Estos días se puede ver en la entrada del Museo arqueológico de Asturias una especie de «vitrina cero» dedicada a la sidra.
Allí podéis ver la mandíbula del individuo de la peña Sobia, Teverga, fechado en el II d.C. y en cuyos dientes se detectaron cristales similares a los de la sidra actual.
También una muestra de cerámicas que se usaban para el servicio y consumo de sidra en los siglos XVII y XVIII. Interesante lo que ha cambiado este aspecto de nuestra bebida nacional en tan poco tiempo.
Ojalá hagan más vitrinas como esta, aunque siempre hay un motivo para darse un paseo por el museo, la verdad. Pasaos a verla.

