La investigación titulada «the genomic history of iberian horses since the last Ice Age»1 acaba de ser publicada en Nature y se centra en la reconstrucción de la historia genética de los caballos de la península desde hace unos 26.800 años antes del presente hasta época moderna. Para ello se han analizado restos óseos de contextos arqueológicos de nuestro territorio y de otras regiones del Mediterráneo. La investigación ha permitido trazar los cambios en la diversidad genética de estos animales impulsadas, por ejemplo, por los cruces entre caballos domesticados procedentes del Ponto-Caspio y las razas autóctonas que sobrevivieron a la Edad del Hielo en la península.
Uno de los objetivos principales de la investigación fue esclarecer cómo evolucionaron los distintos linajes de caballos en Iberia, cuándo se introdujo la domesticación y qué papel desempeñó este territorio en la historia de la cría de estos animales en Europa y América.
El proceso de investigación
La base sobre la que se sustenta esta investigación es la recopilación y análisis de ADN antiguo que procede de huesos, dientes, etc, de caballos que vivieron entre el Paleolítico Superior y la Edad Moderna. Para ello se extrajo ADN y se hicieron dataciones C14 que permitieron obtener un contexto temporal de estos vestigios para, a continuación, separar los especímenes en distintos linajes y establecer relaciones de parentesco entre razas salvajes y caballos domesticados.

Uno de los primeros resultados fue la identificación de un linaje autóctono de la península, que ya está extinto al que denominan IBE y que habitó este territorio desde el Paleolítico superior. También se identifica otro linaje, esta vez de caballos domesticados, al que denominaron DOM2 cuya procedencia es Asia central. Estos dos linajes se cruzaron durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
También se analizaron las afinidades genéticas de los caballos de Iberia con los ejemplares antiguos de otras zonas con el objetivo de determinar qué influencia tuvieron en otras partes de Europa, norte de África y América.
Las conclusiones del estudio
Como dije antes, uno de los resultados más interesantes es la identificación de un linaje de caballos diferenciado y autóctono de Iberia (IBE) que sobrevivió desde el último Máximo Glacial hasta el siglo VI a.C. Era un caballo que, genéticamente, se diferenciaba de otros caballos salvajes europeos y que, a pesar de haber entrado en contacto con caballos domesticados a comienzos del segundo milenio a.C. no ha dejado huella genética en las razas modernas.
En el proceso de investigación se determinaron diversos cruces entre IBE y DOM2, lo que es un exponente de una convivencia durante un periodo prolongado de tiempo. Esto debió obedecer a un proceso de cría y cruce destinados probablemente a dotar de algunas características de los caballos salvajes (resistencia, fuerza, etc…) en las razas ya domesticadas.

El linaje IBE desaparece en el primer milenio a.C. debido posiblemente a cambios culturales, intensificación de la actividad ganadera o conflictos militares. Concretamente entre 1200 a.C. y 500 d.C. los caballos de la península jugaron un papel clave en la genética de las razas equinas de Europa occidental y norte de África. La actividad comercial a lo largo de todo este periodo supuso un vector de transmisión genética a territorios extra-peninsulares, sin embargo en el proceso el linaje IBE desaparece.
Bibliografía
- Lira Garrido, J., Tressières, G., Chauvey, L., Schiavinato, S., Calvière-Tonasso, L., Seguin-Orlando, A., … & Orlando, L. (2025). The genomic history of Iberian horses since the last Ice Age. Nature Communications, 16(1), 7098. ↩︎