Gestión faunística y alimentación de origen animal en el vicus militar de ad legionem

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Hace unos días me enteraba de la lectura de esta interesantísima tesis doctoral firmada por Pedro Mateo Pellitero en la Universidad de León. Se trata de un completo análisis de la alimentación del vicus de Ad Legionem, situado extramuros del campamento legionario del que surge la ciudad de León. El estudio de las evidencias óseas recogidas en este asentamiento permite conocer el patrón de aprovechamiento de los recursos faunísticos en un yacimiento cuyo tipo no abunda en la península ibérica.

Ad Legionem es un asentamiento que sigue el patrón de los de las fronteras septentrionales del Imperio. Uno de los que se iban formando en las cercanías de los campamentos romanos. Es distinto a las cannabae o asentamientos que están situados a muy corta distancia de los campamentos. Este, que podría ser un vicus viario, se crea de forma independiente a unos dos kilómetros aproximadamente.

Interpretación del bloque III por Morillo Cerdán,et alii.

En estas pequeñas «ciudades auxiliares» había talleres, tabernas, viviendas de familiares de los militares, y todo tipo de servicios que se nutrían de los salarios de los militares romanos. A veces estos asentamientos tenían un tamaño tan considerable que acababan gozando de cierta autonomía respecto al campamento al que debían su origen.

Ad Legionem debió ser, según este estudio, un asentamiento de origen y tipo urbano romano, pero en él se fusionan aspectos indígenas y romanos, civiles y militares.

Una dieta cárnica que nos muestra cambios

El estudio faunístico determinó que la dieta cárnica del asentamiento se basaba en fauna doméstica. Predominaba el vacuno seguido de caprino y se detecta consumo de cerdo en menor medida. Le siguen en importancia otras especies como conejo, gallina y paloma.

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De los primeros se ha podido determinar su aprovechamiento hasta edades tardías para tareas como producción de leche y otros productos secundarios. En el caso de los más grandes, como animales de tiro.

Pero no sólamente consumían animales domesticados. La caza ocupa un papel importante con especies como ciervo, corzo, jabalí y perdiz. El conjunto óseo se complementa con la presencia de caballos, gatos, perros y zorros que no parecen estar destinados al consumo humano.

En general, el estudio concluye que la alimentación supone un cambio respecto a los patrones de cronología prerromana. El aumento de consumo de vacuno y porcino, junto con otras especies, revela la influencia romana en la dieta. Aún así se perciben pervivencias de las costumbres anteriores como por ejemplo la abundante presencia de cabras en el conjunto óseo estudiado.

Otro cambio que se percibe es en la talla de los animales. Los restos de vacuo, caprino y porcino revelan un tamaño bastante superoir al periodo precedente. La presencia romana, significó una cría orientada a la producción cárnica que favoreció ese crecimiento en estas especies.

Podéis consultar la tesis completa en este enlace:

Pellitero, P. M. (2025). Estudio y análisis zooarqueológico del yacimiento de Ad Legionem (León). Gestión faunística y alimentación de origen animal en un vicus militar de época romana (Doctoral dissertation, Universidad de León).

Alfonso Sánchez
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Me apasiona la historia de Asturias y los astures en todas sus facetas. Pateando museos y yacimientos. Excavando cuando puedo y divulgando como mejor sé.

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