Matrilocalidad entre las tribus de la Edad del Hierro en Britania

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Un nuevo estudio viene a incidir en la idea de que la sociedad de las tribus de la Europa atlántica de la Edad del Hierro tenían una serie de rasgos sociales que los distinguían de las culturas mediterráneas de su tiempo. En este caso se basa en la relevancia de la mujer en estas sociedades, un tema que ya abordé en distintos posts hace tiempo como este del papel de la mujer en la sociedad astur.

Es interesante porque las fuentes grecolatinas también refieren la importancia de la mujer en tribus de la península ibérica como los cántabros y probablemente es extensible a sus vecinos norteños como los astures y galaicos.

En este caso, un equipo internacional de científicos, compuesto por genetistas del Trinity College de Dublín y arqueólogos de la Universidad de Bournemouth, ha llevado a cabo un estudio pionero para explorar la estructura social de la sociedad británica durante la Edad de Hierro. Los hallazgos no solo ofrecen una nueva perspectiva sobre las relaciones sociales y políticas de la época, sino que también ponen de relieve el papel destacado de las mujeres en las comunidades de ese periodo histórico.

El proyecto se basó en el análisis de más de 50 genomas antiguos recuperados de cementerios en Dorset, al sur de Inglaterra. Estos cementerios fueron utilizados antes y después de la conquista romana del año 43 d. C., proporcionando una visión única de una comunidad durante un período de transición histórica. Los investigadores aprovecharon la conservación excepcional de los restos en esta región, que permitió una reconstrucción detallada de las dinámicas familiares.

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Descendencia materna como eje central

El estudio reveló que la sociedad de esta comunidad estaba estructurada en torno a la descendencia femenina, un sistema conocido como matrilocalidad. Este descubrimiento se basó en la reconstrucción de un árbol genealógico que mostró que la mayoría de los individuos compartían un linaje materno que se remontaba a una sola mujer, que habría vivido varios siglos antes. En contraste, las relaciones por línea paterna eran escasas o inexistentes.

La matrilocalidad implicaba que los hombres se trasladaban a las comunidades de sus esposas al casarse y que la tierra y otros bienes podrían transmitirse a través de la línea femenina. Este modelo organizativo, inédito en la prehistoria británica hasta ahora, sugiere que las mujeres desempeñaban un papel crucial en la definición de las identidades grupales y la transmisión de recursos.

El fenómeno no era exclusivo de Dorset. Los investigadores compararon sus resultados con datos genéticos de otros estudios realizados en Gran Bretaña y encontraron patrones similares. Por ejemplo, en Yorkshire, se identificó una línea materna dominante establecida antes del 400 a. C. Estos hallazgos indican que la matrilocalidad era una práctica extendida con profundas raíces en la Edad de Hierro británica.

Relación con los textos históricos

Aunque la mayor parte del conocimiento sobre la Gran Bretaña de la Edad de Hierro proviene de los relatos de autores griegos y romanos, estos descubrimientos genéticos ofrecen una perspectiva independiente y más confiable. Por ejemplo, los romanos se sorprendieron al encontrar mujeres británicas en posiciones de poder, como las reinas Boudica y Cartimandua, quienes lideraron ejércitos contra ellos. Esto coincide con los hallazgos arqueológicos que indican que los enterramientos más elaborados de los durotriges, habitantes de Dorset, pertenecían a mujeres.

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Actriz representando a Boudicca en la serie homónima de National Geographic.
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Este estudio viene a confirmar, en cierta manera, las características sociales de estas tribus britanas, que los autores grecolatinos se ocuparon de destacar. Algo similar a lo que sucede en tribus del norte de la península ibérica como los cántabros y probablemente una práctica más extendida entre sus vecinos.

El estudio también destacó prácticas matrimoniales únicas, como matrimonios entre ramas distantes de la misma familia, evitando la endogamia cercana. Esto sugiere que estas comunidades tenían un conocimiento profundo de su genealogía y regulaban las relaciones familiares para mantener la cohesión social.

Migraciones y la lengua celta

Además de examinar la estructura social, el equipo detectó huellas de migraciones en la costa sur de Inglaterra durante la Edad de Hierro. Este hallazgo aporta nueva evidencia a los debates sobre la llegada de la lengua celta a Gran Bretaña. Aunque previamente se había planteado que las lenguas celtas llegaron durante la última Edad del Bronce, los nuevos datos sugieren que también pudo haber una importante movilidad poblacional durante la Edad de Hierro, lo que complica la determinación de un momento único para la introducción de estas lenguas.

Este trabajo representa un avance significativo en la comprensión de las sociedades prehistóricas europeas. Los resultados subrayan cómo la combinación de genética y arqueología puede arrojar nueva luz sobre aspectos fundamentales de las culturas antiguas, desde la organización social hasta las dinámicas de poder y la movilidad poblacional.

El descubrimiento de una estructura matrilocal en la Edad de Hierro británica cuestiona ideas preconcebidas sobre la organización social de la época y destaca el papel influyente de las mujeres en estas comunidades. Además, las implicaciones de las migraciones identificadas podrían reconfigurar nuestra comprensión del desarrollo lingüístico y cultural de Gran Bretaña.

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Este estudio multidisciplinario no solo enriquece el conocimiento sobre la Edad de Hierro británica, sino que también abre nuevas líneas de investigación sobre las sociedades antiguas. La evidencia del empoderamiento social y político femenino, junto con los patrones de migración y las prácticas genealógicas, ofrecen una perspectiva más completa y matizada de este fascinante periodo histórico.

En realidad, el papel de la mujer en estas sociedades viene determinado por las características intrínsecas de estas estructuras sociales. Grupos donde la mujer supone un sujeto más estable en las relaciones sociales ya que, generalmente, no participa de actividades como las campañas de guerra y se le supone un papel más fijado al territorio y al poblado.

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Me apasiona la historia de Asturias y los astures en todas sus facetas. Pateando museos y yacimientos. Excavando cuando puedo y divulgando como mejor sé.

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