El Muro, Teverga. Foto de Asociación Española de Amigos de los Castillos.
El Muro, Teverga. Foto de Asociación Española de Amigos de los Castillos.

Imaginaos que transitáis por las montañas entre Somiedo y Teverga. Un paisaje asombroso de riscos y verdes brañas entre ellos que ofrecen pastos frescos en verano al ganado. El camino es una vieja vía, la de la Mesa, que ya estaba en uso en época prerromana. Quizá la abrieron los primeros pastores neolíticos llevando sus ganados de una forma parecida a como se hizo no hace demasiado.

De repente, en el camino, aparece un muro, sin venir a cuento, una pared recta de trazado lineal que corta la vía. Estamos a 1600 metros de altura y aquí no hay poblados cerca ¿Tiene algún sentido levantar un muro aquí? Seguro que lo primero que te preguntas es ¿Quién lo hizo? y qué provocó tanto miedo a esas gentes para venir aquí a levantar esta defensa…

Las mismas preguntas se debieron hacer los que transitaron por esta zona siglos antes que nosotros, y semejante visión tuvo que generar leyendas locales sobre su fundación. De El Muro no hay fuentes escritas pero afortunadamente se realizaron campañas arqueológicas a comienzos de este siglo que desvelaron datos sorprendentes. Os lo cuento.

Collau de El Muru, Teverga. Se observa la huella del foso en la zona.
Collau de El Muru. Se observa la huella del foso en la zona.

Morfología y estudio

La primera descripción detallada de esta defensa la realizó en 1949 don Juan Uría Ríu que la caracterizó como un sistema lineal formado por un foso y un muro que se extienden más de 120 metros en un estrecho valle en la ruta de la Mesa. Su posición es estratégica en un doble sentido. Por un lado corta el paso por la única vía posible para transitar por la zona y además lo hace en un lugar de fácil defensa ante un atacante que provenga de la Meseta. Por otro lado controla el puerto que da paso a la provincia de León que no está a más de 4 kilómetros.

En 2003 se realizaron las primeras excavaciones arqueológicas dirigidas por Jorge Camino Mayor, con Rogelio Estrada y Yolanda Viniegra 1. Se abrieron unos 200 metros cuadrados de yacimiento que abarcó las defensas y su relación con la vía. Se descubrió que el foso era poco profundo y que la altura del muro conservado llegaba a los tres metros. Tenía cinco metros de espesor.

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Se descubrieron además otros datos interesantes. Por ejemplo que el actual camino no correspondía con el más primitivo que en realidad estaba en la parte baja de la defensa, siendo el que se utiliza hoy en día una apertura posterior que atraviesa las defensas.

Entre el repertorio de objetos descubiertos en la excavación, la mayoría están relacionados con el propio camino. Clavos, herrajes, etc… propios de una vía transitada desde antiguo, tachuelas decoradas de calzado, y como dice XXX «alguna que otra punta de arma arrojadiza». Es decir, nada que delate que en este lugar haya habido una batalla en cualquier época antigua. Tuvo que ser desconcertante descubrir que esta fortificación lineal no haya servido para defender nada. Pero la relación con la vía de comunicación está presente ¿Cuál fue entonces su función?

La vía de la Mesa era una de las dos vías principales de acceso a la Asturia transmontana en época romana. Como digo, ya estuvo en uso anteriormente2. Muy resumidamente podríamos decir que parte desde Asturica y es la entrada en la cordillera desde Torrestío en León y continuaba por la parte alta del cordal de la mesa hasta la Cabruñana para bajar al cauce bajo del Nalón. El trazado de la vía corresponde a los planos de inclinación suaves (menos del 8% generalmente) de las vías romanas de montaña que permiten el tránsito de carros así como ciertas características como un ancho superior a 4 metros en el trazado que se puede identificar en este tipo de vías. Evidentemente con las consiguientes adaptaciones al terreno.

Por tanto ¿Podría tratarse de una defensa levantada por los astures para impedir el avance de Roma hacia su territorio en el norte?3 Sin más evidencias que las arqueológicas no había manera de demostrarlo, por lo que era imprescindible el C14 para datarlas.

El problema era que los materiales susceptibles de análisis fueron muy escasos, por no decir escasísimos. Se pudo obtener una muestra a partir de una semilla descubierta en la estratigrafía más antigua y ofreció un resultado sorprendente, 650-780 d.C.

La fecha no era lo esperado, pero casaba perfectamente con otra fortificación muy similar construida en el mismo periodo en Homón de Faro, en la vía Carisa. La diferencia es que en esta otra zona ya había datos para asegurar que había mucha actividad militar en época romana pero también en el mismo periodo que en El Muro. Podría tratarse de un plan perfectamente organizado.

