Ayer se presentó este ensayo de los profesores de la Universidad de Oviedo, Elías Carrocera Fernández y José Ignacio San Vicente González de Aspuru. En la obra se plantea el uso de las aguas mineromedicinales de Buyeres, en Nava, como balneario desde época romana.
Para su estudio contaron con la documentación de la construcción del actual balneario en 1844 y su reforma en 1861. Además, el testimonio fundamental aportado por el tesorillo de monedas romanas descubierto en el mismo lugar durante la construcción del balneario actual. Se trata de moendas del siglo IV de Constantino I, Constancio II y de Magno Máximo halladas en una vasija de cerámica en el siglo XIX durante las obras de construcción del balneario.
El balneario original ya habría sido utilizado antes del periodo romano, pero los autores apuntan que quizá con otra finalidad. En la presentación, Carrocera apunta que «creemos que la utilización de ese agua está relacionada con la observación de los animales autocurándose, lo que les llevaría a utilizar las aguas como sanadoras», posteriormente los habitantes de la zona empezarían a utilizarlas hasta llegar a época romana.
Consideran que es un lugar sacro: «Desde el punto de vista sagrado del paganismo podemos decir que utilizan este lugar como una especie de santuario, vemos que esas monedas que aparecen en una vasija de cerámica son el pago por una sanación como agradecimiento o de petición de curación de una enfermedad por lo que entierran ese recipiente en el entorno de la fuente», desde época medieval la Iglesia sacraliza el lugar: «Se hacía mucho en lugares de paganismo, se cristianiza y de ahí viene el actual topónimo de Fuensanta, fuente santa», concluye.
El ensayo se puede leer íntegramente en esta dirección.
