El descubrimiento de la Villa Romana de Andayón1, también conocida como la villa de La Estaca, se produjo en 1958, cuando vecinos locales, durante los trabajos de apertura de un camino para vehículos entre Andayón y La Estaca, encontraron accidentalmente un mosaico romano. Este hallazgo fortuito ocurrió en el concejo de Las Regueras, una zona de la parroquia de Biedes con tierras fértiles que, en la antigüedad, servía como escenario ideal para la explotación agropecuaria romana. La villa se situaba en el paraje conocido como El Pedregal, concretamente en el Prao Samartín, una localización que más tarde se incluiría en la Carta Arqueológica del concejo de Las Regueras.
Una nueva villa romana
El mosaico romano2 fue el primer indicio sólido de que esta zona había sido habitada por una familia romana acomodada. Aunque ya había rumores y noticias previas sobre la posible existencia de una villa romana en la región, este hallazgo confirmó las sospechas. En abril de 1959, la villa fue visitada por el arqueólogo José Manuel González, el secretario de la Comisión Provincial de Monumentos, Joaquín Manzanares, y el párroco local, Celso Díaz. Este grupo reconoció la importancia del hallazgo y, a principios de 1961, el Servicio de Investigaciones Arqueológicas de la Diputación Provincial de Oviedo, bajo la dirección del arqueólogo Francisco Jordá, emprendió los trabajos de documentación del mosaico.

Los estudios iniciales del mosaico incluyeron fotografías y un dibujo detallado realizado por el arquitecto Magín Berenguer, que proporcionó una primera visión del diseño geométrico del mosaico. Posteriormente, este fue extraído de su ubicación original mediante un proceso cuidadoso que lo dividió en varias piezas más manejables, que fueron numeradas y almacenadas en el Museo Arqueológico de Oviedo. Allí permaneció durante varias décadas, sin ser exhibido, hasta que en 2011 se decidió restaurarlo y exponerlo en el renovado Museo Arqueológico de Asturias. El mosaico, tras su restauración, ha permitido a los expertos establecer una cronología probable de la villa entre finales del siglo III y principios del siglo IV d.C..
Este primer descubrimiento, aunque importante, no fue seguido por excavaciones sistemáticas inmediatas. Sin embargo, la documentación recogida en aquel momento y el traslado del mosaico al museo fueron fundamentales para preservar el arte decorativo de la villa. Este mosaico es el primer indicio del lujo y sofisticación que caracterizaba a la Villa Romana de Andayón, un aspecto que sería confirmado por futuros hallazgos en el sitio.

Intervenciones Arqueológicas en 2013
A pesar de la importancia del descubrimiento inicial en 1958, no fue hasta muchos años después, durante las obras de ampliación de la carretera local que conecta Andayón con La Estaca en 2013, cuando se realizaron nuevas excavaciones arqueológicas en el área. Estas intervenciones, motivadas por la necesidad de supervisar los trabajos de construcción, permitieron ampliar significativamente el conocimiento sobre la villa. Los arqueólogos encontraron nuevas estructuras subterráneas que no habían sido documentadas en las excavaciones previas de los años 60.
Una de las revelaciones más sorprendentes fue la aparición de nuevas estancias pavimentadas con opus signinum, un tipo de revestimiento que utilizaban los romanos para crear suelos impermeables, muy utilizado en las villas de esta época. Estas estancias mostraban características propias de las villas romanas de lujo, lo que indicaba que la villa no solo era un centro de explotación agrícola, sino también un lugar de residencia señorial con todas las comodidades de la época.

