Uno de los debates que ha estado presente durante la historia reciente del estudio de los castros en la región es el de la antigüedad de los castros. Las evidencias arqueológicas halladas en las investigaciones hicieron pensar a los primeros arqueólogos que los estudiaron que se trataba de asentamientos de fundación romana. Lo que no era cierto.
Por eso, cuando leáis en la prensa que los castros que se ven hoy en día son todos romanos (hoy he leído algo parecido), bueno… a ver… Tenéis que pensar que en los castros donde vemos restos expuestos como San Chuis, Coaña, Chao Samartín o la Campa Torres, estamos viendo edificaciones de su último periodo, que es romano sí, pero no es menos cierto que también estamos viendo sistemas de defensa de origen prerromano, como murallas, fosos, taludes, etc… por no decir que bajo el nivel visible, en todos ellos se ha documentado un nivel prerromano.
Por tanto, ya tenemos claro que los castros no son de origen romano, como mucho fueron reformados en ese periodo, pero nos queda por saber la antigüedad de los mismos, y entre ellos, cuáles son los más vetustos de la región.
Contenidos
Cómo se datan los castros
La datación de un asentamiento se puede hacer por varias vías. Se pueden estudiar los materiales presentes en la estratigrafía y determinar la antigüedad de la capa en la que estamos trabajando. Es muy útil en época romana precisamente ya que la cerámica de este periodo está muy bien clasificada.
Cada vez es más abundante el registro cerámico astur, por lo que se podría hacer algo similar si la estratigrafía es clara. Lo mismo pasa con los objetos metálicos, fíbulas por ejemplo, que están bien estudiadas.
Pero surge un problema. Algunos de estos objetos tienen una pervivencia enorme, por lo que si nos acercamos al cambio de era es difícil saber si son indígenas o romanos, ya que se usan en los dos periodos.
Y aquí viene el C141 para salvarnos la vida… o casi
Hay pocas técnicas de datación absoluta tan contundentes como el carbono 14, al menos aparentemente ya que hay que calibrar las fechas de las muestras, e interpretar correctamente los resultados, pero hasta el día de hoy es la forma más efectiva de datación. El problema es que no tenemos dataciones de todos los castros asturianos. Es una necesidad constante en el mundo de la investigación de este periodo, la de establecer el mayor número de dataciones de C142 que se pueda para crear mapas temporales de ocupación que nos indiquen los periodos en los que el castro estuvo activo.
Por tanto, la respuesta a la pregunta sólo puede ser respondida parcialmente. Deberíamos reformularla así.
¿De los castros asturianos datados, cuál es el que ofrece fechas más antiguas?.
Bien, ahora que tenemos la pregunta correcta la respuesta es más sencilla. Hay dataciones de castros como la Campa Torres, Llagú, los castros de la ría de Villaviciosa, los de la cuenca del Navia, así como de algunos castros de montaña. Os dejo las dataciones más antiguas obtenidas en castros de la región, y en la bibliografía tenéis la fuente donde aparece el dato:
Chao Samartín: S. IX a.C.3 A. Villa Valdés determinó que su fundación es de entre el 801 y el 778 a.C.
San Chuís. S. VIII a.C.
Taramundi S. VIII a.C.
Si en un primer momento se pensó que los castros del occidente de Asturias tenían una antigüedad mayor que los del resto del territorio, pocos años después con el aumento de muestras datadas en el centro y oriente se disipó esta idea y se obtuvieron fechas como estas:
La Forca (Siero) S VIII a.C. 4
Camoca (Villaviciosa) S. VIII a.C.5
Campón del Olivar (Villaviciosa) S. VIII a.C.
Campa Torres. S. VI a.C. 6
Llagú. S. VI a.C. 7
Algunos datos a tener en cuenta
Las fechas que os pongo en este post están basadas en las dataciones de C14 calibradas, es decir, corregidas. Las dataciones de este tipo ofrecen una horquilla de fechas, por eso hay que tomarlas con precaución. Por ejemplo, la muestra UBAR 321 de la Campa Torres una vez calibrada ofrece un margen de entre el 764-409 a.C. Jose Luis Maya interpretó que realmente hacía referencia con una gran probabilidad al siglo VI a.C.
