Hace tiempo os conté que en Asturias tenemos nuestra particular capilla de San Patricio, que se ilumina de verde cada 17 de marzo con motivo de la festividad del santo irlandés. Lo que no mucha gente sabe es que también hay una cueva en el pueblo de Pancar, donde se ubica la ermita, que se llama de San Patricio, como la iglesia.
La consagración de capillas e iglesias a San Patricio en España no es cosa habitual, pero tampoco extraña. De hecho hay cierto desconocimiento sobre ellas, ya que en varias ocasiones me he encontrado con que tal o cual iglesia de San Patricio es la única en España, cuando es evidente que no es cierto. (Añado al final una breve reseña de las iglesias de San Patricio que tengo localizadas en nuestro país).
Empecemos por la cueva, aquí hay una buena historia que contar, porque todo comienza con una leyenda irlandesa.
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La cueva de San Patricio en Irlanda
En Irlanda, en el condado de Donegal está situado el Lough Dergh (el lago rojo), llamado así porque la leyenda dice que en él San Patricio cazó a la última serpiente de la isla (¿el último druida?) y lo tiñó de ese color con su sangre. En este lugar hay una pequeña isla que es conocida como el Purgatorio de San Patricio (Station Island, si buscas en el mapa).
Por resumir (si quieres más información haz click en este último enlace), la leyenda dice que Patricio, harto de que los irlandeses no le hicieran ni caso, pidió ayuda divina, y Jesucristo le desveló que en esa isla, había una cueva donde se podía ver el purgatorio. No hace falta decir que el lugar se convirtió rápido en un destino de peregrinación (lo es hoy día).
Con esta historia comienza la dispersión de las cuevas de San Patricio por medio mundo, posiblemente de la mano de los monjes cistercienses, gracias a la difusión del Tractatus (vuelvo a remitirme al link anterior), escrito por un monje de esa orden.
En realidad las cuevas de San Patricio parecen hacer referencia a lugares apartados donde expiar las culpas y limpiar el alma y la conciencia. Ubicados en sitios rodeados de naturaleza agreste y con un cierto aire de sitio peligroso y eremítico. En definitiva, un sitio apartado donde hacer penitencia. Fueron incluso patrocinadas por monarcas y nobles, como muestra de piedad, (y me imagino que como fuente de ingresos, como cualquier lugar a donde van los peregrinos).
De hecho, y ya nos metemos en Asturias, la aldea de Pancar, está situada en el camino de Santiago, incluso había un hospital de peregrinos en las proximidades, lo que me motiva a creer que el Camino tuvo mucho que ver en esta historia.
Y qué hay de la cueva y capilla de San Patricio en Pancar
Pues parece que antes de la capilla ya existía la cueva, algo por otro lado muy lógico. Mari Cruz Morales Saro cuenta en su Llanes y América, cultura, arte y sociedad, que la capilla de «San Patricio de Pancar tuvo origen en la fundación de una capellanía legada por Gaspar de la Vega Isla, en su testamento . … Se emplazó en una finca propiedad del fundador , llamada Cueva de San Patricio en el sitio del Abariego.»
El indiano, que vivía en Nueva York, era devoto de San Patricio (os recuerdo que allí está la famosa catedral y es donde se celebra el tradicional desfile), y mandó construir en su localidad natal esta capilla en el prado del mismo nombre. Se terminó en 1922, el mismo año en que Irlanda consiguió su libertad.
Desde 2014 tanto la capilla como el torreón medieval de Llanes se iluminan de verde el 17 de marzo, en honor al santo irlandés.
La capilla, que por otro lado es muy bonita, es cada vez más conocida, sobre todo desde 2017 cuando recibió la visita de John Dunleavy, el presidente del Desfile de San Patricio, quien estaba en Llanes acompañado por el gaitero Bras Rodrigo, quien a su vez es presidente de la Asociación Asturiana de Amigos de San Patricio de Nueva York.
Cueva y Capilla van de la mano, leyenda y tradición también, y en este lugar tenemos un punto de unión entre Asturias e Irlanda (pasando por Nueva York de rebote).
Para concluir, recojo este cantar que publicaron el año pasado en la página Bando de San Roque. Parece que se compusieron para la inauguración de la Capilla en las fiestas de San Pedro y San Patricio el 19 de Junio de 1923