Además de las nuevas estancias, también se hallaron restos de pinturas murales en los zócalos de varios muros. Estas pinturas, aunque fragmentadas y en un estado de conservación delicado, revelan detalles sobre los gustos decorativos de los habitantes de la villa. Los colores predominantes eran tonos ocres, rojos y negros, aplicados sobre una base de mortero. Estas decoraciones son indicativas de un tercer estilo pompeyano, que era popular en las provincias del Imperio Romano entre los siglos II y IV d.C.
El hallazgo de las estructuras adicionales sugirió que la villa era más extensa de lo que se había pensado originalmente, con múltiples habitaciones decoradas y conectadas por pasillos. Estas nuevas estancias probablemente tenían una función residencial, albergando a la familia del propietario y posiblemente a trabajadores y esclavos que se encargaban de las labores diarias de la villa. También se descubrieron cimientos y restos de suelos, lo que permitió a los arqueólogos realizar un análisis más profundo de las técnicas de construcción utilizadas en la villa.
En cuanto a la conservación de los nuevos hallazgos, los arqueólogos decidieron realizar una intervención de consolidación de los muros y suelos localizados para garantizar su estabilidad y evitar su deterioro mientras se preparaban futuros proyectos de excavación. Los trabajos de limpieza y consolidación de las estructuras incluyeron la eliminación de raíces, piedras sueltas y otros elementos que podrían afectar la preservación de los restos arqueológicos. Además, se aplicaron técnicas químicas para limpiar los fragmentos de pintura mural y se utilizó resina acrílica para consolidar las capas pictóricas que aún permanecían en los muros.
Hallazgos Decorativos y Arquitectónicos: Mosaicos y Pinturas Murales
Uno de los descubrimientos más fascinantes realizados durante las excavaciones en la villa fue la identificación de nuevas decoraciones murales y, sobre todo, un segundo mosaico que, aunque menos espectacular que el encontrado en 1958, revelaba un espacio que probablemente desempeñaba una función importante dentro de la villa. Este mosaico estaba ubicado en una estancia más modesta en comparación con la sala principal, pero su existencia confirmó que la villa tenía varios espacios decorados con lujo, lo que sugiere que los propietarios no solo vivían en la villa, sino que también recibían a invitados y organizaban eventos sociales en su interior.
El segundo mosaico y las pinturas murales recuperadas destacan por sus motivos geométricos y colores vibrantes. El esquema decorativo más frecuente en los mosaicos y las pinturas de la villa es el uso de peltas, un motivo ornamental geométrico muy común en la decoración romana desde el siglo I d.C. En este caso, las peltas estaban organizadas en patrones alternos con triángulos y líneas quebradas que enmarcaban estrellas de ocho rombos. Este tipo de diseño era utilizado para adornar espacios representativos como los oeci, o salas de recepción, lo que indica que los mosaicos y las pinturas no solo cumplían una función decorativa, sino también simbólica, destacando el poder y el estatus social del propietario.

Además de los hallazgos decorativos, las excavaciones revelaron elementos arquitectónicos importantes, como hornos de cal utilizados para la producción de materiales de construcción. Esto sugiere que la villa no solo dependía de su propia producción agrícola, sino que también podía estar implicada en la fabricación de cal para sus propias construcciones o incluso para otras villas cercanas. Esta autosuficiencia era característica de las villas romanas, que combinaban la producción agrícola con la manufactura y la gestión de recursos locales.
Otro aspecto interesante es la posible existencia de un estanque o piscina en la villa, lo que indicaría que los ocupantes no solo trabajaban en el campo, sino que también disfrutaban de comodidades propias de las clases altas romanas, como instalaciones de ocio y recreación. Estos elementos muestran que la villa estaba equipada no solo para la vida diaria, sino también para el disfrute y la representación del estatus social de su propietario.

Conclusiones y Futuro del Yacimiento
Las excavaciones realizadas en la Villa Romana de Andayón han sido fundamentales para reconstruir cómo era la vida en esta zona rural de Asturias durante la época romana. La calidad de los materiales encontrados, desde los mosaicos hasta las cerámicas y los fragmentos de pintura mural, subraya el carácter señorial de la villa, que debía pertenecer a una familia romana de cierto poder y riqueza. Además, el hallazgo de artefactos personales como monedas y herramientas ha permitido a los arqueólogos establecer con mayor precisión las fechas de ocupación del sitio y las conexiones comerciales que los habitantes de la villa mantenían con otras partes del Imperio Romano.
El reciente descubrimiento de nuevas estancias y estructuras en 2013 ha ampliado el conocimiento sobre la extensión y la complejidad de la villa, y ha dejado claro que todavía hay mucho por descubrir en este yacimiento. Con la declaración de la villa como Bien de Interés Cultural (BIC) en octubre de 2024, se espera que el sitio reciba más recursos para su conservación y que las futuras investigaciones puedan revelar más detalles sobre cómo los romanos vivían, trabajaban y se relacionaban en esta parte de la Península Ibérica.
El futuro de la Villa Romana de Andayón parece prometedor, ya que el estatus de BIC asegura que se destinarán recursos a su estudio y preservación, y que más personas tendrán la oportunidad de conocer este valioso legado. Las nuevas intervenciones arqueológicas podrían ofrecer más detalles sobre la organización de la villa, sus conexiones con otros asentamientos romanos en Asturias y su función dentro de la economía regional.
En resumen, la Villa Romana de Andayón es un ejemplo excepcional de la presencia romana en el noroeste de España, y los hallazgos realizados hasta ahora nos han proporcionado una visión fascinante de la vida en esta parte del Imperio. A medida que continúan las excavaciones y los estudios, es probable que se descubran más detalles que completen nuestra comprensión de este lugar tan importante en la historia asturiana.
Bibliografía
- Muñiz Álvarez, J. R., Carrocera Fernández, E., Piñán, A., Álvarez Martínez, V., Corrada, M. L., Sánchez, A., & Faza, I. (2022). Excavaciones en el yacimiento de la villa romana de San Martín de La Estaca o Andallón, Las Regueras. 2018-2020. Excavaciones arqueológicas en Asturias: 2017-220. ↩︎
- Muñíz Álvarez, J. R. y Corrada Solares, M. (2018). Redescubriendo la villa romana de Andayón, Las Regueras. In Excavaciones arqueológicas en Asturias 2013-2016 (pp. 261-272). Gobierno del Principado de Asturias. ↩︎