Cuando visites el castro de las Labradas date una vuelta por el casetón de los moros. Se trata de un dolmen situado a las afueras de la localidad de Arrabalde y que merece la pena un paseo por la zona.
Se trata de un dolmen de corredor del cuarto milenio a.C. situado en la vega del río Eria. No es casualidad que se encuentre ahí ya que es una zona con una preeminencia sobre el entorno circundante acorde con la finalidad territorial de estos elementos funerarios. Tiene pasillo de acceso y una cámara funeraria circular. Fue construido con grandes lajas de piedra que provienen de canteras cercanas y en su momento estuvo cubierto por un túmulo del que hoy en día no queda absolutamente nada.
Es muy interesante ya que dentro se documentaron hoyos de poste lo que permitió determinar1 que la cubierta era de madera en vez de piedra. También presenta un espacio de incineración en uno de los laterales de la cámara, además de ofrendas formadas por herramientas de sílex, un hacha pulimentada, fragmentos cerámicos y cuentas de collar. Este lugar funerario se debió usar durante varias generaciones hasta que fue sellado.
¿Qué relación pudo tener con el castro de Las Labradas? Pues parece que poco. En el momento en el que se erigió este último, el dolmen llevaba milenios abandonado y no se ha documentado su uso en la Edad del Hierro.
Cuando fuimos estaba un poco abandonado y eso que era pleno verano. Se accede a él muy fácilmente ya que está muy cerca de la carretera. Ubicación: Google Maps
BIBLIOGRAFÍA
- Lázaro, Á. L. P. (1988). Resultados de la excavación arqueológica en» La Casa de los Moros» Arrabalde (Zamora). Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, (5), 139-150. ↩︎
