Dicen de esta citania del norte de Portugal que es uno de esos yacimientos arqueológicos icónicos del periodo o cultura al que representa. En este caso estamos ante un ejemplo paradigmático de un asentamiento fortificado de la Edad del Hierro del noroeste de la península ibérica, o lo que es lo mismo, la cultura castreña.
Recuerdo que en 2006, en un reportaje de National Geographic sobre los pueblos celtas de Europa aparecía este lugar como uno de igual jerarquía que la colina de Tara en Irlanda o Glastonbury en Inglaterra. Creo que desde aquel entonces tenía ganas de pasarme por allí a verlo, ya que había visitado otros castros y no entendía por qué este era tan especial. Os cuento lo que vi.

Contenidos
Un poco de historia del yacimiento
Briteiros es un elemento del paisaje que, por su magnitud, ha estado siempre presente en el imaginario del entorno. Las primeras referencias del castro son del siglo XVI y cuenta con descripciones detalladas ya en el siglo XVIII. En el siglo XIX fue excavado por primera vez de forma científica por Francisco Martins Sarmiento.
Su historia, por tanto, está vinculada a la historia de la arqueología en Portugal. Sarmiento adquirió la mayoría de los terrenos donde se asienta el yacimiento y excavó entre 1874 y 1883. En 1892 se levantó la primera topografía completa del sitio.

Tras la muerte del arqueólogo, todos los terrenos pasaron a ser propiedad de la Sociedad Martins Sarmiento, que actualmente lleva el patronato de este lugar. Se complementa con el museo Martíns Sarmiento de Guimaraes, y el Museu da Cultura Castreja una institución de referencia en cuanto a la cultura castreña en Portugal y donde se encuentra una de las famosas pedras formosas de la sauna occidental del castro.
Los trabajos de Martíns Sarmiento en Briteiros fueron las bases del posterior estudio de toda la cultura de los castros del noroeste, incluyendo los de Asturias y Galicia además de Portugal. A pesar de que hoy en día se ha matizado mucho la uniformidad de este complejo cultural, lo cierto es que se siguen usando los patrones de este castro para la identificación de algunas piezas. Os pongo un ejemplo. El borde de sítula del castro de La Peñona, o Peñales que descubrimos este invierno tiene sus antecedentes más directos en los motivos decorativos de Briteiros.

Volviendo al castro, en 1930 se vio afectado por la construcción de una carretera nacional que actualmente atraviesa una parte del yacimiento y que se usa también para acceder al mismo en coche.
Se excavó de nuevo en 1977, 1978 y 1981, pero el grueso de las intervenciones es más reciente, entre 2002 y 2019 con once campañas de investigación con sus correspondientes monografías (las podéis adquirir en la tienda de la recepción del yacimiento). Todavía permanece sin excavar más de la mitad de su superficie.
Morfología del castro
Ubicado a 330 metros de altura, el castro, que no es considerado de los más grandes del noroeste, presenta una forma original ovalada dentro del perímetro de lo que se considera la primera fase de muralla, ocupa unas 8 ha, pero si consideramos todo el aparato defensivo del mismo es mucho mayor, triplicando este tamaño.

Briteiros no es un castro al uso como estamos acostumbrados a ver en el norte de la Península. En algunas cosas percibes la esencia de los poblados fortificados de casas redondas de todo el noroeste, pero aquí te das cuenta de que todo está llevado a otro nivel. Por ejemplo existe un entramado viario muy bien definido, con una red ortogonal de calles que delimitan espacios, que yo no quiero llamar insulae, pero que las recuerdan bastante. Sin embargo aquí lo que definen son espacios habitacionales compuestos por diversas estancias, que siguen el patrón constructivo prerromano, pero que denotan una jerarquía dentro del asentamiento.

Como digo, es difícil desde el terreno, hacerse una idea de la magnitud de este sitio, que se aprecia mejor desde una vista aérea. Esta imagen, obtenida de Google Earth, es de 2004 y se aprecia muy bien la distribución del asentamiento.
Ene sta imagen se aprecian muy bien una serie de calles y distribución de las distintas zonas residenciales. El gran círculo a la izquierda del asentamiento es la Cabaña del consejo. Un espacio comunitario que es una referencia en el ámbito castreño. Abajo, al sur del yacimiento, se encuentra la sauna occidental, que os enseño en las fotos. La oriental queda en la parte superior derecha, entre el trazado de la carretera y el castro. La pedra formosa del museo, se extrajo de allí.

En la zona de la acrópolis hay definidos dos espacios de este tipo que en realidad son pequeñas fincas dentro del castro, similares a las que vi en la citania de sanfins, y que son una muestra más de cómo estos castros del norte de Portugal, son un modelo a medio camino entre el gran oppidum y el castro de montaña, es decir, las «ciudades» de la cultura castreña.
La carretera corta uno de los tres grandes niveles defensivos del asentamiento, que se orienta en un eje Suroeste-Noreste con las viviendas concentradas en el sector oriental del mismo.

Comprendiendo Briteiros, jerarquía y paisaje
El castro se levanta en un espolón rocoso sobre el valle del Ave. El dominio visual del entorno es total, y es una referencia en el paisaje que lo rodea. Está conectado visualmente con el castro de Sabroso, al suroeste, con el que compartió ocupación al menos durante dos siglos. El éxito de Briteiros se debe principalmente a que se ubicaba al final de un eje navegable que llegaba hasta este valle y que lo conectaba con la costa. Además de norte a sur transcurre otra vía antigua que comunica por tierra el Miño y el Duero.

