Recientemente se ha dado a conocer una nueva herramienta donde la IA juega un papel interesante en apoyo de la restauración de textos epigráficos incompletos. Se llama AENEAS y, como no, tenía que probarla con algunos textos «clásicos» de la epigrafía astur. Para ello tomé el caso de la estela de Grases, de la que se ha perdido un fragmento que impide saber con certeza cuál es la divinidad a la que se dedica. Vamos a verlo.
AENEAS, prediciendo el pasado.
Sus creadores la definen como una red neuronal generativa para contextualizar textos antiguos. Lo que hace es buscar y recuperar paralelismo en los textos y crear una atribución contextual identificando entradas visuales. Con esos datos proporciona a los investigadores bases sobre las que trabajar en la interpretación de textos antiguos dañados.
De todas formas no es una varita mágica que descifre inscripciones. Es necesario el aporte de historiadores y epigrafistas para exprimirle todo el potencial, como apuntan.
El funcionamiento es sencillo. Basta con introducir el texto (tanto los caracteres que se han conservado totalmente como los parciales, indicando que son dudosos o dejándolos libres para que los restaure) y la IA proporciona una serie de resultados, tanto de atribución geográfica (donde te indica además que parte de la inscripción le proporciona mayor certeza para sus resultados) y también ofrece una propuesta de restauración del texto incompleto.

La probé con la estela de Grases
La pieza tiene una lectura clara y sencilla a excepción de la esquina superior izquierda que está dañada. Se han perdido varios caracteres y se conserva parcialmente uno antes del conjunto OVI.
Desde que se descubrió la pieza como parte de uno de los muros de la iglesia de San Vicente se han dado distintas lecturas a la misma.
La primera la proporcionó Joaquín Manzanares 1. Según este autor la leyenda dice:
[I]OVI / OTABA / LIAENO / LUGGO / NI ARGAN / TICAENI / HAEC MON(UMENTA) POSSUERUNT.
Propuso la siguiente lectura: «A Jupiter Otabaliaeno, los Luggoni Arganticaeni eririgieron estos monumentos».
Interpreta que la letra dudosa es una I y no dice nada de los caracteres anteriores a ella. Literalmente dice «siendo las tres últimas letras de la 1ª línea, claramente OVI, al aparecer ante la O un pequeño rasgo vertical, aunque con leve inclinación, no es verosímil que sea otra palabra que IOVI»
Posteriormente, Diego Santos2 recoge la pieza en su compendio de epigrafía romana en Asturias y proporciona una lectura que, curiosamente, a pesar de ser la más aceptada en el mundo académico, no es la más conocida en la actualidad entre el gran público. El autor propone la lectura que aparece en el catálogo de Hispania Epigráfica.
DUL]OVI / O TABA / LIAENO / LUGGO / NI ARGAN / TICAENI / HAEC MON(MUMENTA) POSSIERUNT(!)
Es decir «A Dulovio Tabaliaeno, los Luggoni Arganticaeni erigieron estos monumentos»
En esta lectura la dedidad a la que se dedica la estela es Dulovio Tabaliaeno. Interpreta que la letra anterior a OVI es una L por lo que la lectura sería []LOVIO. Diego Santos se basó en otra supuesta dedicatoria a DULOVIO que se encontró en Cáceres, pero que actualmente se interpreta como IOVI OPTIMO MAXIMO. Existe un dios DULOVIO entre los galos, le rendían culto en la Galia Cisalpina, donde se ubicaron algunas de las tribus de los Lingones (sí, se parece mucho a los Luggones).
En época más reciente, D. Narciso Santos Yanguas3 propuso una lectura diferente:
[LUGG]OVI / O TABA / LIAENO / LUGGO / NI ARGAN / TICAENI / HAEC MON(MUMENTA) POSSIERUNT(!)
Que se traduciría como «A Luggovio Tabaliaeno, los Luggoni Arganticaeni erigieron estos monumentos».
Considera que el pequeño trazo (como decía Manzanares, ligeramente inclinado) es un fragmento de un carácter que se repite más abajo, la G de LVGGONI. Por tanto debe leerse como []GOVIO
Algo más reciente es la interpretación de Almudena Orejas y de Carmen Fernández Ochoa 4, que plantea una lectura alternativa, descartando que se trate de una dedicatoria religiosa, hasta ese momento opinión mayoritaria de los investigadores, y proponiendo que se trata de una dedicatoria funeraria.
[…]OVI / O TABA / LIAENO / LUGGO / NI ARGAN / TICAENI / HAEC MON(UMENTA) POSSIERUNT(!)
Las autoras interpretan que el carácter parcialmente conservado es la base de una T más que de una I como proponía Manzanares, leyéndose []TOVIO. El sujeto al que dedican la estela, las autoras proponen que sea un [PENT]OVIO TABALIAENO, que sería un personaje prominente entre los Luggoni Arganticaeni, los dedicantes. Consideran que la inscripción no habla de «estos monumentos» sino que es un error del lapicida, y que, basándose en la frecuencia del uso de la palabra «monumentum» en estelas astures y vadinienses, se refiere a «este monumento».
Qué dice AENEAS
Introduje la siguiente cadena en el buscador:
???ovio tabaliaeno luggoni arganticaeni haec mon# possuerunt
El objetivo es que restaure los tres primeros caracteres y que ofrezca una interpretación a la abreviatura MON que se interpreta habitualmente como (monumenta) al concordar en número con HAEC (estos).
Los resultados son los siguientes:
Lo primero es que busca paralelismos en las más de 140.000 inscripciones con las que fue entrenada y el primer resultado es un pleno. Muestra el registro de Hispania Epigraphica que recoge la interpretación de Francisco Diego Santos (DULOVIO TABALIAENO….) con varias decenas de inscripciones más. Es interesante porque abre un espectro de ejemplos que podrían ayudar a la investigación.
El segundo resultado es atribución geográfica. Entiendo que motivada por el resultado anterior, ofrece más de un 90% de probabilidades de que sea de la Hispania Citerior.

