el asentamiento. Cronológicamente, la referencia más temprana a este lugar descansaría sobre la tradición de Santo Toribio, obispo de Astorga, en el siglo V d.C. Es una historia fantástica pero llena de contradicciones.

La historia cuenta que los agricultores de la zona, ante una tremenda sequía que duraba siete años acudieron al santo para pedirle consejo sobre lo que hacer. En aquel momento Santo Toribio6 ya no era obispo de Astorga porque había tenido que huir a causa de un conflictivo edicto por el que excomulgaba a todos los obispos que no condenaran el Priscilianismo.

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Los enviados de la Maragatería acudieron al santo quien les indicó que fueran a Castrotierra y transportaran a la Virgen hasta la catedral de Astorga, donde le rezarían durante nueve días tras los cuales la devolverían a su santuario. Parece que la cosa funcionó y las lluvias regaron los campos del sur de Astorga.

Procesión de la Virgen de Castrotierra. Ileon.com
Procesión de la Virgen de Castrotierra. Ileon.com

Las distintas prospecciones realizadas en la zona confirman una ocupación medieval con cerámicas a torno que podrían hacer referencia a momentos bajomedievales-modernos relacionados con el santuario. No es hasta 1557 cuando tenemos la primera constancia documental de esta procesión refrendada con otras noticias a finales del siglo XVI. La iglesia actual es del siglo XVII con sucesivas reformas hasta la actualidad, pero es evidente que tuvo que haber un templo anterior.

La peregrinación, que se celebra tradicionalmente en el mes de mayo, tiene lugar cada 7 años pero puede adelantarse por ejemplo por una sequía o por otros motivos. Se convoca con un consejo de «procuradores de la tierra»7 que son los que deciden su celebración. Cuando se realiza se convierte en un acto multitudinario que llega a reunir a 30.000 personas. Es curioso cómo se refieren en ocasiones a la Virgen, llamándola la Virgen del Agua, etc. poniendo de relieve siempre su carácter milagroso.

Por último reseñar que aparte de proporcionar lluvia a los campos circundantes, la Virgen de Castrotierra tiene también un carácter de sanadora8.

Una reflexión sobre la relación del culto cristiano con el yacimiento arqueológico

Hemos comentado varias veces cómo la ubicación de templos cristianos sobre castros y asentamientos romanos es recurrente en el noroeste, pero también en otras zonas de la Península. Dentro de este esquema habría que distinguir entre capillas y verdaderos santuarios como es este caso o el de Lugás en Villaviciosa, un lugar de culto con el que este guarda muchos paralelismos. En ambos casos se produce una advocación mariana. En ambos casos la Virgen procura el cuidado de las cosechas (Castrotierra) o de los ganados (Lugás). A las dos se les llevan exvotos para la curación de enfermedades. Las dos están sobre un castro prerromano, y también con ocupación en un periodo romano (en Lugás probablemente hubo necrópolis romana).

Aventurar una continuidad entre cultos prerromanos y cristianos es bastante arriesgado. Arqueológicamente es indemostrable a día de hoy. Tampoco que hubiera un lugar de culto en época romana, aunque en estos lugares es donde encontramos en ocasiones algunos de los primeros indicios de cristianismo entre los astures, de la mano del ejército o de las élites rurales hispanorromanas.

Exvotos de Lugás
Exvotos de Lugás

Sin embargo estas manifestaciones de fervor popular, suelen presentar algunos aspectos claramente paganos disfrazados de cultos cristianos en muchas ocasiones. Lo difícil es atribuirlos a un culto romano o prerromano llegado el caso, más aún teniendo en cuenta lo poco que sabemos de las religiones prerromanas actualmente. Los castros son utilizados en ocasiones como cementerios en época tardoantigua y altomedieval y lo son porque en el imaginario popular parece que estos lugares son considerados como «sagrados» de alguna manera. No debemos olvidar esa relación de pertenencia al paisaje, o de apropiación del mismo a través del fenómeno funerario. Son lugares elevados respecto al territorio circundante, con ruinas de los «antiguos» o los «moros», que no dejan de ser ideas similares a las que proyectan en el entorno los túmulos en épocas antiguas. Estos lugares, muy visibles en el paisaje, construidos por gigantes, moras, Vieyas… etc… no dejan de ser elementos funerarios y están realzados de cierto prestigio, como demuestra la elección de estos sitios como lugares de culto cristiano (como la capilla de la Santa Cruz de Cangas de Onís).

En mi opinión es así como estos lugares trascienden el momento de ruina arqueológica para convertirse en lugares de culto. La pregunta es ¿Por qué unos lugares y no otros?

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Bibliografía

  1. Celis Sánchez, J. (2002):” El Bronce Final y la Primera Edad del Hierro en el noroeste de la Meseta”, M. A. Blas Cortina y A. Villa Valdés, Los poblados fortificados del noroeste de la Península Ibérica: Formación y desarrollo de la cultura castreña: 97-126 ↩︎
  2. Mañanes, T. (1984). Protohistoria y romanización en la provincia de León: habitat y cronologias. Portugalia: Revista de Arqueologia do Departamento de Ciências e Técnicas do Património da FLUP4. ↩︎
  3. del Valle, A. O. S. (1996). Estructura social y territorio: el impacto romano en la cuenca noroccidental del Duero (Vol. 15). Editorial CSIC-CSIC Press. ↩︎
  4. Sáenz Ridruejo, C., & Vélez González, J. (1974). Contribución al estudio de la minería primitiva del oro en el noroeste de España. Madrid: Atlas. ↩︎
  5. Arroyo, Á. E. (2011). Los castros del oeste de la Meseta. Complutum22(2), 11-47. ↩︎
  6. Son muy interesantes las tradiciones que sitúan a Santo Toribio en Jerusalem tras vender sus posesiones y volver a la península pasando por Roma. El viaje le lleva a desembarcar en Avilés y atravesar Asturias en dirección a Astorga. Tras las persecuciones de Teodorico II tuvo que volver a refugiarse en el Monsacro en Asturias, donde había dejado algunas reliquias tras su vuelta de Tierra Santa. Evidentemente hay un gran número de anacronismos en todas estas leyendas. ↩︎
  7. Rodríguez Pérez, Francisco Javier (2010); «Diferencias históricas y conflictos en torno a la Virgen de Castrotierra», Argutorio, 24, Asociación Cultural «Monte Irago»,pp. 63-69. ↩︎
  8. Pérez, J. M. S. (2001). Santuario de Nuestra Señora de Castrotierra: peregrinaciones y exvotos. Memoria ecclesiae, (19), 143-156. ↩︎

2 COMENTARIOS

  1. Hola, Fon:

    Relacionado con el agua me viene el recuerdo de que mi madre no nos dejaba bañarnos en el río (Narcea) el 25 de julio, día de Santiago,por algún tipo de superstición cuyo origen desconozco.
    Sabes algo de esta costumbre?.

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