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Interpretación

El muro, una fortificación astur donde nada es lo que parece

A finales del periodo visigodo o en el momento de la invasión musulmana, aquellos que tenían poder en la zona decidieron erigir esta fortificación en lo alto de la cordillera, en un periodo de alta conflictividad militar. No es una obra al alcance de un poblado cercano, que no lo hay, sino que requiere una organización de cierta envergadura que va más allá de un pequeño señor de la guerra. Se tuvieron que movilizar recursos, gente y sobre todo hubo que alimentar a todo este contingente de obreros y previsiblemente soldados en un periodo corto de tiempo.

Podemos tener claro más o menos lo que trataban de defender, y eran los valles de la Asturias central y centro-occidental. Al fin y al cabo es a donde se dirigen estas vías. Pero la duda es, defenderlas ¿De quién?

Analizando las fuentes de la época junto con las fechas ofrecidas por el C14 dos son los candidatos. Por un lado en el 680 sabemos que el rey visigodo Wamba organizó una expedición de castigo para someter a los astures al norte de la cordillera. La rebelión aparece en la Crónica de Alfonso III, en las versiones Rotense y Ovetense. Curiosamente aparece silenciada en la Historia del rey Wamba de Julián de Toledo. Podría tratarse de un silencio intencionado. Lo cierto es que a finales del siglo VII el norte astur transmontano estaba lejos de haber sido pacificado completamente, pero queda la duda de si se trataba de una rebelión global que exigiera la defensa de dos pasos de montaña con el consiguiente esfuerzo necesario para llevarlas a cabo.

El segundo candidato puede ser el ejército musulmán. En las crónicas aparece una expedición entre el 713 y el 714 que arrasó Lugo y Astorga. En realidad se sale del arco cronológico de las dataciones pero podría estar relacionado con ellas.

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De cualquier forma otro factor que no se puede dejar de tener en cuenta es la ausencia de signos de destrucción del muro o de batallas en la zona. Da la sensación de que no se llegó a usar nunca. Quizá lo que pasó es que ante estas defensas los atacantes escogerían otras vías de acceso al centro de Asturias sin asediar esta zona, y eso nos lleva a la fortificación de Homón de Faro, que veremos en breve, que presenta las mismas dataciones y que, esta vez sí, tiene un horizonte de destrucción en este periodo 4. Es previsible que el acceso de la expedición (visigoda o musulmana) se dirigiera directamente al centro de la región siguiendo la vía Carisa desde Legio, dejando El Muro intacto.

Musulmanes en las Cantigas de Santa María.
Musulmanes en las Cantigas de Santa María.

En conclusión, al igual que en periodos de conflictividad los poblados se fortifican, en este caso asistimos a la fortificación de las vías principales de acceso a un territorio. Las dataciones de estas estructuras demuestran que las vías romanas seguían perfectamente activas en el periodo en el que fueron construidas, siendo los principales accesos a la Asturia transmontana. Queda mucho por saber ya que no hemos respondido a la pregunta de quién las construyó, pero podemos intuir el para qué o contra quién. Sin duda un vestigio fascinante que pervive olvidado en la inmensidad de la cordillera cantábrica.

Notas al pie y bibliografía

  1. Mayor, J. C., García, R. E., & Pacheco, Y. V. (2007). A propósito de las fortificaciones lineales ástures de El Homón de Faro (La Carisa) y El Muro (La Mesa). Territorio, sociedad y poder, (2).
  2. González Álvarez, D., Menéndez Blanco, A., Álvarez Martínez, V., & Jiménez Chaparro, J. I. (2012). Los campamentos romanos de El Mouru (Grau-Miranda, Asturias) en la vía de La Mesa.
  3. Menéndez Blanco, A., Costa-García, J. M., González Álvarez, D., Álvarez Martínez, V., & Fonte, J. (2018). Los campamentos romanos de Cueiru y El Xuegu la Bola na vía de La Mesa. Resultaos de la campaña del 2016.
  4. Mayor, J. C., Pacheco, Y. V., & García, R. E. (2008). Los escenarios bélicos de La Carisa y de La Mesa. Actas de las I Jornadas de Arqueología en Asturias, 93.

4 COMENTARIOS

  1. No olvidemos que unas construcciones como las de la Mesa y las de la Carisa no se construyen en dos años ni en seis y que requieren un gobierno central para coordinarlas.
    Por ese motivo creo que se puede descartar que se levantaran para defenderse de la invasión musulmana y que más bien se ajustan a impedir la entrada de los visigodos.
    En la Carisa hay troncos de árbol que componen la defensa y han sido datados también en torno al 680

  2. La versión rotense y ovetense de la Crónica de Alfonso III es la misma. Las dataciones radiocarbónicas apuntan a la conquista islámica, y la supuesta rebelión del 680 no es mencionada por la coetánea Historia Wambae.

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