
Tengo que reconocer que los castros del Alto Miño, sobre todo los de la zona de A Pastoriza o Castro de Rei me llaman mucho la atención. El paisaje llano de las montañas está salpicado por un gran número de asentamientos entre los que destaca principalmente el de Viladonga. Sin embargo, a pocos kilómetros en dirección a Bretoña te encuentras el castro de Saa que es como una ventana abierta a cómo debió ser Viladonga antes de las excavaciones.
El lugar está siendo estudiado y precisamente a mediados de julio terminaron las intervenciones que veis en estas fotos. Es accesible a pie y no requiere más que calzado cómodo y el gps para encontrarlo, pero es muy sencillo llegar. Sólo hay un panel a la entrada así que mejor llevaros información antes por vuestra cuenta.

Actualmente hay dos zonas excavadas, una ya perimetrada con una valla de madera, y la que quedó lista este verano que está en proceso.

Se prevée que las piezas obtenidas en las intervenciones puedan estar expuestas en el CIN de Bretoña lo que reafirmaría el valor museológico de ambos lugares.



Por lo que se ha averiguado hasta ahora, permitiría ofrecer información del periodo galaico previo a la época romana, y la transición al mundo galaico-romano. En la parte expuesta, por ejemplo, se ve una vivienda galaico-romana de esquinas redondeadas exteriores y muros interiores rectos en ángulo. Debajo de ella hay documentadas dos viviendas de época castreña de las que se han recuperado gran cantidad de materiales cerámicos indígenas (unos 3000) de decoración estampillada, incisiones, bruñidos. Una de esas ollas dió lugar al modelo expuesto en el CIN de Bretoña.



Y una leyenda.
Hay recogida una leyenda local que dice que «en un lugar cercano al castro hay un túnel creado por los romanos. Dicen que en el interior hay una grade de oro (es una herramienta agrícola para romper el terreno) y otros objetos muy preciados, pero tienen miedo a entrar por si se hunde el techo».(Fuente. CIN Bretoña)