Me salgo del margen que tenía pensado para esta serie de post de reconstrucción de edificios castreños y me voy al ámbito galaico, aprovechando la visita que hicimos a Briteiros. Allí están unas de las más conocidas, junto con las del Monte Trega (Santa Tecla) en Galicia.
Tienen una peculiaridad y es que fueron erigidas en el siglo XIX siguiendo una serie de supuestos constructivos que hoy serían bastante discutibles. Os hablo de ellas.
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Un proyecto científico de 1874 en un castro portugués
Cuando os hablé de Briteiros os dije que había sido un sitio pionero en el estudio de la cultura castreña en muchos sentidos. Esto incluyó el primer proyecto de reconstrucción de dos viviendas castreñas que servirían para comprender mejor cómo eran las construcciones originales 1. Tenéis que pensar que el «descubrimiento» y excavación de este castro fue un auténtico bombazo en la investigación arqueológica de finales del XIX y tuvo una repercusión internacional, pero el turismo arqueológico en la península ibérica aún estaba lejos.
La reconstrucción se hizo siguiendo estrictamente unos patrones científicos, no didácticos, como por ejemplo el empleo de argamasa, de distinto color, para diferenciarla de la original existente en la construcción. Martins Sarmiento consideró que la altura de la vivienda debía ser equivalente al diámetro de la misma, basándose en el estudio de resistencia de los muros, algo que él mismo consideró un error años después.
Que las reconstrucciones de Briteiros no son correctas es un hecho de sobra. En las páginas de la guía de la citania ya se comentaba2 que «es excesivamente arriesgado hacer una reconstrucción completa de estas habitaciones en base a los escasos vestigios que de ellas nos restan, es más bien una restitución teórica, eso es, un estudio gráfico acompañado de mercas consideraciones conjeturales que de una reconstrucción efectiva, in loco, realizada con los primitivos materiales dispersos sobre los restos que el tiempo respetó.«
Cuando acabó la reconstrucción de las viviendas en 1874, Martins Sarmiento envió un completo registro fotográfico a la Sociedade de Geografía de Lisboa. No estaba muy contento con la reconstrucción, precisamente por la altura de las mismas.
El valor de las reconstrucciones
En 2020 una de las viviendas sufrió un derrumbe de una de las paredes. En aquel entonces ya hubo quien dijo que debería rebajarse su altura para adecuarlas a un tamaño más correcto, lo que favorecería la comprensión del sitio, pero las viviendas se mantuvieron como las dejó Sarmiento, y probablemente es un acierto.
Los tejados no serían así de planos, sólo es necesario observar algunas de las viviendas de techumbre vegetal de la Península para darnos cuenta de que es un error grande. Otro aspecto es el de la apertura de vanos. En la arquitectura tradicional de la península ibérica hecha de piedra y materia vegetal vemos a veces una ventana, pequeña, y una puerta. Las ventanas de Briteiros son enormes en comparación e incluso hay más de una. Eso acabaría con la eficiencia energética de la misma, pero es algo que sabemos ahora tras un siglo de arqueología experimental… etc.
Pero las cabañas en sí, se han convertido en un monumento histórico. En el siglo XIX tuvieron un objetivo estrictamente científico, como dije arriba. No estaban pensadas para el disfrute de los turistas. De hecho posteriormente no tuvieron nunca una función de divulgación. Hoy en día, aparecen en la guía y en el itinerario pero como una curiosidad más que como un elemento para comprender el yacimiento. En algún sitio leí que precisamente tienen la función de enseñar que las viviendas no eran así 🙂
