
Se estima que el área ocupacional del castro de Espinareda es de unas 14 hectareas. Eso es una civitas, más que un pequeño poblado. Las fotografías aéreas del Instituto Geográfico Nacional así lo demuestran.
El 30 de julio arrancaban por fín las excavaciones (durarán 15 días) dirigidas por el arqueólogo Feliciano Cadierno dentro del plan de desarrollo de investigaciones arqueológicas que financia el Instituto Leonés de Cultura. El trabajo de campo está orientado sobre todo a conocer mejor la actividad en el castro así como el área ocupacional. De momento las primeras inspecciones visuales han dado como resultado numerosos hallazgos relacionados con la metalurgia.
La muralla que rodea todo el perímetro del yacimiento está muy bien conservada, alcanzando en algunos puntos hasta los tres metros de espesor. Se trata de una muralla doble de anillos concéntricos, y ya se habían identificado dos puertas de acceso.
