Un paseo que me recordó al que dimos en busca de los petroglifos de Auga da Laxe, en Galicia. Un monte, bastante maltratado por las plantaciones de eucaliptos, y unas pistas en no muy buen estado para llegar a los restos arqueológicos. Pero al final merece la pena.
En el paseo del otro día vimos dos grupos de túmulos nada más. El de San Pablo y el de Los llanos.
El de San Pablo, que ha sido objeto de reparación recientemente, está compuesto por varios túmulos pequeños, de unos 20 metros de diámetro, que se aprecian muy bien en el prado donde están situados. Se ven las acumulaciones de tierra y piedras que cubren los dólmenes, es decir, están relativamente bien conservados a pesar de la actividad agraria y la erosión sobre ellos, pero me fue muy grato ver lo bien que se aprecian en el paisaje.
Uno de los túmulos tiene abierto un pasillo para apreciar la cámara central, con sus ortostatos aún en el sitio y la losa horizontal todavía cubriéndolo. No hay mucho que ver, pero está muy bien para hacerse una idea de cómo sería aquel paisaje.
Hay una pequeña ruta, de unos 45 minutos, entre este lugar y el otro conjunto de túmulos que merece la pena visitar, el de Los Llanos. En esa pequeña ruta hay señalizados algunos túmulos más pero no se ven en medio de la maleza. Es una pena, porque el lugar es rico en contenido arqueológico.
Una reflexión. Parece ser que si un resto arqueológico no es espectacular no merece la pena tenerlo bien protegido. Por tanto, os confieso que cada vez soy más de la opinión de que hay que estudiar y catalogar y luego dejar bajo tierra pero vigilado todo lo que no se vaya a mantener. Es una pena pero la realidad política y presupuestaria es la que es.
El complejo de Los Llanos es más llamativo para los visitantes, ya que se puede ver perfectamente el dolmen que estaba bajo uno de los túmulos, descubierto completamente. Es un paisaje interesante, donde a pocos metros verás otro dolmen derruido completamente por la acción de los saqueadores (no penséis que todos ellos son modernos. Muchos de estos sitios fueron saqueados ya en la Antigüedad).
Hice unas pocas fotos, lo que la luz me permitió porque precisamente había demasiado sol después de una mañana de lluvia, y nos volvimos a casa a comer. Una visita al alcance de cualquier persona interesada en la Prehistoria que viva en la zona central de Asturias (la mayoría de la población según dicen los expertos).
