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Actualizado: 29 agosto, 2023

Si hay un territorio en que queden circunscritos los territorios celtas del noroeste de Hispania ese hubo de ser por fuerza la Gallaecia. Una provincia romana creada en el ocaso del Imperio y que agrupó al comienzo a Galaicos y Astures y que se fue ampliando con el tiempo hasta llegar a la Celtiberia. Bajo el dominio suevo, a la caída del Imperio romano alcanzó el estado de reino.

Antecedentes. ¿Una provincia Transduriana?

Una vez completada la conquista de los Galaicos, los territorios de los Astures y los Cántabros fueron los últimos que se incorporaron al Imperio. Sabemos que hacia el 22 a.C. (bronce de Bembibre o Edicto del Bierzo) los territorios del noroeste se agruparon en una provincia de vida muy corta, la Transduriana, que quizá no tuvo siquiera el rango de provincia y fuera más una división territorial de carácter militar en el contexto de las guerras de ocupación, sin una capital fija.

Esta primera agrupación de Astures y Galaicos pasaría a formar parte de la Lusitania, y posteriormente, tras el final de la guerra a la Tarraconense.

Cuando se completó el control territorial por parte de Augusto, se produjo una reorganización que afectaría a todo el Imperio. Todos los territorios sometidos fueron distribuidos territorialmente bajo la forma de Conventus. El término, que posteriormente daría lugar a la palabra castellana convento, significa básicamente lugar de reunión. Estas reuniones eran las que mantenían los representantes de la autoridad romana con los líderes indígenas.

La provincia romana de Gallaecia
Formae Orbis Antiqui XXVII. Hispania Mapa de las provincias romanas en España y Portugal. Escala 1:2.500.000. 1893 por H.Kiepert

En el noroeste encontramos dos conventos galaicos, el Lucense y el Bracarense, y uno astur, el Asturicense. Destaco estas divisiones administrsativas porque son los que formarían desde el siglo III d.C. la provincia de Gallaecia y tienen aquí su origen.

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Los criterios por los que los romanos dividieron las tribus en Conventos son variados. Es evidente que algún factor étnico tendrían en cuenta ya que arqueológicamente observamos muchas similitudes entre los pueblos que los componen. La extensión de los conventos galaicos y astur formarían parte de un área cultural que actualmente llamamos cultura Castreña y que alcanza una extensión prácticamente idéntica a la de la futura provincia romana.

La división en conventus principalmente tendría una función estratégica y sobre todo fiscalizadora. Lógicamente dividiendo el territorio en áreas más restringidas y asignando unidades militares se articula un control mucho más efectivo lógicamente. También en ellas se regulaba el culto imperial así como el establecimiento de ciudades o capitales conventuales y se impartía justicia.

La reorganización de Caracalla

El modelo de Augusto pervivió sin alteraciones hasta casi el final del siglo III d.C. con una excepción, la división de Caracalla.

Antes de hablar de esta división me gustaría aclarar que es un tema de debate que aún hoy está abierto entre los historiadores. La supuesta existencia de una división en el noroeste de Hispania en tiempos de Caracalla se sustenta en la aparición de dos inscripciones en el siglo XIX en León. En ellas se habla de una provincia llamada Hispania Nova Citerior Antoniana.  Esta provincia englobaría los territorios de los conventos Asturicense y los Lucenses y Bracarenses.

El debate no trata sobre si la provincia haya existido, sino a que las inscripciones se refieran o no a una nueva provincia. Hay autores que consideran que la Nova citerior en realidad es el nombre de una subdivisión de la Tarraconense. Sea como fuere, la duración de esta provincia, que al principio se pensó que abarcaba todo el siglo III, cada vez se va reduciendo más.

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La intención de Caracalla parece que fue la de aumentar la presión fiscal sobre los territorios imperiales con el objetivo de sufragar las campañas militares en Germania.

La creación de la Gallaecia

Entre finales del siglo III y el siglo IV ya tenemos referencias escritas a la existencia de esta provincia. Las reformas territoriales de Diocleciano en el 298 d.C. afectan a Hispania, principalmente con la división en cinco provincias, dos de ellas nuevas, la Gallaecia y la Cartaginensis.

La provincia romana de Gallaecia
Diocleciano. Fuente wiki commons

De ese periodo sabemos el nombre del senador romano que fue gobernador de la Provincia. Aemilius Maximus es conocido por una inscripción de Bracara donde aparece su nombre como oferente de un pedestal en honor de Constantino. Está datado entre el 312 y el 324, según los títulos de este último.

La provincia tenía una finalidad reorganizativa clara. Dejaba en el centro de la misma el control de la minería (la del oro ya estaba en declive y se explotaban otros metales) y además favorecía la organización fiscal como apuntamos antes. Con esta nueva división se quitaba poder a los gobernadores locales y se evitaba el riesgo de rebeliones en un periodo muy convulso de la historia romana.

Hasta dónde se extendía

Se ha aceptado mayoritariamente que los límites de la provincia eran los de los conventus galaicos y astures. La historia de esta división viene de principios del siglo XX cuando el historiador Eugene Albertini, en base a la documentación eclesiastica de época visigoda trazó una cartografía provincial de finales del Imperio que ha sido respetada hasta la actualidad.

La provincia romana de Gallaecia
Gallaecia Romana. La Galice Romaine:recherches sur le nord-ouest de la péninsule ibérique dans l’Antitiquité. (Tranoy, Alain. 1981) [click para ampliar]

Hay voces discordantes con esta afirmación y consideran que la extensión de la Gallaecia era mucho mayor que la de Albertini, sin embargo esta postura es minoritaria, al menos en la actualidad. (Aparte de la ampliación que tuvo a mediadios del siglo IV con la incorporación del conventus cluniense)

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El límite de la provincia, a grandes rasgos, serían las costas del noroeste y un trazado que en su parte este empezaría en el Sella hacia el interior, y prolongaría su frontera en el cauce del astura, el Esla. La frontera sur es el Duero con la ciudad de Calem como punto de la costa donde termina.

Las sedes de los conventos serían sus ciudades principales. Asturica Augusta (Astorga), Lucus Augusta (Lugo) y Brácara Augusta (Braga).

El final

La provincia pervivió hasta la llegada de los pueblos germanos a Hispania y el final del mundo romano, manteniendose esta denominación para los territorios del noroeste en época medieval aunque con variaciones en sus límites.

Nos cuenta Hidacio que los Suevos se establecieron en ella y tomaron Brácara como su capital. Desde ella la provincia entra en una nueva etapa y se desarrolla como un reino proto feudal que está en el origen mismo del actual territorio de Galicia. En este contexto se registra la llegada de gentes bretonas o galesas al norte de la provincia, en los límites entre el conventus lucense con el Asturicense, fundando el obispado de Britonia. Sin embargo esto forma parte de otra entrada.

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