Todo el entorno era abundante en bosques, pero también en zonas muy aptas para la agricultura y ganadería. En definitiva un sector primario basado en la tierra y una actividad comercial floreciente que le dieron un status de predominancia sobre otros castros del entorno, de menor entidad, que se cree que estuvieron supeditados a este lugar.
Dataciones
La zona ya fue ocupada en el Neolítico, como muestran los grabados en piedra que se encuentran integrados entre las construcciones. Se mantienen algunos de ellos en los patios de los conjuntos residenciales. A su lado se hicieron nuevos grabados durante la Edad del Hierro y en época romana.

La fundación del castro se sitúa entre el V y el III a.C. y se extiende hasta más o menos el cambio de era. Daros cuenta de que aquí la influencia de Roma se deja sentir mucho antes que en el norte, y que ese contacto es el que acaba por darle el auge y caída a estos grandes poblados del sur del territorio galaico.
Briteiros es, por tanto, uno de los mejores ejemplos de arquitectura y urbanismo castreño del final de la Edad del Hierro. En él se pueden ver casi todos los elementos que te vas a encontrar por separado en cualquier castro astur o galaico, y eso es fantástico, ya que lo convierte en el asentamiento a tener en cuenta para encontrar paralelismos de casi todo lo que tenga que ver con esta cultura.
Lo que no te puedes perder en la visita
No es fácil destacar algo en Briteiros porque todo tiene su importancia. El recorrido propuesto es muy didáctico. Trancurre por los dos ejes principales viarios del castro desde el centro de interpretación. Hay que fijarse en el empedrado del suelo y en cómo se articula el tránsito por el asentamiento. En uno de estos ejes, que lleva a la acrópolis verás como se abren estancias hacia las calles, probablemente talleres o tiendas, de época tardía.

La zona residencial de la parte superior, con espacios delimitados para varias viviendas con sus edificios auxiliares, como graneros, almacenes o talleres.

Las cabañas reconstruidas en el siglo XIX por Martins Sarmiento. Hoy en día no sé si pasarían la criba académica, pero son una curiosidad, por saber cómo se imaginaban hace más de 100 años que eran estos castros. No estaban abiertas cuando hice la visita, desconozco si se pueden ver por dentro.

Al lado hay unas tumbas excavadas en roca, y un crucero de piedra dentro de una cabaña. Creo que es una vieja capilla medieval. Dentro del castro hay otra iglesia del siglo XIX levantada en plena acrópolis, al lado de las viviendas reconstruidas.
La gran cabaña comunitaria, o cabaña del Consejo. Es un paradigma en la cultura castreña. Conserva banco corrido adosado a la pared, como decía Estrabon. Tiene 11 metros de diámetro, y está chulo sentarse en ella con vistas al atardecer 🙂

La Sauna occidental, sobre todo por ver la pedra formosa en su sitio, grabada con trisqueles. Una maravilla. De camino fíjate que se ven algunos podomorfos tallados en la roca.

En general admirar tanto el urbanismo como las edificaciones. Si te gusta la mampostería este es tu paraíso. Aquí se pueden ver trabajos en piedra. Para mí lo peor es no distinguir lo que son reconstrucciones modernas de lo que son muros originales. Hoy en día se hace de otra manera.

Seguro que me olvido algo.
Si queréis visitar otro castro de grandes dimensiones cerca de la zona, (al sur de Guimaraes), pasaros por el post que hice sobre la citania de Sanfins.
Algunos datos útiles:
Precio adultos 3€. Te dan una guía en papel en castellano con mapa del sitio y explicaciones. La monografía arqueológica (está francamente bien) sólo cuesta 5€ y tiene muchísima información adicional. Os la recomiendo.
HORARIO
Verano
Todos los días 09h30 – 12h30 | 14:00 – 18:00 (última entrada a las 17:30)
Invierno
martes a domingo 09h30 – 12h30m | 14:00 – 17:00 (última entrada a las 16:30)
Cerrado el 1 de enero, el Domingo de Pascua y el 25 de diciembre.
Museu da Cultura Castreja | Solar da Ponte
Rua do Solar, 4805-448 Briteiros S. Salvador, Guimarães
Todos los días | Verano 9h:30m-12:h30m/14h-18h, Invierno 9h:30m-12:h30m/14h-17h
Cerrado el 1 de enero, el Domingo de Pascua y el 25 de diciembre.
Visitas guiadas : + 351 253 478 952 | [email protected]
Buenos días Fon.
Que castro más chulo, no lo conozco, aunque también me acuerdo de aquel artículo del National Geographic. Muy buena entrada. Por cierto el nombre, Briteiros, me recuerda mucho a otros que hay por la zona de influencia de origen Bretón, o Britano, ya sabes, el asentamiento Bretón de la zona en el siglo V. Tú que crees, podría ser? Me parece muy interesante.
Muchas gracias por tú conocimiento, un saludo.
Hola!, efectivamente. Es un topónimo derivado del asentamiento de Bretones en el noroeste de la península ibérica a partir del siglo V d.C. Tienes ejemplos entre Galicia, Asturias, León y Zamora así como en el norte de Portugal.
Bien traído. Un saludo