Encontramos el topónimo Deva en un lugar insospechado, el pequeño arroyo, también conocido como de las Mestas, que discurre por la vega de Orandi, en las cercanías del santuario de Covadonga.

Este arroyo se encauza bajo tierra a través de este punto, el sumidero kárstico de Orandi, y vuelve a aparecer en el santuario de Covandonga en el chorro que cae en la cueva.
Decía Madoz sobre él en su popular diccionario de 1845:
DIVA ó DEVA. riach. en la provincia de Oviedo, partido judicial de Cangas de Onís; el cual nace en las peñas llamadas Picos de Europa, atraviesa algunas praderías inmediatas, en la de Orandi se introduce por una cueva, ya oculto por la montaña titulada de la Virgen en el L. de Covadonga (V) , y saliendo por debajo de la ermita, en la pradeña de Beinazo, se le incorpora el arroyo de la Gusana, y continúa por los L. de la Riera y Soto , en cuyas cercanías confluye en el r. Güeña.
Todo este territorio en la Edad del Hierro estaba en manos de los cántabros Vadinienses y Orgenomescos.
Este arroyo, forma parte junto con el monte Deva, el arroyo Deva, y la isla de la Deva en la desembocadura del Nalón, de ese conjunto de teónimos que recuerdan en nuestra toponimia la existencia de una divinidad femenina indoeuropea relacionada con las aguas tan común en el atlántico europeo.