Y es que cuando hablamos de la antigüedad de los castros entramos en un terreno peligroso como os decía al principio. Por ejemplo en castros de León hay dataciones muy antiguas, entre el 900 y el 1000 a.C. que se corresponden claramente a horizontes del Bronce final. Se trataría de poblados de la Edad del Bronce, posiblemente con empalizadas defensivas (que no se han atestiguado por el momento), pero que se reocuparon, o se reformaron en la Edad del Hierro cuando se les añadieron murallas pétreas. En ese momento las fechas obtenidas nos hablan del siglo VIII a.C. por lo que parece que podemos ubicar en ese momento el inicio de la época castreña con seguridad.
Aún así, espero que este post sirva para que os hagáis una idea de la miga que hay detrás de las fechas con las que se datan los castros y de que se viene aceptando desde hace años un horizonte de fundación de los más antiguos en torno al siglo VIII a.C. acorde con las fechas de los castros antiguos de Galicia, León, Zamora etc. lo que nos habla de un proceso global que afecta a todo el noroeste siendo más antiguo cuanto más al sur y occidente del territorio, lo que ha supuesto que se cree la hipótesis de que el origen de la cultura de los castros está en la zona del norte de Portugal y sur de Galicia.
Notas al pie y bibliografía
- Mathias F. A. (2002) Fechas de carbono-14 en los castros asturianos. En Los poblados fortificados del noroeste de la Península Ibérica : formación y desarrollo de la cultura castreña : Coloquios de Arqueología en la cuenca del Navia : homenaje al Prof. Dr. José Manuel González y Fernández-Valles / coord. por Miguel Ángel de Blas Cortina, Ángel Villa Valdés, pp- 337-344
- Cuesta, F., Jordá Pardo, J.F., Maya, J.L. & Mestres, J.S. (1996). Radiocarbono y cronología de los castros asturianos. Zephyrus, 49, 225-270
- Villa Valdés, Ángel y Cabo Pérez, L. 2003. Depósito funerario y recinto fortificado de la Edad del Bronce en el Castro del Chao Samartín: argumentos para su datación. Trabajos de Prehistoria. 60, 2 (dic. 2003), 143–151. DOI:https://doi.org/10.3989/tp.2003.v60.i2.86.
- Mayor, J. C., García, R. E., & Pacheco, Y. V. (2009). El castro inacabado de La Forca (Grado, Asturias). Un dominio territorial frustrado. Trabajos de prehistoria, 66(1), 145-159.
- Camino Mayor, J. (1995). Excavaciones arqueológicas en castros de la ría de Villaviciosa: apuntes para una sistematización de la Edad del Hierro. Excavaciones arqueológicas en Asturias 1991-94.
- Maya, J. L., & Cuesta, F. (1999). Cronoestratigrafía de la Campa Torres, Gijón.(1995-1998). Excavaciones arqueológicas en Asturias 1995-98.
- Berrocal-Rangel, L., Seco, P. M., & Triviño, C. R. (2002). El Castiellu de Llagú (Latores, Oviedo): un castro astur en los orígenes de Oviedo (Vol. 13). Real Academia de la Historia.
Me pregunto quién se protegía de quien dentro de las murallas y los fosos.
Gentes del lugar de gentes extranjeras,o viceversa.
O tal vez unos vecinos de otros.
Ayer tuve una charla súper interesante con una persona que está estudiando hillforts en Escocia y me contaba que el significado de la muralla trasciende muchísimo el ámbito de la defensa en la Edad del Hierro.
Siempre pensamos en la época romana como el momento en que las murallas se hacen para el prestigio de los asentamientos, al menos en época Flavia aquí en la península Ibérica, pero ese prestigio, e incluso el sentido ritual, es mucho más antiguo. Castros como Pendia, con murallas de 6 mtros de grosor donde no vive casi nadie, no tuvieron una función esencialmente defensiva.
Algo se nos escapa en este ámbito. Precisamente en Escocia se estudian las murallas vitrificadas, es decir quemadar hasta fundir la piedra. Se pensaba que era por destrucción, y ahora están convencidos de que es algo intencional desde el momento en que se construyen…