
Con motivo de las terceras excavaciones en el yacimiento astur de Antrialgo, nos acercamos a una visita guiada que organiza el equipo investigador que está trabajando hasta hoy sobre el terreno y esto es lo que vimos y sobre todo aprendimos.
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Un castro de catalogación reciente
El castillón de Antrialgo es un yacimiento, como bien nos indicó el guía local Jose Antonio Longo, no es sólo un castro ya que se ha constatado un poblado prerromano, una calzada romana y una ocupación medieval. Es decir, es un lugar donde obtener una vista diacrónica del poblamiento en esta parte del centro-oriente de Asturies.
Para que nos ubiquemos, se encuentra a unos centenares de metros del pueblo de Antrialgo, al lado de la carretera nacional 634 a su paso por el conceyu de Piloña. Está ubicado en un brazo de tierra que se ubica a lo largo del cauce del río Piloña que corre bajo la falda de la colina. En la imagen LiDAR veis perfectamente dónde está ubicado, y la franja de terreno despejada que constituye parte del recinto habitado del mismo.

Este lugar se está excavando con financiación del Ayuntamiento de Piloña y la parroquia de Villamayor. Su protección es la previa a la declaración BIC (Bien de interés cultural), que sería el espaldarazo financiero necesario para la excavación de un lugar que a mi me sorprendió por sus dimensiones.

Se comenzó a excavar en 2018 por el mismo equipo que actualmente trabaja allí bajo la dirección de Juan Ramón Muñiz, al que conoceréis por su excelente trabajo en La Estaca, además de por otros interesantes proyectos internacionales.
Referencias históricas
La principal es la toponimia. El lugar ha sido conocido desde siempre como el Castrillón, o la Cantera, ambos suelen hacer referencia a restos de edificaciones antiguas, tanto medievales como de épocas anteriores.
La primera referencia escrita sobre el castro aparece en el diccionario histórico-geográfico de Pascual Madoz.
«Sobre una colina que domina al pueblo de Antrialgo, existen las ruinas de un cast. que se cree era de la época de los árabes;» (Madoz, 1850)
Pero el momento en el que se habla ya del lugar como un posible asentamiento castreño fue en el nº33 de Asturies, memoria encesa d’un país, donde se documenta una exploración sobre el terreno que constataría la existencia de estructuras pétreas que se corresponden con este tipo de poblados de la Edad del Hierro. Alberto Álvarez Peña, documenta también múltiples leyendas asociadas al lugar, así como hallazgos casuales de materiales arqueológicos (Fernandez-Piloñeta et alii, 2013)

En 2018 tiene lugar la primera de tres intervenciones hasta el momento. En las dos primeras se ha documentado la presencia de viviendas circulares de época prerromana, una calzada romana, murallas de época medieval, etc.
El recinto.
Se trata de un espacio amurallado de 175 metros por 45, ubicado a 250 metros de altura, unos 12000 metros cuadrados de terreno. Está recorrido en su entorno por una vía romana que recorre el perímetro y que se pierde en dirección a otros yacimientos cercanos como el de Pico Viyao. (Longo, 2014).

En las diversas excavaciones se ha documentado la existencia de una torre defensiva flanqueando uno de los caminos de entrada al recinto, así como otra que presenta un derrumbe sobre sí misma que aún no ha sido intervenida.
En esta campaña de 2020 se realizan dos sondeos en la parte conocida como de «la cabañona», una cabaña ganadera de grandes dimensiones que posiblemente, por sus grandes dimensiones, se edificó reaprovechando abundante material pétreo del recinto y que se sospecha que se ubica en las inmediaciones de, o sobre, otra antigua torre medieval.

La visita
Al castro se accede a pie por un camino que parte del pueblo de Antrialgo. Destacan las casas de piedra, algunas de ellas recogen en sus muros amortizaciones de materiales castreños, como veis en las fotografías, algo común a principios del siglo XX, momento en el que fue levantada esta vivienda en concreto.

El sendero es un viejo camino de carretas, que presenta todavía zócalo de piedra en los laterales, lo que nos indica la antigüedad del mismo, no es un sendero ganadero sin más, como nos indicaba Longo, sino un camino que probablemente ya corresponde a la época del yacimiento (medieval, o incluso romano y anterior).

