Muralla de Vilar do Barrio, Ourense. Foto Cultura Galega
Muralla de Vilar do Barrio, Ourense. Foto Cultura Galega

Mientras el panorama arqueológico español tiene puestos los ojos en el Turuñuelo, en Galicia se ha producido un fascinante descubrimiento arqueológico que puede hacer necesario reescribir el panorama del Bronce Final y el origen de los castros en el noroeste peninsular. Hasta ahora se pensaba que los poblados fortificados más antiguos correspondían, en las fundaciones más tempranas, a los siglos IX y VIII a.C.

Antes de ese periodo las sociedades metalúrgicas y ganaderas del Bronce Final, habrían desarrollado un sistema de poblamiento que, si bien incluiría poblados, parece que no dejaron una arquitectura monumental en ellos que permita localizarlos con seguridad en el paisaje. Ahora sabemos que esto no es del todo exacto gracias al yacimiento de Vilar de Barrio.

El empleo de la piedra no es extraño en el noroeste. Por poner un ejemplo más cercano a nosotros, en Vigaña (Asturias) Margarita Mier había detectado una serie de construcciones en piedras, de las cuales una de ellas era una zona de combustión / horno, que reflejaba una técnica de cierre abovedado que se parece mucho al empleado en monumentos de la edad del Hierro como las saunas castreñas. Es decir, hay paralelismos entre los dos periodos.

Muralla de Vilar do Barrio, Ourense. Foto Cultura Galega
Muralla de Vilar do Barrio, Ourense. Foto Cultura Galega

Sin embargo lo descubierto en Galicia esta semana va más allá. Se trata de una fortificación datada por C14 entre los siglos XIII y IX a.C. es decir, tres siglos antes de los primeros castros. Además es una enorme muralla de 2 km de longitud, que asemeja a ejemplos del sureste peninsular en este periodo, pero que en el norte no había sido documentado hasta el momento.

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Curiosamente, la mayor dificultad a la que se enfrentan los investigadores es que se trata de un lugar enorme y poblado en diversos momentos de la historia, desde el Bronce hasta la Edad Media pasando por un castro y un asentamiento romano de envergadura. No son los únicos. En un lugar cercano a la gran muralla del Bronce se documenta una concentración de estructuras ovales que quedan reflejadas en el suelo por una serie de hoyos de poste perimetrales. Estas estructuras ya son conocidas en Galicia, concretamente hablan de Adai, un enigmático lugar que ha sido considerado un altar, y otras interpretaciones, pero que a la vista de estos hallazgos podría pasar a ser considerada como una de estas estructuras de habitación previas a los castros. Quizá el ejemplo más cercano a territorio astur es la gran Cabaña del Chao Samartín, situada en el espacio fundacional de este asentamiento del siglo IX a.C. Hay un patrón que está siendo estudiado en diversos yacimientos gallegos.

En resumen, se trata de un descubrimiento excepcional, en mi opinión a la altura de los «henges» que comenzaron a identificarse hace unas décadas y que están aportando información sobre los tiempos previos a los castros. En esta ocasión estamos ante la primera fortificación y es espectacular, un precedente desproporcionado en relación a las dimensiones de los castros que le siguieron en la etapa siguiente.

Se me ocurre que, de nuevo estamos ante algo que no me canso de recordar. Llevamos más de 100 años buscando en el interior de las murallas de los castros, cuando fuera de ellas hay un mundo fascinante por descubrir.

La información proviene de Cultura Galega, y os recomiendo la lectura del artículo de Manuel Gago porque da mucha más información y entrevistas con los investigadores. Las fotos son de esta publicación

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