Además ofrece un contexto temporal. Mis profesores de epigrafía siempre me enseñaron que una inscripción sin fecha tiene la mitad de valor. En este caso parece que el modelo lo tiene claro, ofrece una fecha entre el 80-90 d.C.

También es algo que más o menos se aceptaba, situándola en la segunda mitad del siglo I d.C. aunque aquí ofrece una interesante precisión.
Por último, respecto a la restauración del texto, el modelo ofrece distintas posibilidades de más a menos fiable. Es interesante comentarlas.
Las cuatro primeras respuestas ofrecen este resultado ENTOVIO TABALIAENO. Parecen concordar con la opción por la que apostaban Almudena Orejas y Carmen Fdez. Ochoa y que descartaba la atribución votiva de la estela en favor de una fórmula funeraria. Se la dedicarían a PENTOVIO TABALIAENO. El nombre Pentovio aparece dentro del grupo de onomástica de Luggones (astures) y cántabros, y Tabaliaeno es otro nombre que aparece por ejemplo en Oviedo con la forma TABALUS.
Entiendo que el modelo ofrece ENTOVIO porque sólo le puse que faltaban tres caracteres como se acepta actualmente.
Me sorprendió otra cosa. Una de las restituciones más completas entre los resultados es:
entovio tabaliaeno luggoni arganticaeni haec mon-mentum de suo possuerunt
Es decir, que sustituye MON() por MONUMENTUM DE SUO, es decir, de su propio bolsillo.
Sólo en sexto lugar aparece un
licovio tabaliaeno luggoni arganticaeni haec monumentum sibi et suis possuerunt
Que se parece al Lucovio Tabaliaeno de Yanguas y que atribuiría esta estela al dios Lug. Además esto cambia el sentido de la estela y la hace probablemente votiva ya que este «sibi et suis» significa «para él y los suyos» (los Arganticaeni).
Conclusiones
Como veis no ofrece un resultado claro sino que funciona más bien como una ayuda para la interpretación de los textos antiguos. También tengo que decir que le puse un ejemplo difícil en el que ni los propios expertos se ponen de acuerdo.
Sin embargo es interesante como ejemplo de la potencia de la IA en cuanto a la restauración y comprensión de textos antiguos y de que vamos a disponer de herramientas potentes en muy poco tiempo que nos van a ayudar a investigar.
Espero que os haya gustado la prueba. Imprimí los resultados de mi experimento en PDF