La Forca y la cantera cercana al castro. Afortunadamente la nueva dirección colaboró en la conservación del lugar. Foto Google Earth
La Forca y la cantera cercana al castro. Afortunadamente la nueva dirección colaboró en la conservación del lugar. Foto Google Earth

Uno de los castros más antiguos de Asturias es el de La Forca, en el concejo de Grado. Se trata de un asentamiento cuya fecha fundacional se sitúa entre los siglos VIII-VI a.C. Es un periodo en el que aparecen otros castros en Asturias, sobre todo del sector central, al que pertenece. Su fundación sería coetánea con la de La Campa Torres, Camoca, Campón del Olivar etc… pero es un caso especial dentro de los castros del Principado, porque se sospecha que no llegó a ser poblado nunca y que en realidad estamos ante la huella de un proceso frustrado de poblamiento.

El medio en el que se erige la Forca

Tenemos que echar la vista atrás, a los primeros días de los castros en Asturias. En líneas generales estamos ante una sociedad que no ha cambiado mucho desde la Edad del Bronce precedente. La economía sigue siendo de base ganadera principalmente, lo que ha llevado a que no se establecieran poblados con la monumentalidad que adquieren en la Edad del Hierro. El clima de este periodo es relativamente parecido al de ahora, con unas temperaturas suaves tras un bajón térmico que se produjo entre los siglos VIII y VII a.C.

El emplazamiento de la Forca se eligió entre otros factores por la proximidad de un nudo de vías antiguas que ya eran usadas tanto por pastores que mueven sus rebaños por el territorio como por comerciantes del hasta entonces, pujante comercio de manufacturas de bronce. No olvidemos que también está en una situación óptima para la agricultura. El castro tiene una morfología alargada, situado sobre un cerro más o menos cónico a 409 metros de altitud. Aprovecharon un espolón que se separa por un estrecho itsmo de la sierra que limita la cuenca del Nalón. El propio desnivel de la sierra actúa como defensa natural en su sector occidental. Destaca, como muchos de estos promontorios de caliza por presentar una escasa potencia estratigráfica en muchas de las zonas, apareciendo la roca natural en gran parte del recinto castreño.

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Planimetria del castro de La Forca. Grado. J Camino Mayor
Planimetria del castro de La Forca. Grado. J Camino Mayor

Se nuevo estamos ante un castro amenazado por la explotación de una cantera, que estuvo a punto de perderse totalmente para la investigación de no ser por la rápida intervención con financiación privada, dirigida por Jorge Camino Mayor1. No se llegó a tiempo a todo. En las inmediaciones del lugar se situaba una necrópolis tumular que fue arrasada completamente. También fue utilizado como posición estratégica en la Guerra Civil, que dejó una trinchera que probablemente corresponde a este periodo y que afectó a parte de la muralla.

Se realizaron varias prospecciones en la zona y al final se llevaron a cabo ocho sondeos tanto en el perímetro del castro como en su interior. se trataba de determinar cómo era el castro, y sus defensas, único resto visible del conjunto. Además se pudieron obtener muestras para establecer dataciones por radiocarbono.

Historia del castro de la Forca

Se trata, como adelanté al principio, de un asentamiento fundado en los primeros momentos de los castros en Asturias. Lejos de la complejidad de las defensas de castros más recientes, con sus sistemas de murallas, fosos y contrafosos, aquí estamos ante el típico castro que rodea la cumbre de un cerro elevado sobre el terreno circundante con una muralla lineal pétrea. Los castros en corona, al igual que en Galicia, suelen ser de los más antiguos.

La muralla siempre suele ser la primera infraestructura que se levanta. Lo sabemos porque tras ella se sostienen terrazas que sirven como base para las cabañas que se construyen después. Podríamos decir que se parece mucho al Picu’l Castru de Caravia, por ejemplo, con una disposición similar.

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Pero algo pasó en la Forca que impidió que se terminara la defensa y se construyera. En su recinto apenas hay restos de utensilios domésticos. No hay metal, no hay cerámica, no hay absolutamente nada que diga que en este lugar se vivió. Es totalmente anómalo ya que es muy difícil que un poblamiento de este periodo no deje ninguna huella, aunque sea en negativo como fondos de cabañas, etc…

La hipótesis que manejó el equipo de Jorge Camino Mayor es que se tratara, o bien de un castro inacabado, que no llegó a poblarse, o bien que fue un refugio temporal, lo que sería llamativo teniendo en cuenta que se tomaron el esfuerzo de levantar una muralla.

Uno de los detalles que inclina la balanza hacia la primera opción, la de estar inacabado, es que no se llego a aterrazar el espacio interno de la muralla. Algo que sería esencial para la construcción de las viviendas dentro del problado. Es como si cuando ya hubieran hecho lo más difícil, que es levantar la defensa, hubieran cambiado de idea.

En el entorno de este asentamiento existen otros cuatro castros. Se trata de una zona densamente poblada en este periodo entre las cuencas del Nalón y el Narcea. Es altamente probable que alguno de estos cuatro castros sea el que se fundó tras abandonar la Forca. Por eso no dejo de insistir en la necesidad de que se daten por radiocarbono todos los castros de Asturias. Es una necesidad básica para comprender el fenómeno castreño, porque sino sólo tenemos una foto fija en la que no comprendemos si los castros son contemporáneos.

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Los castros inacabados no son una excepción. Es un fenómeno que se ha estudiado en toda la Europa Atlántica donde tiene unas características similares. De todas formas habría que categorizarlo en este grupo con mucha cautela. Hay otros castros donde sólo encontramos murallas y nada de poblamiento. Me vienen a la cabeza los «foros» que no dejan de ser murallas sin viviendas, o también otros ejemplos en los que se presupone un uso funerario como el de Ceja de las Lombas, pero son distintos a este. En esencia porque las murallas no tienen la contundencia de las de La Forca, que parece diseñada con la finalidad habitual de estas infraestructuras. Es una muralla defensiva sin más, en un entorno similar al de los típicos castros de esta época. Simplemente no fue terminado.

Bibliografía

  1. Mayor, J. C., García, R. E., & Pacheco, Y. V. (2009). El castro inacabado de La Forca (Grado, Asturias). Un dominio territorial frustrado. Trabajos de prehistoria66(1), 145-159. ↩︎

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