Durante la visita que realizamos al castro de Viladonga en el mes de julio, tuvimos la oportunidad de ver una exposición (creo que permanente) sobre tejido y vestimenta en la época castreña. Me pareció interesante recoger la información, debido al interés que genera este tema cada vez que lo publicamos. El texto de esta entrada está basado en los contenidos de los paneles informativos cuyos autores están en esta primera foto.
La exposición hace un recorrido por las técnicas de fabricación textil de la Edad del Hierro en el noroeste de la Península Ibérica. Tras una introducción en la que se pone de manifiesto que hasta la expansión del algodón en el siglo XVIII la elaboración de tejidos se basaba principalmente en lana, cáñamo y lino. El panel recoge una referencia explícita de Plinio sobre el lino en la antigua Hispania:
«La Hispania Citerior tiene también un lino de una blancura extraordinaria, por la calidad de las aguas del torrente que baña Tarraco, en el que se blanquea, su finura es maravillosa y es allí donde se descubrieron primero los tejidos de cárbaso. De la misma Hispania y desde hace poco tiempo, vino a Italia el lino de los Zoelas, utilísimo para las redes de caza. La cívidas Zoela está en Gallaecia y está próxima al océano.»
(Plinio, Historia Natural, XIX, 10)
Leí en la prensa que la idea era que esta exposición fuera itinerante, pero supongo que con motivo de la pandemia de Covid no se haya podido llevar a cabo.
Los dos siguientes paneles están dedicados a dos de los tejidos que comentábamos arriba y que están documentados en Viladonga, la lana y el lino.
En el castro de Viladonga se ha documentado la existencia de huellas y huesos de ganado ovino, tijeras de esquilar y utensilios para tejer la lana, por lo que se ha deducido que el empleo de esta materia prima era un hecho.
La explotación de los animales para obtener su pelo con toda probabilidad conlleva la existencia de rebaños y por tanto de actividades de pastoreo en los castros. El ganado lanar y caprino es una constante en la cultura castreña, es más tenemos incluso la referencia en una fuente escrita respecto a la elaboración del sagum hispano, hecho en lana.
Este panel nos muestra el proceso de elaboración del lino textil para ser usado en tejidos. Es más laborioso que el de la lana, y conllevaría una especialización. El tejido obtenido es de dos tipos, uno más duro llamado estopa y otro más apto para la elaboración de prendas.
Por hilado entendemos el proceso que retuerce las fibras sobre si mísmas dotando al hilo resultante de más resistencia y longitud, y no es necesario un instrumental excesivamente complicado. Con el huso y la rueca se elaboraban los hilos. El primero no es más que un palo o vara donde se agrupan las fibras tanto de lino como de lana y del que se van extrayendo hilos que son enrollados y recogidos en la rueca. Ésta puede tener formas más o menos complejas, pero en los castros está documentada con profusión una de las más sencillas compuesta de un palo en el que se enrolla el hilo resultante que está rematada por una pieza de piedra o cerámica, circular, llamada fusayola.
Son estas piezas algunas de las que aparecen con más frencuencia en los poblados de la cultura castreña, lo que da idea de la importancia de esta actividad en el día a día de los asentamientos.
La mano izquierda sostiene la rueca, revestida de lana, la derecha, tirando levemente de los hilos, les daba forma con los dedos vueltos cara arriba, o bien, torciendolos sobre el pulgar cada abajo, hacía girar el huso, equilibrado por la redondeada fusayola.
(Cátulo, Carmina LXIV 311-319)
En este panel se da un repaso a las distintas técnicas empleadas en el teñido de los hilos. Está documentado el uso de tintes animales, vegetales y minerales. Si no entendeis el panel, me dais un toque y os lo paso traducido sin problema, pero creo que se entiende bien.
He visto reconstrucciones de telares de época romana o de la Edad del Hierro. Me viene a la mente el del museo de la Citania de Sanfins, y en Viladonga pude ver este que os muestro en la foto.
El uso de telares permite la creación de tejidos complejos y resistentes a base de las materias primas disponibles en los asentamientos castreños. Tendemos a pensar en que la vestimenta indígena tendría que ser tosca y sin embargo sabemos que tenían al alcance sistemas que permitirían obtener tejidos y patrones muy diversos, por lo que mejor deberíamos pensar en una vestimenta adaptada a las condiciones climáticas del entorno así como de ciertos patrones de diseños adaptados a los gustos locales.
Y así terminamos el recorrido por la exposición, con algunos objetos relacionados con la producción textil, complementados por los que hay en las salas del museo. Es muy interesante el recorrido por la elaboración de tejidos, al menos a mi me lo parece. Es como si nos acercara a las personas de carne y hueso del asentamiento.
El museo tiene publicado un estudio sobre producción textil en época castreña (en galego), que os enlazo aquí. (Formato PDF)
Pues cierro este post con la recomendación encarecida de que si podeis, os paseis por este fantástico yacimiento, ya que tanto el poblado como el lugar merecen la pena, pues son un ejemplo muy bueno de la evolución de los castros en unidades más complejas en el periodo romano. Aún está en estudio y seguramente nos dará muchas sorpresas en los próximos años.
