Hoy os hablo de una pieza que me atrevo a decir que es desconocida fuera del ámbito académico, y dentro de este no ha recibido demasiada atención, lo cual me parece increíblemente sorprendente. Quizá se deba a que, como ocurre muchas veces en la arqueología de la capital del Principado, su hallazgo fuera de contexto no permite emitir un juicio categórico sobre datación u origen de la misma.
Se trata de una cabeza de bóvido tallada en piedra arenisca que fue descubierta durante unas obras en 1972. En su momento se hizo un estudio en detalle sobre ella por parte de Matilde Escortell que fue publicado en el Boletín del Instituto de Estudios Asturianos1. La pieza también aparece en el catálogo de las Edades de los metales del Museo Arqueológico de Asturias, fig. 419. La referencia dice2:
«Cabeza de bóvido, labrada en arenisca, aprovechando la forma natural de la piedra. Apreció como material de relleno en unas obras realizadas por el Ayuntamiento en la plaza de Santo Domingo. Dada la ausencia total de datos arqueológicos es difícil su encuadre cronológico; con ciertas reservas podemos incluirlas culturalmente dentro de la escultura zoomorfa prerromana. Altura 44cm.»
Las medidas que proprociona Escortell son: «del morro al cuello 14 cm. del morro a la testuz, 44cm. ancho entre los ojos 18cm. ancho testuz 30cm.»

Santos Yanguas3, al hablar sobre ganadería en la Asturias castreña, apuntó que podría incluirse en el conjunto de representaciones zoomorfas en piedra de ese periodo como las de Orense o Santa Tecla. Seguía en ello a Escortell quien ya había destacado en 1973 lo sorprendente de esta pieza.
Había aparecido con otras piedras reaprovechadas del siglo XVI y XVII y era evidente que no tenía nada que ver con ellas. Destaca entre otras cosas que es una pieza claramente inacabada, aunque tiene una expresión realista. Debió estar al aire libre durante mucho tiempo a tenor del desgaste de la frente del animal, que aparece muy pulida. En ella se ve la huella del pico de un obrero que la dañó.
En fechas cercanas al descubrimiento de esta pieza en Oviedo se encontraron dos cabezas exentas de toro en Villalpando, Zamora, atribuidas a un periodo prerromano y relacionadas con la cultura de los verracos. También aparecen en contexto similar otras en Ourense y Santa Tecla, lo que las relaciona en un conjunto que abarca todo el noroeste y que pone en relación este fenómeno meseteño con el del atlántico. Esta pieza es la primera de este tipo descubierta en Asturias, y según la autora rellena el vacío de ellas entre estos dos sectores.
En época prerromana estas piezas exentas formaban parte de la estructura de paredes o de entrada a edificaciones domésticas4, al menos en los castros galaicos. Una de las piezas mencionadas arriba tiene una inscripción dedicada a los dioses Manes, por lo parece confirmarse su perduración en época romana. De hecho Matilde Escortell la sitúa por sus características en un periodo plenamente romano.
Las pregunta principal es evidente ¿Qué hace esta pieza en la capital del Principado? Actualmente no está expuesta en la colección permanente del museo.
Bibliografía
- Escortell, M. (1973). Una escultura zoomorfa en el Museo de Oviedo. Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 27(78), 3-10. ↩︎
- VVAA. (1982). Catálogo de las Edades de los metales. Museo Arqueológico de Oviedo. Ed. Principado de Asturias. ↩︎
- Yanguas, N. V. S. (1986). La ganadería en la Asturias castreña. Memorias de historia antigua, (7), 25-42. ↩︎
- Algunas en Galicia han sido encastradas en muros de viviendas contemporáneas en una llamativa pervivencia de su posición original. ↩︎