La plástica de época castreña en el noroeste es muy característica. Tanto que parece que hay un estilo que podemos percibir en la cerámica, trabajo en piedra, metal y probablemente otros soportes perecederos que no han llegado a nosotros.
Se trata de esa decoración típica en bandas paralelas que encierra botones circulares, y que se despliega en forma de entrelazados, normalmente con otras bandas que a su vez encierran otros botones.
La más reciente que os enseñé en la página fue la sítula del castro de Peñales (la Peñona) en la que el patrón decorativo recuerda a algunos modelos típicos del atlántico galaico. La que os traigo en esta ocasión pertenece al castro del Corón de Valdemazán, Ribera de Folgoso, en El Bierzo.
Se trata del típico recinto castreño ovalado que está defendido por un sistema de fosos en su parte norte. Ha sufrido algunos daños durante su historia ya que su superficie se usó para tareas agrícolas y constructivas. Precisamente gracias a ellas es como se descubrió esta pieza. Se ha datado en la II Edad del Hierro, momento de apogeo de esta decoración en la plástica astur.
Se trata de un friso de arenisca que se ha interpretado como la jamba o dintel de acceso a una edificación del castro. Probablemente se tratara de una construcción principal, quizá la puerta a algún lugar de reunión, o de especial importancia para la comunidad. Quizá una cabaña con varias funciones, cultuales, políticas, etc…
Se encuentra desde 1987 en el Museo del Alto Bierzo. Las dimensiones de la pieza son 42,5 x 23x 5, 5 / 30 x 22 x 5 / 21,5 x 22, 5×4 cm.
Este tipo de decoraciones se mantiene hasta el II d.C.
