castro alava
castro alava
Actualizado: 15 septiembre, 2022

No fue hasta 2018 cuando se realizaron las primeras excavaciones en este importante castro asturiano. Si bien ya estaba catalogado con anterioridad, y se habian realizado algunos estudios de campo, como el de Blas Cortina, en el que fueron publicados algunos hallazgos de materiales metálicos (varias hachas de talón encontradas por los vecinos y que hoy se encuentran en paradero desconocido). La fundación Valdés-Salas promovió las excavaciones el año pasado, dirigidas por Angel Villa y Ruben Montes, quienes iniciaron los trabajos de georadar con el objetivo de determinar los lugares de ocupación del mismo. En esa primera fase se excavó un foso defensivo del castro que dió ya los primeros indicios de que nos hallábamos ante un castro de la edad del hierro.

En la página de la fundación Valdés-Salas recogemos un avance del interés de este lugar. «La fundación de este poblado debe remontarse a las etapas postreras de la Edad del Bronce regional de acuerdo con los materiales allí descubiertos y en consonancia con lo sucedido en otros asentamientos castreños con registros similares. El interés de su estudio, en el que la diacronía de su habitación es relevante, reside en el marco de este proyecto en su localización geográfica. Localizado sobre el cauce del río Narcea en su confluencia con el río Pigüeña, la posición de este castro permite sospechar un papel relevante en la articulación del poblamiento protohistórico y dinámica de intercambios supracomunitarios. No en balde, desde el estuario del río Nalón, hasta su ubicación, el cauce fluvial está jalonado de establecimientos fortificados con secuencia de ocupación igualmente prolongada y hallazgos ciertamente destacados en el registro arqueológico de Asturias (El Castillo, en Soto del Barco y Doña Palla, en Peñaullán o La Doriga).»

Te puede interesar   ¿Podemos hablar de una crisis del siglo IV a.C. en territorio astur transmontano?

Hace unas semanas los arqueólogos presentaban los resultados de aquellas excavaciones y anunciaban la segunda fase de la mismas, que se va a realizar en agosto 2019. Angel villa, como investigador del Museo Arqueológico de Asturias, y Rubén Montes como director de las excavaciones repiten equipo y se ponen al frente del estudio de este castro astur.

Las investigaciones, que se realizan dentro del proyecto BERISO han dado como resultado la confirmación de la existencia de un sistema defensivo que destaca por su potencia, compuesto por varias lineas de fosos y en el que se encuentra la muralla que formará parte de las excavaciones que se emprenden ahora.

Entre los restos recuperados se encuentran varias piezas cerámicas, metales y piedras talladas. Las dataciones de carbono 14 confirman la ocupación durante la Edad del Hierro de este asentamiento, y de momento no se determina ninguna ocupación romana. Las fechas probables van del siglo III al II a.C. a la luz de los resultados hasta ahora. De entre los huesos descubiertos. Uno de la parte superior de la zona defensiva dio como fecha el siglo V a.C. sin embargo es pronto para confirmar ese periodo en el horizonte de ocupación aunque no resultaría extraño si lo ponemos en relación con otros castros asturianos.

En esta segunda fase de las excavaciones se va a intentar determinar el paisaje y sistemas de explotación agropecuaria en el que vivían sus habitantes. Para ello es imprescindible el estudio de los concheros del mismo así como otros restos encontrados en los trabajos realizados hasta ahora.

Por último se estudiará la gran estructura rectangular que aparece al pie del castro, que no se sabe con certeza a qué periodo histórico pertenecen, así como identificar la estructura de acceso al poblado que todavía se desconoce.

Te puede interesar   Habrá nueva excavación en Puntamuyeres, Luarca

Estaremos atentos para informaros.

(Esta entrada se publicó originalmente en Celtica.es)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí