Una de las piezas que se encuentran en los castros astures más antiguos es este característico molino de mano, llamado barquiforme por su evidente superficie curva. Es el molino neolítico, cuya pervivencia alcanza periodos históricos en muchas partes del planeta.
Una piedra con superficie curva sobre la que se desliza una «mano» o muela que suele ser un canto de río redondeado con una parte plana, que permite triturar el grano hasta un grado utilizable como harina o al menos como materia prima para la elaboración de alimentos. Este molino era el único que se utilizaba antes del siglo III a.C. en territorio transmontano astur ya que en ese periodo fue introducido el molino rotatorio desde la Meseta. Acabó desplazando al viejo molino de vaivén debido a su efectividad ya que en el mismo tiempo es capaz de moler diez veces más trigo y dejarlo incluso mejor.
Sin embargo estas piezas se siguieron usando, conviviendo ambos en las viviendas de los castros, e incluso en muchos sigue siendo el único modo de molienda hasta la conquista.
A veces se encuentran reaprovechados en las piedras de los muros de las fincas. Este lo encontramos hace unas semanas y lo notificamos a Patrimonio.