Por el sendero flanqueamos la primera línea de murallas, que en un principio se creía castreña pero que las investigaciones han determinado que se trata de un muro de época posterior, probablemente reaprovechando materiales anteriores, justo detrás de ese muro que se alarga hasta el valle por el norte, se encuentra el recinto de la Cabañona, el lugar donde se están realizando excavaciones este año.

Una pendiente más pronunciada nos indica que nos aproximamos a la corona, o al recinto fortificado, posiblemente atravesando un talud que desemboca en una planicie de forma alargada que recoge el resto del lugar habitado del castro.
El terreno está aterrazado, seguramente nivelado sobre la roca para edificar en él, aunque de momento es una hipótesis porque no ha sido excavado.

A escasos cincuenta metros del acceso se encuentra, en la margen izquierda el trazado de un muro, posiblemente la muralla antigua que conserva un acceso en forma de clavícula, y donde se ha documentado la calzada romana.

Desde este lugar, ahora tapado por los árboles se tendría una buena visión del cauce del Piloña y del valle fluvial circundante.


Continuamos hacia el final del prado y ya vemos acumulaciones de piedras y material, y entre los árboles aparece la base de una torre que está casi completamente arrasada y que flanquea el camino que rodea al castro. En ese lugar es donde se conserva un muro y parte de la calzada, lo que podría estar indicando una fortificación que protege el acceso al castro desde el oeste.


Nos dirigimos luego hacia la cabañona, el lugar donde se realizó la tercera excavación y donde se ha documentado además de viviendas prerromanas cerca de las descubiertas en 2019, la existencia de un potente muro medieval que nos habla de la importancia de este lugar en épocas posteriores.

Longo nos indicaba que las dimensiones de la cabaña que actualmente se encuentra en este prado no son habituales. Eso demuestra una abundancia de materiales que permitió edificar con ese tamaño. Lo cierto es que se encuentra en un sector que se cree que estuvo completamente edificado por lo que la piedra no debió faltar al constructor.
Sería necesaria una investigación a fondo para confirmar esta hipótesis y documentar posibles hallazgos pétreos que pudieran tener algún valor arqueológico, y me consta que la tienen bajo vigilancia en este sentido ya que está en proceso de derrumbe por abandono.
En el sondeo que veis en las imágenes se documentó suelo de las cabañas de época prerromana, con aprovechamiento de animales que queda confirmado por la aparición de restos óseos de ovejas y vacas, similares a los de otros recintos castreños.
[caption id="attachment_16207" align="aligncenter" width="1200"] Restos óseos documentados en Antrialgo


En fin, esto es todo lo que se puede ver actualmente en Antrialgo. Nos confirmaban que se realizará, finalmente, una charla en el pueblo para informar de los resultados de las excavaciones de este año. Es algo fundamental, al igual que la excelente tarea de divulgación que realiza tanto Juan Muñiz como Jose Antonio Longo, y a través de las redes sociales, donde nos fueron informando casi a diario de los avances de este año.
Antrialgo tiene estudio para rato. Lo principal es que llegue la financiación que permita seguir adelante en la investigación de un lugar que hunde sus raíces en la época de los luggones y que se extiende al periodo del rey Pelayo y los primeros siglos medievales.
Estaremos atentos.
Bibliografía y recursos
Longo, Jose A. 2014. El castro de Antrialgo. En [http://cosiquinesdevillamayor.blogspot.com/2014/02/el-castro-de-antrialgo.html]
Madoz, Pascual (1850). Diccionario geográfico-estadístico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XVI. Madrid. p. 184
Fernandez-Piloñeta, Xuan S. Álvarez Peña, Alberto y Cueli Canto, Daniel. (2003) «Un nuevu asentamientu castreñu n’Asturies: El Castillón d’Antrialgo, Piloña». Asturies, Memoria encesa d’un país. Fundación Belenos
Artículo en prensa donde se cuenta la presentación del descubrimiento del castro.
Carballeira, Enrique (2013). Antrialgo presenta su castro. El Comercio, edición Miércoles, 4 de Septiembre. Consultado 5 Agosto 2020.